Florentino: antes que un P¨¦rez hubo un L¨®pez
La biograf¨ªa singular de un portero del Plus Ultra, el filial blanco
Hurgando por peri¨®dicos antiguos, como suelo, me encontr¨¦ con un portero en el Plus Ultra, el filial del Madrid por entonces, llamado Florentino. Me llam¨® la atenci¨®n y descubr¨ª una biograf¨ªa singular.
Nacido en agosto de 1935 en Navalmoral de la Mata (C¨¢ceres), fue inscrito con el nombre de Floreal, uno de los meses renominados por la Revoluci¨®n Francesa. Su padre, Santiago L¨®pez, era un sindicalista de la CNT que en 1939 tuvo que salir a Francia con dos hijos y la mujer embarazada del tercero. Y luego a M¨¦xico, en la c¨¦lebre traves¨ªa Mexique, en la que naci¨® el ¨²ltimo. All¨ª prosper¨®. El chico, reinscrito como Florentino, creci¨® futbolero en un contexto de espa?oles e hincha del Espa?a, cuya porter¨ªa guardaba en esos a?os el c¨¦lebre Blasco, portero del Athletic antes de la guerra. Le fascin¨®. Procuraba no perderse ni los entrenamientos.
As¨ª que sali¨® portero. Y aunque el padre no quer¨ªa (¡°le gustaba el f¨²tbol, pero no como oficio para su hijo¡±, me dice) empez¨® a ceder cuando con 16 a?os le reclutaron para el Irapuato de Segunda Divisi¨®n. Al tercer a?o ascendi¨®. Ya le codiciaba el Le¨®n, el equipo grande del momento, donde hubiera competido con el c¨¦lebre Tota Carbajal, el que llegar¨ªa a jugar cinco Mundiales.
El Valencia tuvo noticia de ¨¦l a trav¨¦s de Nando Garc¨ªa, jugador a caballo de la guerra, del Racing y del Bar?a, y que le entren¨® en el Irapuato. Regres¨® a Espa?a y puso un bar en Valencia. All¨ª habl¨® de Florentino L¨®pez y el Valencia se interes¨®. Su padre, madridista, le dijo que se presentase en el Madrid e intentara quedarse all¨ª. Lo hizo, pero el Madrid no quiso pagar los 40.000 pesos que ped¨ªa el Irapuato. El Valencia s¨ª los pag¨®. Jug¨® como con ¨¦xito la 55-56 en el Mestalla, el filial de Segunda.
Estaba para dar el salto cuando le llamaron para la mili, pues era espa?ol. El Valencia no le pudo conseguir un destino en la ciudad y le toc¨® Mallorca, donde jug¨® cedido en Tercera. Salieron campeones de su grupo y en la liguilla de promoci¨®n eliminaron nada menos que al Mestalla, que por su culpa baj¨®. En la 57-58 sube al primer equipo del Valencia, pero con Goyo muy consolidado. S¨®lo juega tres partidos y se impacienta. Ese verano le visita su padre, que convence al Valencia de que le deje libre en compensaci¨®n por no haberle resuelto la mili. Camino de M¨¦xico, par¨® en Madrid, top¨® con ?ngel Rodr¨ªguez, El Feo, un agente que se mov¨ªa muy bien con el Madrid, y este le llev¨® al club. Bernab¨¦u le fich¨® y le destin¨® al Plus Ultra, el filial, en Segunda. Ten¨ªa 24 a?os y en el Madrid envejec¨ªa Alonso, Dom¨ªnguez no terminaba de convencer y se buscaba portero para la siguiente d¨¦cada.
Y all¨ª jug¨® dos muy buenas temporadas, en las que tuvo como compa?eros a los Gento II y III, Casado, Mart¨ªn Esperanza, el uruguayo Ramos, Pallar¨¦s, Marquitos II, Villa (el Magn¨ªfico) y Calleja, aquel medio que triunf¨® en el gran Pontevedra del Hai que roelo, que tiene gran recuerdo de ¨¦l: ¡°Era alto, el¨¢stico, serio. Y de los que hacen vestuario. Recuerdo que me pas¨® una chaqueta de cuero, forrada de borrego por dentro, como de piloto de avi¨®n, que aqu¨ª ni se ve¨ªa. Creo que ni me la quiso cobrar¡±. En la segunda temporada en el Plus, su entrenador fue Miguel Mu?oz, que salt¨® a finales al Madrid. Eso le pon¨ªa las cosas m¨¢s f¨¢ciles para subir al primer equipo en la 60-61.
Pero el club decidi¨® apostar por Vicente, del Espanyol, m¨¢s cuajado, ya varias veces internacional. Y estaba en el radar Araquistain, de la Real. Florentino habl¨® con Bernab¨¦u: ¡°Mi familia est¨¢ all¨ª, y yo lo que quiero es jugar¡¡±. Bernab¨¦u le dio la carta libertad y fich¨® por el Toluca.
Y all¨ª fue mito. Jug¨® 11 temporadas, gan¨® t¨ªtulos¡ Fue, si se puede decir as¨ª, el Ir¨ªbar del Toluca. Antes de ir se cas¨® con la novia que se ech¨® en Valencia. Tras el f¨²tbol, consolid¨® un negocio de exportaci¨®n-importaci¨®n. En 1984 regres¨® a Espa?a: ¡°Estaba bien, pero la inseguridad¡ Ten¨ªa pistola con derecho para utilizarla en casa. Seg¨²n por d¨®nde, ya no pod¨ªas ir. Fui poniendo una pata del negocio aqu¨ª, y aqu¨ª nos vinimos¡±.
Se hizo socio del Madrid, disfrut¨® a La Quinta del Buitre. Ahora, con 85 a?os, sigue el f¨²tbol por la tele. Tiene tres hijas, un hijo y un buen mont¨®n de nietos. Se qued¨® a cent¨ªmetros de ser el portero del Madrid de Di St¨¦fano, pero la vida le trat¨® bien.
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