El vuelo de Messi levanta al Bar?a

El vuelo de Messi ha levantado al Bar?a. El 10 no se merece ni quiere jugar en un equipo azulgrana cualquiera ni es un delantero dispuesto a envejecer en un sill¨®n del Camp Nou. Ocurre que la hinchada necesita siempre un acto de fe del rosarino ¡ªno que saque la palabra retirada¡ª y la cr¨ªtica sospecha que llegar¨¢ un d¨ªa en que no ser¨¢ Messi. No es desconfianza sino un temor reverencial que se desvanece cuando el capit¨¢n se pone en forma, recupera la punter¨ªa y reina en Europa. El equipo recobra entonces la confianza, se siente poderoso y se pone generoso porque nadie quiere desmerecer al 10. A rebufo de Leo, el Bar?a complet¨® una gran actuaci¨®n coral ante el Mallorca.

El Bar?a depende de Messi, y el 10 est¨¢ de dulce, m¨¢s mimado que nunca por el Camp Nou. Jugador de LaLiga en noviembre y decisivo en el Wanda, el argentino ofreci¨® a su hinchada de la mano de sus tres hijos su sexto Bal¨®n de Oro. Nunca pareci¨® tener inter¨¦s en cambio por mostrar el trofeo The Best ni su sexta Bota de Oro. Aquellos fueron galardones recibidos en tiempos de inestabilidad azulgrana y de dudas sobre el argentino despu¨¦s de no participar por lesi¨®n en la pretemporada del Bar?a. Ahora el equipo se ha repuesto y liberado, Valverde ya no politiquea con la alineaci¨®n y Messi va como un tiro, plet¨®rico tambi¨¦n ante el Mallorca.

El partido estaba dise?ado para ser la fiesta de Messi desde el inicio hasta el final porque el equipo quer¨ªa recuperar las mejores sensaciones ante la visita el s¨¢bado a la Real Sociedad y la llegada el mi¨¦rcoles siguiente del Madrid. Y el cl¨¢sico del d¨ªa 18 pinta de momento bonito porque los dos grandes han recuperado su mejor color cuando falta poco para Navidad. Nadie es ajeno a la mejor¨ªa azulgrana, y menos su entrenador, que no quiso perder el hilo de juego encontrado ante el Atl¨¦tico con el gol de Messi. La estabilidad se reflej¨® en un once muy serio, Rakitic incluido, y un plan de juego sin concesiones pese a que partido invitaba a regular por exigencias del calendario de LaLiga.

La mayor¨ªa de encuentros del Bar?a comienzan en cualquier caso en la porter¨ªa de Ter Stegen. Incluso cuando el rival es el Mallorca. El equipo de Moreno, siempre derrotado como visitante, se envalenton¨® con dos jugadas de Take Kubo, la promesa de la Masia que se form¨® con Eric Garc¨ªa y Ansu Fati, figura balear en calidad de cedido por el Madrid. La pelota sali¨® fuera por poco despu¨¦s de un c¨®rner y el portero sac¨® r¨¢pido para la carrera de Griezmann. El tenso golpeo del arquero, tan r¨¢pido en plantar la bola como en divisar al franc¨¦s, sorprendi¨® a Fran G¨¢mez. El desmarque, la velocidad en la conducci¨®n y el toque sutil con la zurda completaron una jugada espl¨¦ndida, muy propia de Griezmann.

Intensidad y velocidad

Atacaba al espacio desde la izquierda Griezmann, profundizaba como lateral derecho Sergi Roberto y no paraba de revolotear Messi. El Bar?a jugaba intenso y r¨¢pido con el bal¨®n, excelente en la presi¨®n dirigida por Busquets, llegador y rematador ante Reina. Messi marc¨® el segundo con un tiro de rosca desde m¨¢s de 30 metros despu¨¦s de un giro precioso, suficiente para ganar el espacio y armar el disparo despu¨¦s de recibir de Griezmann. El mon¨®logo solo fue interrumpido por un contragolpe del Mallorca que acab¨® con un pase interior de Salva Sevilla y el chut de Budimir.

No se sabe muy bien qu¨¦ pas¨® despu¨¦s sino que se vio discutir a pie de campo al t¨¦cnico Vicente Moreno con Messi. El 10 se pic¨® y no tard¨® en poner el 3-1 despu¨¦s de culminar una transici¨®n iniciada en un bal¨®n recuperado por Rakitic. El capit¨¢n alcanz¨® el bal¨®n del ¨¢rea y sac¨® su rosca para poner el cuero a la derecha de Reina. Aunque no paraba de apretar y quitar el cuero al Mallorca, el cuarto gol fue una preciosidad por la larga posesi¨®n, los muchos toques y la ejecuci¨®n de Luis Su¨¢rez. El uruguayo recibi¨® de espaldas la pelota de De Jong y se adorn¨® con un taconazo sublime, por duro y colocado, imposible para Mallorca. A partir de gestos t¨¦cnicos ¨²nicos, Luis Su¨¢rez se niega a que le jubile cualquier aspirante al 9 del Bar?a y todav¨ªa le faltaba por marcar a un Mallorca que se bati¨® con mucha entereza hasta poner un segundo gol de Budimir.

El Bar?a se dej¨® ir en el campo y en el banquillo con los cambios hasta recibir el 4-2. Apareci¨® entonces Messi para marcar despu¨¦s de una asistencia de Luis Su¨¢rez su tercer tanto, el 12? en LaLiga, y cerrar un partido hecho a su medida, a la del tridente y a la de un plantel descansado durante la semana, expectante ya con la Real y el Real. El 10 devolvi¨® la alegr¨ªa al equipo y ya se vuelve a hablar del Bar?a de Messi.