Avellaneda, el Aleph de la rivalidad
Tanto Independiente como Racing han sido, adem¨¢s de campeones continentales, campeones del mundo
En el mundo hay muchas ciudades donde dos o m¨¢s clubes de f¨²tbol se disputan la supremac¨ªa. Esos lugares son avisperos de rivalidad. Reduzcamos la lista a las grandes capitales, las que albergan rivales del m¨¢ximo nivel: ciudades con m¨¢s de un campe¨®n continental. Son muy pocas. Londres, por ejemplo, con tantos equipos c¨¦lebres, tiene solamente un campe¨®n, el Chelsea. Repasemos. Buenos Aires (2,8 millones de habitantes) cuenta con Boca Juniors, River Plate, Argentinos Juniors, San Lorenzo y V¨¦lez Sarfield. S?o Paulo (12 millones de habitantes) re¨²ne a S?o Paulo, Palmeiras y Corinthians. Mil¨¢n (1,5 millones de habitantes) tiene al Inter y al Milan. R¨ªo de Janeiro (6,3 millones de habitantes) ha ganado con Flamengo y con Vasco da Gama. Montevideo (1,3 millones de habitantes) acoge a Pe?arol y Nacional. Porto Alegre (1,4 millones de habitantes), a Gremio e Internacional. La ¨²ltima gran metr¨®polis es Avellaneda (342.000 habitantes), con Independiente y Racing, cuyos estadios distan apenas 300 metros.
Resulta claro que, en cuanto a rivalidad comprimida entre instituciones de gran ¨¦xito, el Aleph planetario, en el sentido borgiano, est¨¢ en Avellaneda. A?adamos un dato: tanto Independiente como Racing han sido, adem¨¢s de campeones continentales, campeones del mundo.
Cuando se fund¨® Racing, en 1903, la ciudad, o m¨¢s bien el partido municipal, se llamaba a¨²n Barracas al Sud. Cuando naci¨® Independiente, en 1905, ya hab¨ªa sido rebautizada como Avellaneda, en homenaje al primer presidente argentino sin pasado militar.
Ahora mismo, media Avellaneda goza y media Avellaneda sufre.
En Racing est¨¢n de fiesta. El s¨¢bado ganaron la Copa Nacional frente a Tigre y con el t¨ªtulo de la Superliga conseguido en marzo (con un empate en el estadio de Tigre) se han convertido en bicampeones. 2019 es su mejor a?o en m¨¢s de medio siglo. Hay que remontarse a 1967, con doble cetro continental y mundial, para dar con una temporada m¨¢s euf¨®rica.
Independiente, en cambio, transita por un calvario. El s¨¢bado volvi¨® a perder, 2-3 frente a Newell¡¯s, pese a que el ¨¢rbitro le perdon¨® uno de esos penaltis en que el agresor arranca la camiseta del agredido, y la afici¨®n s¨®lo interrumpi¨® el c¨¢ntico de ¡°que se vayan todos¡± para lanzar alguno de esos floridos insultos argentinos que arrasan en las redes sociales. Independiente, con siete Libertadores en la vitrina, se arrastra por la mitad de la tabla y vive en un tembleque permanente.
Pero en el Aleph de la rivalidad futbol¨ªstica las cosas siempre son un poco m¨¢s complejas que en otros lugares. Si examinamos de cerca la mala temporada de Independiente, brilla la responsabilidad del t¨¦cnico Sebasti¨¢n Beccacece. Este hombre, procedente de Defensa y Justicia (donde hizo un trabajo excelente), fue contratado por Independiente para competir por el t¨ªtulo y dispuso de refuerzos por 15 millones de d¨®lares, una cantidad muy notable en Argentina. Para hacerse una idea, Central C¨®rdoba, finalista de la Copa, sobrevive con un presupuesto anual de 2,5 millones. Beccacece gan¨® ocho partidos, empat¨® uno y perdi¨® siete; fue eliminado de la Copa Sudamericana y de la Copa argentina; se pele¨® con dos de los puntales del equipo, P¨¦rez y Domingo; y el 25 de octubre fue despedido. Su marcha no mejor¨® las cosas. Beccacece dej¨® hundido a Independiente.
A Racing se le va el t¨¦cnico, Eduardo Chacho Coudet. Con dos t¨ªtulos ganados, deja el equipo en la pausa estival para dirigir al Internacional de Porto Alegre. ?Qui¨¦n va a sustituirle? Efectivamente: Sebasti¨¢n Beccacece. Quiz¨¢ es una forma de premiar al hombre por lo que le hizo al rival. Quiz¨¢ es una forma de jugar a la ruleta rusa. Quiz¨¢ incluso a Racing le salga bien la apuesta, y los de Independiente sumen una nueva mortificaci¨®n.
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