Gobierna Parejo, y se nota
Pocos jugadores en el f¨²tbol europeo transmiten la sensaci¨®n de jerarqu¨ªa y control que ofrece el medio. La reciente crisis del Valencia ha acentuado esa impresi¨®n
Cuando un futbolista pasa de dirigir un equipo a gobernar un partido es que se trata de un jugador de cuidado. Xavi y Pirlo pertenec¨ªan a esta singular raza. Parejo cada d¨ªa se parece m¨¢s a ellos. Su magisterio volvi¨® a acreditarse el domingo en Mestalla, contra el Real Madrid, que jug¨® con autoridad hasta que emergi¨® la figura del centrocampista del Valencia. Durante una hora funcion¨® como lo que es: un fenomenal estratega con la facultad de resolver los problemas cerca de su ¨¢rea y de la contraria.
El partido revel¨® su enorme capacidad de liderazgo en el equipo y el efecto que produce en los jugadores. Todos le buscan. En caso de duda, la soluci¨®n es entregarle la pelota a Parejo. Y no se equivocan, porque Parejo siempre parece en perfecta disposici¨®n de recibirla, generalmente bien perfilado, casi siempre despu¨¦s de hacer el movimiento justo que le separa de su marcador, anticipando la siguiente decisi¨®n, que suele ser brillante. Su grado de jerarqu¨ªa es tan alto actualmente que consigue convertir cualquier momento apurado o complejo en una situaci¨®n muy favorable al Valencia.
Mediado el primer tiempo, Parejo comenz¨® a romper las l¨ªneas de presi¨®n del Real Madrid, que poco a poco empez¨® a disolverse, con un problema a?adido: el espacio que se abr¨ªa alrededor del medio centro del Valencia. Parejo, que es magn¨ªfico con la pelota en los pies, resulta imparable cuando tiene tiempo y perspectiva para dirigir el juego. No qued¨® claro si el Real Madrid le concedi¨® esa ventaja o Parejo se la gan¨® con la astucia que le caracteriza.
Su jefatura fue tan visible que, por comparaci¨®n, remiti¨® a otro Parejo, buen jugador, pero m¨¢s intermitente, menos febril y hasta discutido en algunas fases de su ascendente carrera. Como tantos otros excelentes productos de la cantera del Real Madrid, su caso ha sido un ejemplo de maduraci¨®n a fuego lento, hasta alcanzar, y probablemente superar, las expectativas de sus partidarios.
A la cabeza de todos, y antes que nadie, estuvo Alfredo Di St¨¦fano, que nunca se distingui¨® por regalar elogios. Con Parejo no disimul¨®. Le parec¨ªa todo un proyecto de jugador. El Madrid, sometido por naturaleza a urgencias que le impiden esperar a muchos de sus mejores j¨®venes, le abri¨® las puertas a una carrera que le llev¨® al Getafe y despu¨¦s al Valencia, donde se ha establecido como ¨ªdolo, despu¨¦s de atravesar algunos momentos discutidos.
Pocos jugadores en el f¨²tbol europeo transmiten la sensaci¨®n de jerarqu¨ªa y control que ofrece Parejo. La reciente crisis del Valencia ha acentuado esa impresi¨®n. En las dif¨ªciles circunstancias que han presidido el arranque de la temporada para el club, el equipo y la hinchada, su liderazgo ha sido sensacional. Nadie vertebra mejor a un equipo de f¨²tbol en la Liga que Parejo. Tiempo atr¨¢s, esa distinci¨®n se la pod¨ªa discutir Busquets. En estos momentos, no.
Camino de los 31 a?os, no ha disputado ning¨²n Mundial, ni ninguna Eurocopa, por raro que parezca. Su efecto en el Valencia no admite duda. Tampoco deber¨ªa ocurrir en la selecci¨®n, que no se recupera de la nostalgia por Xavi y lo que significaba. Con Xavi se jugaba a lo que quer¨ªa el peque?o y excepcional centrocampista del Bar?a. Despu¨¦s de un largo y continuo proceso de crecimiento como jugador, Parejo se ha erigido en el perfecto director de escena.
Por delante tiene una temporada repleta de grandes desaf¨ªos, con el Valencia escalando en la Liga, en octavos de final de la Copa de Europa ¡ªse medir¨¢ con el Atalanta de B¨¦rgamo¡ª y la Eurocopa 2020 con la selecci¨®n. Todo indica que donde est¨¦ Parejo, sus equipos dispondr¨¢n del mejor estratega posible.
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