El portento Firouzja, de 16 a?os, reniega de Ir¨¢n en el Mundial de R¨¢pidas
El persa no boicotea a Israel y jugar¨¢ en Mosc¨² con la bandera de la Federaci¨®n Internacional (FIDE)
Es un duro castigo contra la utilizaci¨®n pol¨ªtica del deporte. El iran¨ª Alireza Firouzja, de 16 a?os, a quien no pocos ven como aspirante a campe¨®n del mundo a partir de 2022, est¨¢ harto de que su Gobierno le proh¨ªba jugar contra israel¨ªes y est¨¢ dispuesto a cambiar de nacionalidad. Residente en Chartres (Francia), el joven portento disputa desde hoy en Mosc¨² los Mundiales de R¨¢pidas y Rel¨¢mpago con la bandera de la Federaci¨®n Internacional (FIDE). No habr¨¢ m¨¢s iran¨ªes en las competiciones masculinas; pero s¨ª en las femeninas, porque en ellas no hay israel¨ªes.
Aunque las ra¨ªces de este delicado asunto se encuentran muchos a?os atr¨¢s, el detonante ocurri¨® hace unos d¨ªas en el VI Festival de Ajedrez Sunway, de Sitges (Barcelona). Otros dos miembros de la pujante selecci¨®n nacional iran¨ª, Parham Maghsoodloo, de 19 a?os, y Amin Tabatabaei, de 18 a?os, se enfrentaron (y vencieron) durante un torneo nocturno de partidas rel¨¢mpago (cinco minutos por jugador) al israel¨ª Ido Gorshtein, de 17. Algo totalmente normal para un observador no experto, pero en realidad muy excepcional porque los deportistas de Ir¨¢n y algunos pa¨ªses musulmanes m¨¢s (entre ellos, Arabia Saud¨ª, Irak y Palestina) tienen ¨®rdenes estrictas de sus Gobiernos para negarse a jugar contra un israel¨ª.
Esa prohibici¨®n hab¨ªa provocado tantas situaciones dram¨¢ticas, incluso con ni?os en los Campeonatos del Mundo de diferentes edades, que exist¨ªa un acuerdo t¨¢cito entre los ¨¢rbitros de todo el mundo: cuando el sorteo o las reglas deparaban que un israel¨ª se enfrentase a un rival de esos pa¨ªses musulmanes, se hac¨ªa un cambalache para evitarlo. Pero la nueva FIDE, presidida por el ruso Arkady Dvork¨®vich desde octubre de 2018, decidi¨® que esos chanchullos se hab¨ªan terminado: los musulmanes que se nieguen a jugar con un israel¨ª se apuntan un cero, y se acab¨®. De ah¨ª que lo ocurrido en Sitges fuera noticia, interpretada en un primer momento como una cesi¨®n de Ir¨¢n en su tenaz intransigencia.
La realidad era otra. El Gobierno iran¨ª mont¨® en c¨®lera frente a Maghsoodloo y Tabatabaei, quienes arguyeron su desconocimiento de que Gorshtein es israel¨ª. En condiciones normales, nadie creer¨ªa eso, pero resulta que en este caso concreto es veros¨ªmil: por primera vez en seis a?os, y debido a problemas con una impresora, los ¨¢rbitros del torneo r¨¢pido de Sitges decidieron que se jugara sin banderas para ganar tiempo. Si se a?ade la juventud de los tres protagonistas y la baja categor¨ªa del israel¨ª, suena cre¨ªble.
Pero no para el Gobierno iran¨ª, que de inmediato retir¨® a todos sus jugadores masculinos inscritos en los Mundiales de R¨¢pidas y Rel¨¢mpago de Mosc¨². Eso enfad¨® mucho a Firouzja, quien el 20 de abril ya hab¨ªa dejado un sospechoso indicio de cu¨¢nto le irritan estas situaciones: al d¨ªa siguiente de perder por incomparecencia contra un israel¨ª, el joven prodigio cometi¨® un error de principiante frente a la alemana Ziegenfuss en el torneo de Karlsruhe (Alemania). Aunque ¨¦l nunca lo ha aclarado, es casi seguro que ese incidente fue su manera de protestar contra el Gobierno de Ir¨¢n, porque la probabilidad de que alguien de su nivel pueda hacer una jugada tan mala es casi nula.
Todo indica, por tanto, que estos Mundiales de Mosc¨² van a marcar un antes y un despu¨¦s en la carrera de Firouzja. Es probable que lo ocurrido sea bueno para ¨¦l. Y, dado su inmenso talento, obviamente lo ser¨¢ para el pa¨ªs cuya bandera adopte en el futuro como suya. Ser¨¢ muy malo para el ajedrez iran¨ª, cuyos t¨¦cnicos han realizado una maravillosa labor de promoci¨®n durante decenios hasta convertirse en uno de los pa¨ªses m¨¢s pujantes del mundo del ajedrez, a pesar de que el im¨¢n Jomeini prohibi¨® su pr¨¢ctica cuando lleg¨® al poder, en 1979. Firouzja es un diamante en ciernes, con una entrega total a su profesi¨®n. Preguntado por EL PA?S en septiembre por su horario normal cuando se entrena, lo resumi¨® de manera peculiar: ¡°Desayuno, ajedrez, ajedrez, ajedrez; almuerzo, ajedrez, ajedrez, ajedrez; ceno, y a dormir¡±, aunque matiz¨® que cuida mucho su preparaci¨®n f¨ªsica, nadando, y que esta le ayuda tambi¨¦n a mantener una estabilidad psicol¨®gica.
Menos claro est¨¢ si el Gobierno de Ir¨¢n y de otros pa¨ªses musulmanes cambiar¨¢n, por fin, de postura. Y evitar¨¢n que periodistas como quien escribe esta cr¨®nica tengan que escuchar desde hace veinte a?os -bajo promesa de no revelar nombres- este tipo de testimonios de entrenadores musulmanes: ¡°Yo no tengo nada en contra de que mis chicos compitan con israel¨ªes; de hecho, juegan al f¨²tbol con ellos sin problemas por las ma?anas. Pero si permito que lo hagan en una partida oficial, estoy acabado¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.