Carlsen arrasa y Firouzja logra una haza?a
Oro para el noruego y plata para el iran¨ª, de 16 a?os, cuatro d¨ªas despu¨¦s de renegar de su Gobierno
Magnus Carlsen est¨¢, a los 29 a?os, en el mejor momento de su carrera. Por eso ha ganado en Mosc¨² el Mundial de R¨¢pidas invicto y con amplio margen (pelear¨¢ tambi¨¦n este domingo y lunes por el Rel¨¢mpago) y vuelve a ocupar el n¨²mero uno en esa modalidad, adem¨¢s de ser un ejemplo de combatividad y juego muy creativo. El brillo de su oro es cegador, pero no eclipsa el de la plata del iran¨ª Alireza Firouzja, quien a los 16 confirma su inmenso talento y exhibe unos nervios de acero bajo un tremendo estr¨¦s psicol¨®gico.
La revoluci¨®n del ajedrez causada por el programa Alpha Zero, de la empresa Deep Mind (Google), con sus sacrificios de peones y piezas a cambio de juego din¨¢mico e iniciativa, ha cambiado el estilo de Carlsen, ahora mucho m¨¢s atractivo para el aficionado medio que no aprecia las sutilezas t¨¦cnicas al m¨¢s alto nivel. El campe¨®n humano sabe hoy, gracias a su hom¨®logo inhumano, que las ideas de ese tipo barruntadas por ¨¦l desde su adolescencia son buenas, aunque impliquen riesgos. Por tanto, la mayor¨ªa de las victorias de Carlsen ya no se basan en maniobras sopor¨ªferas para exprimir ventajas microsc¨®picas; ahora rezuman creatividad, valent¨ªa y juego alegre, a la vez que profundo.
Si se except¨²an los empates cortos, para asegurar el oro, de las dos ¨²ltimas rondas con los estadounidenses Leinier Dom¨ªnguez (quien tambi¨¦n conserva la nacionalidad cubana) y Hikaru Nakamura, el juego de Carlsen en este Mundial de quince partidas en tres d¨ªas es una delicia. Su ejemplo de combatividad le dio fuerza moral para criticar este viernes en un canal noruego de televisi¨®n a los colegas de ¨¦lite que firmaron varios empates sin lucha entre las rondas quinta y d¨¦cima para ahorrar energ¨ªa: ¡°Eso no es muy profesional. Conf¨ªo en que ninguno de ellos suba al podio, porque ser¨ªa muy injusto¡±.
Si se aplica el criterio de Carlsen, se ha hecho justicia, porque ni Firouzja ni Nakamura (bronce) cayeron en esa criticable actitud. El portento persa tuvo altibajos en la primera jornada (rondas 1-5), pero brillando muy por encima de lo que podr¨ªa esperarse bajo sus extremas circunstancias psicol¨®gicas; floje¨® algo en la segunda (6-10), pero ha firmado una exhibici¨®n de inteligencia emocional en la tercera (11-15) con 4,5 puntos de cinco partidas frente a rivales de ¨¦lite (In¨¢rkiev, Le, Andreikin, Wang y Mamedi¨¢rov).
Seguir con la mirada a Firouzja en los descansos entre rondas convenc¨ªa al observador de que el iran¨ª -sonriente y relajado- hab¨ªa logrado ponerse una coraza de serenidad y sangre fr¨ªa, y evadirse de las delicadas circunstancias vitales y dif¨ªciles decisiones que deber¨¢ tomar a partir del martes (qu¨¦ nacionalidad adoptar, d¨®nde vivir, c¨®mo organizar su vida familiar y deportiva¡). La apuesta de muchos expertos por sus grandes probabilidades de ser alg¨²n d¨ªa campe¨®n del mundo se han reforzado, porque ahora sabemos que no solo posee un talento gigantesco -tan grande como el que Carlsen exhib¨ªa a los 16 a?os- sino tambi¨¦n la fortaleza mental de un gran campe¨®n.
Las haza?as del escandinavo y el persa oscurecen casi del todo el meritorio 10? puesto (sobre 204 clasificados) del espa?ol David Ant¨®n y el emocionante triunfo (en la muerte s¨²bita) de la india Humpy Koneru en la competici¨®n femenina. Carlsen afronta este domingo y lunes el reto maximalista de ser campe¨®n del mundo y n¨²mero uno a la vez en las tres modalidades (cl¨¢sica, r¨¢pidas y rel¨¢mpago). Firouzja, tras demostrar lo que es capaz de lograr pocos d¨ªas despu¨¦s de tomar una decisi¨®n muy estresante para cualquier ser humano, afrontar¨¢ las partidas rel¨¢mpago (tres minutos para cada bando m¨¢s dos segundos adicionales tras cada jugada) como una diversi¨®n. Quien debe preguntarse ahora si se est¨¢ equivocando es el Gobierno de Ir¨¢n.
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