La deconstrucci¨®n de Celades en el Valencia
El t¨¦cnico catal¨¢n se repone tras un inicio lleno de dudas y desconfianza hacia su persona y empieza a lograr resultados
Un chaparr¨®n de sambenitos se derram¨® sobre Albert Celades cuando el t¨¦cnico cay¨® en el Valencia. Un dardo por aqu¨ª: ¡°Est¨¢ verde¡±. Un puyazo por all¨¢: ¡°Es una marioneta de la propiedad¡±. Frases de calado negativo, como que ¡°no tiene personalidad¡±, ¡°va a poner a Ferran Torres y a Kang In siempre por orden de Lim¡± o ¡°el vestuario se lo va a comer¡±, entre otras lindezas, difamaron su aterrizaje forzoso en el vestuario de Paterna en septiembre. Entre medias, el trompazo de un hist¨®rico del club como Santi Ca?izares: ¡°Cuando est¨¢s necesitado de firmar un contrato y te llega la oportunidad de entrenar al Valencia, uno pierde todo concepto de honor y de ¨¦tica. Creo que no sabe d¨®nde se ha metido¡±.
A los dos d¨ªas de llegar, el Bar?a le meti¨® un 5-2 y su lomo se llen¨® de banderillas. D¨ªas despu¨¦s compareci¨® solo en la rueda de prensa de Stamford Bridge. Era un sospechoso en medio de la monta?a rusa de Mestalla. La crisis que hab¨ªa generado el due?o, Peter Lim, en el Valencia campe¨®n de Copa, primero relegando y luego despidiendo a Marcelino y a Mateu Alemany, apuntaba a un curso catastr¨®fico. Los agoreros lloraban a Marcelino mientras vaticinaban el apocalipsis.
Sucede, en cambio, que Celades ha deconstruido el Valencia para darle una nueva estructura que empieza a cuajar y a dar resultados, como la clasificaci¨®n para octavos de la Champions lograda el martes en ?msterdam. ¡°Mi entrenador de referencia es Vicente Del Bosque¡±, dijo el t¨¦cnico catal¨¢n en una charla con sus colegas Paco L¨®pez, del Levante, y Javi Calleja, del Villarreal, en la Federaci¨®n Valenciana de F¨²tbol. Celades se apoya en ?scar ?lvarez, su segundo, y en Javi Mi?ano, preparador f¨ªsico campe¨®n de todo con Del Bosque en el Madrid y la selecci¨®n espa?ola.
La influencia de Del Bosque es notable, cuentan los que lo conocen. Celades lleg¨® en medio de un conflicto y apag¨® las llamas con prudencia. Respet¨® el duelo del grupo por la salida del anterior entrenador. Entr¨® con tacto, sin descalificar a nadie y sin introducir cambios bruscos. Intuy¨® que estaba ante un buen grupo humano y profesional y, poco a poco, a?adi¨® lo que ¨¦l consideraba necesario mejorar. Transmiti¨® tranquilidad y trajo normalidad.
Banquillo para Guedes
Su autonom¨ªa de la propiedad, lejos de lo que se prejuzg¨® cuando fich¨®, se hizo pronto evidente. Sent¨® a Guedes, el ni?o bonito de Lim, por bajo rendimiento, antes de que el portugu¨¦s cayera lesionado; dosific¨® primero la entrada en el equipo de Kang In, otro de los predilectos del due?o, y luego lo escarment¨® con la suplencia. Y llen¨® de confianza e impuls¨® a Ferran Torres, que estaba a disgusto con Marcelino. Su independencia es evidente en el caso de Thierry Correia, lateral derecho portugu¨¦s de 20 a?os, fichado por Lim y Mendes a cambio de 12 millones de euros. Tras testar al jugador, Celades ha pedido el fichaje de otro defensor.
El grupo empez¨® a respetarlo con la gesti¨®n de la crisis m¨¦dica. El presidente, Anil Murthy, obsesionado con borrar cualquier rastro de Marcelino, quiso deshacer el equipo m¨¦dico de la primera plantilla carg¨¢ndole el muerto a Celades. El vestuario se rebel¨® y el entrenador secund¨® la protesta. Resultado: a los jugadores los siguen tratando los mismos doctores. Rota la vinculaci¨®n con el traumat¨®logo To?o Maestro, uno de los m¨¢s prestigiosos del pa¨ªs, las visitas a su cl¨ªnica de Gij¨®n siguen siendo habituales. Pedro L¨®pez Mateu, nuevo jefe de los servicios m¨¦dicos, no goza de la confianza de los pesos pesados.
Celades ha intervenido en los conflictos desde la calma y ha aprovechado la fuerza de Paterna. El grupo, maduro y equilibrado, ha gestionado bien los cambios bruscos ordenados desde Singapur. En un momento de inercia negativa, como el que sacudi¨® a la plantilla en agosto, apareci¨® el esp¨ªritu de superaci¨®n en lugar de la divisi¨®n en el vestuario. La camarader¨ªa que encendi¨® Marcelino en la ciudad deportiva ha sido decisiva en el renacer del Valencia.
Esa llama explica que se saquen adelante partidos como el del Johan Cruyff Arena y que las bajas apenas pasen factura en el rendimiento. Los mismos l¨ªderes que segu¨ªan ciegamente a Marcelino creen en Celades. Ganarse la confianza y el respeto del colectivo ha sido el ¨¦xito del t¨¦cnico. Ese y el de empezar a conjugar su metodolog¨ªa de f¨²tbol ofensivo con las virtudes defensivas que trabaj¨® Marcelino para que el equipo pueda vestirse con varias pieles y manejar diferentes sistemas de juego. Si consigue ese equilibrio, el Valencia, cuando se libere de la pandemia de lesiones ¡ªhasta ocho¡ª que lo coarta, ser¨¢ mejor.
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