El Atl¨¦tico m¨¢s ¡®cholista¡¯
Los de Simeone aprovechan los regalos de un rival que les super¨® en juego y rompen su mala racha fuera de casa con un gol de Correa y otro de tac¨®n de Morata
El Atl¨¦tico penaliz¨® a la perfecci¨®n los errores del Betis para romper su mala racha fuera de casa. El equipo de Simeone, indefinido y muy conservador, fue superado en muchas fases del juego por el conjunto verdiblanco, m¨¢s entonado con el bal¨®n, con mejor f¨²tbol y una hora de juego estupenda, aunque con un defecto que le impide competir en las alturas de la tabla. El Atl¨¦tico, por ejemplo, jam¨¢s cometer¨¢ un fallo como el que tuvo ?lex Moreno. Una terrible p¨¦rdida de bal¨®n que conden¨® al Betis. Fue Correa, el otro elemento decisivo, el que aprovech¨® la d¨¢diva del lateral para sentar a Robles y marcar a puerta vac¨ªa. Ante equipos de la talla del Atl¨¦tico, esos errores son determinantes. Pero incluso con ese tanto logrado de la nada no lo tuvo hecho el equipo de Simeone. Se ech¨® atr¨¢s de forma peligrosa y el Betis tuvo opciones de lograr el empate. Sobre todo en un disparo de Canales que dio en el palo.
Con el agua al cuello, el Atl¨¦tico respir¨® despu¨¦s de otra buena jugada de Correa, que se aprovech¨® del desconcierto de ?lex Moreno para centrar al ¨¢rea. Morata se redimi¨® despu¨¦s de su error en la primera parte y marc¨® de tac¨®n para hacer el 0-2. En duelos de esta entidad, los detalles influyen una barbaridad. El Betis, si desea competir en la ¨¦lite, no puede conceder ni ser tan ingenuo. El Atl¨¦tico, con lo m¨ªnimo, con un Joao F¨¦lix desconectado y sin un ideario claro, se llev¨® el triunfo gracias a la irrupci¨®n de Correa y la ausencia de maldad en las dos ¨¢reas de un Betis demasiado caritativo. Los de Simeone alcanzan la cuarta plaza y vuelven a ganar fuera de casa. Algo que no hac¨ªan desde el 25 de septiembre en Mallorca. El buen juego ya vendr¨¢. Se supone. Mientras se gane el debate se rebaja mucho. Siempre se puede decir que el Atl¨¦tico supo sufrir para aprovechar las debilidades de un Betis de plastilina, donde el gol de Bartra en el alargue fue una an¨¦cdota. Jugaron muy bien los de Rubi, pero su despliegue no le vali¨® ni para empatar. Quiz¨¢s ah¨ª radique el significado de la palabra competir. Ocho a?os despu¨¦s de su llegada, el Atl¨¦tico de Simeone gana como si el tiempo no hubiese pasado por ¨¦l.
Los gestos de Simeone en la banda mostraban, sin embargo, cierto disgusto por lo que su Atl¨¦tico hac¨ªa en el campo. Una salida fulgurante, de apenas cinco minutos, hab¨ªa sido anestesiada por el f¨²tbol control de un Betis que ha crecido una enormidad con el paso de las jornadas. Sus 10 de los ¨²ltimos 12 puntos corresponden a un grupo que ha madurado despu¨¦s de que Rubi se moviera en el filo de la navaja. La transformaci¨®n para bien de los andaluces se explica en el momento de Canales, la organizaci¨®n de su defensa en torno a tres centrales y los detalles de Joaqu¨ªn y Fekir. Seguro con el bal¨®n, el Betis le fue plantando cara a un Atl¨¦tico plano. El conjunto madrile?o no ten¨ªa claro si atacar o defender, mientras que algunos de sus elementos, caso de Lemar, tomaban decisiones sin entender el partido. Simeone quiso asfixiar la salida de bal¨®n del Betis y se encontr¨® con que sus centrocampistas fueron superados por el juego entre l¨ªneas de los verdiblancos. Todo despu¨¦s del pase, casi siempre ejecutado por Canales, que permit¨ªa superar la primera l¨ªnea de presi¨®n visitante. Superado el susto inicial y ante la indefinici¨®n atl¨¦tica despu¨¦s de que Morata marcara en fuera de juego, el Betis fue aumentando sus prestaciones, materializando buenas combinaciones y jugando con inteligencia. Todo hab¨ªa sido entrenado con anterioridad por los andaluces, como las jugadas de estrategia. Todas en corto para desarmar el poder¨ªo del Atl¨¦tico. Por ah¨ª lleg¨® un centro fant¨¢stico de Canales que Feddal envi¨® a la madera y que pudo ser el 1-0.
