Ella gana el torneo, pero no el honor
Marta Garc¨ªa supera a todos los hombres en un campeonato de ajedrez, pero recibe el premio femenino
Subir en ¨²ltimo lugar al escenario durante la entrega de premios es uno de los honores que recibe el vencedor de un torneo. Marta Garc¨ªa gan¨® el pasado mi¨¦rcoles el Campeonato Universitario de Ajedrez de la Comunidad Valenciana tras imponerse a seis hombres, pero subi¨® la pen¨²ltima y, adem¨¢s, para recoger el premio a la mejor mujer. La an¨¦cdota alimenta un debate complicado: si debe haber distinci¨®n de sexos en un deporte donde la fuerza f¨ªsica es in¨²til.
Garc¨ªa, de 19 a?os, subcampeona de Europa sub-16, octacampeona de Espa?a de diferentes edades y tercer tablero de la selecci¨®n espa?ola femenina se llev¨® un chasco en plena alegr¨ªa: ¡°Me sent¨ª sorprendida por dos motivos: no sub¨ª la ¨²ltima y cuando me entregaron el premio femenino, ni siquiera dijeron que hab¨ªa ganado el torneo".
El problema nace de que el reglamento es igual desde hace a?os para todos los deportes: ¡°Y en el ajedrez juegan juntos chicos y chicas, por eso no tiene sentido que se copien las bases de otros deportes donde s¨ª hay separaci¨®n¡±, a?ade la campeona, cuyos seis rivales eran masculinos. ¡°Esas normas no se han cambiado en 20 a?os, y nadie hab¨ªa protestado hasta ahora. En todos los deportes, los premios se entregan de forma aleatoria; a veces suben primero los chicos o las chicas. No hubo, por tanto, ning¨²n fallo de protocolo¡±, justifica Jos¨¦ Antonio Rodr¨ªguez, responsable t¨¦cnico de la Universidad de Alicante.
La proporci¨®n de hombres y mujeres en el ajedrez mundial es, aproximadamente, de once a una. Entre los 100 mejores del mundo solo hay una mujer, la china Yif¨¢n Hou, en el puesto 86. La Federaci¨®n Espa?ola (FEDA) ha eliminado las competiciones femeninas en los ¨²ltimos a?os. Ya lo hizo a principios de los noventa, pero la mayor¨ªa de las mejores jugadoras de entonces pidieron que se restableciesen porque encontraban poco estimulante que la campeona de Espa?a fuera, por ejemplo, la vig¨¦sima del campeonato absoluto. Sin embargo, la FEDA env¨ªa jugadoras a los europeos y mundiales de edades (desde sub-8 hasta sub-20) que se disputan con separaci¨®n de sexos.
A la hora de analizar por qu¨¦ se da esa enorme desproporci¨®n en un deporte donde la resistencia f¨ªsica s¨ª influye, pero la fuerza bruta no, hay un hecho que aumenta la confusi¨®n: al llegar a la pubertad, la gran mayor¨ªa de las ni?as ajedrecistas dejan de competir, mientras casi todos los ni?os siguen. Eso incita a pensar que la explosi¨®n hormonal (testosterona en los chicos, estr¨®genos en las chicas) podr¨ªa influir.
Pero el caso de las tres hermanas h¨²ngaras Polgar (Susan, Sof¨ªa y Judit) debilita mucho esa teor¨ªa: sus padres las educaron en casa, sin ir a la escuela excepto para los ex¨¢menes, e incluyeron el ajedrez al mismo nivel que las Matem¨¢ticas o la Lengua. Las tres lograron resultados asombrosos despu¨¦s de la pubertad y Judit, retirada en 2014, es la ¨²nica mujer en la historia que ha estado entre los diez mejores del mundo.
De ah¨ª que los debates entre expertos concluyan siempre en que la clave est¨¢ en la educaci¨®n. El ajedrez, identificado superficialmente como un juego de guerra, tiene una etiqueta de masculinidad: en la mayor¨ªa de los pa¨ªses, regalar un juego de ajedrez a una ni?a es casi tan raro como una mu?eca para un ni?o.
Marta Garc¨ªa coincide con esa visi¨®n: ¡°A las ni?as les echa un poco para atr¨¢s un ambiente tan masculino. En los torneos, la inmensa mayor¨ªa de participantes son hombres. Y muchas chicas lo dejan en la adolescencia porque se hace dif¨ªcil encontrar compa?eras para poder viajar y compartir habitaci¨®n en hoteles¡±. Y tambi¨¦n en la v¨ªa de soluci¨®n: ¡°Fomentar el ajedrez desde la escuela ser¨ªa una gran ayuda. Y tambi¨¦n visibilizar m¨¢s a las mujeres, dando charlas o exhibiciones, con el fin de que haya m¨¢s referentes para las ni?as¡±.
Hay centenares de escuelas de muchos pa¨ªses (y gran parte de ellas en Espa?a) donde el ajedrez se est¨¢ utilizando como herramienta educativa en la etapa infantil (3 a 6 a?os); combinando un tablero gigante en el suelo con m¨²sica y danza, se trabajan muchos conceptos fundamentales a esa edad: psicomotricidad, atenci¨®n, memoria, concentraci¨®n, geometr¨ªa b¨¢sica, respeto por las normas y los compa?eros, control del primer impulso... La l¨®gica indica que si esa tendencia se masifica, la desproporci¨®n sexual en ajedrez tender¨¢ a desaparecer.
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