Tanto se gust¨® el Betis en su superioridad que se dej¨® sorprender en un contragolpe. Ah¨ª s¨ª existi¨® una se?al de lo que fue o de lo que pretende ser el Atl¨¦tico. Morata destroz¨® el sistema defensivo andaluz con una carrera desde su campo. Robles y el palo evitaron el gol en la ocasi¨®n m¨¢s clara del encuentro.
El Betis se mantuvo firme en el segundo tiempo, tocando el bal¨®n con criterio ante un Atl¨¦tico agazapado. Simeone se cans¨® de la inacci¨®n de Lemar para dar entrada a Correa. La irrupci¨®n del argentino en el choque fue demoledora. El argentino tiene colmillo y maldad, cualidades que adornan a los futbolistas de los equipos grandes. ?lex Moreno simboliz¨® todo lo contrario, blando como un corderito ante la presi¨®n de Correa. El delantero, con todo a favor, sent¨® a Robles y marc¨® a placer. El Betis hab¨ªa remado mucho para ahogarse despu¨¦s de un error infantil. Pero tuvo fe, mantuvo su estilo y someti¨® al Atl¨¦tico con buen f¨²tbol. Emerson, Bartra y Mandi se acercaron con peligro al empate y Canales envi¨® al palo. Cuando asomaba la igualada lleg¨® una nueva bofetada del Atl¨¦tico. Correa, otra vez, aprovech¨® el desconcierto de ?lex Moreno, incapaz de cerrarle el centro al ¨¢rea. Morata, muy r¨¢pido, se anticip¨® a la acci¨®n de Bartra y bati¨® de tac¨®n a Robles. Una lecci¨®n de eficacia y punter¨ªa para un Betis tan bonito como blando, que debe fortalecerse si desea ser competitivo. El Atl¨¦tico, a lo suyo, no hace prisioneros. Recupera la cuarta plaza y mira el mes de enero con m¨¢s optimismo. Con jugadores como Correa es todo mucho m¨¢s f¨¢cil. Ocho a?os despu¨¦s, Simeone gana y gana, aunque elementos como Joao F¨¦lix no aporten casi nada.?
Simeone habla de los peque?os y decisivos detalles
¡°En el f¨²tbol se demuestra que los peque?os detalles deciden partidos¡±, argument¨® Simeone poco despu¨¦s de que su Atl¨¦tico lograra la segunda victoria consecutiva en LaLiga. El argentino tuvo un papel decisivo en el triunfo de su equipo colocando a Correa en el campo por un Lemar desconectado. ¡°Ya hab¨ªa hecho una semana muy buena sabiendo que no iba a jugar. Entren¨® muy bien y cuando entr¨® demostr¨® la categor¨ªa de jugador que es. Trabaj¨® en consecuencia de lo que necesitaba el equipo. Nos llevamos un partido necesario, en un campo donde el rival llevaba un momento muy bueno¡±, argument¨® el preparador del Atl¨¦tico. ¡°Sab¨ªamos que el Atl¨¦tico te penaliza si cometes un error¡±, afirm¨® Rubi, entrenador de un Betis que acaba el a?o en una buena l¨ªnea de juego, aunque en una discreta 13? plaza. ¡°No es para nada buena nuestra posici¨®n. El Betis tiene que estar mejor clasificado. Pero el equipo tiene muy claro ya a qu¨¦ juega y hemos encontrado el camino¡±, a?adi¨®. El objetivo del Betis es pelear por Europa: siete puntos le separan de la sexta plaza.
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