El alto rendimiento espa?ol, en modo supervivencia
Cerrados los centros de entrenamiento, los atletas con esperanzas ol¨ªmpicas inventan f¨®rmulas para seguir ejercit¨¢ndose a cuatro meses de unos Juegos a¨²n en el aire
Irene Lozano, secretaria de Estado para el Deporte, recorre los pabellones, m¨®dulos, pista de atletismo y residencia del Centro de Alto Rendimiento de Madrid. Es el mi¨¦rcoles al atardecer. Las luces est¨¢n apagadas. Los lugares est¨¢n desiertos. Y siente ¡°pena y responsabilidad¡±. Unas horas antes, la epidemia del coronavirus le ha obligado a tomar la decisi¨®n de cerrarlo todo despu¨¦s de que un par de t¨¦cnicos, vectores de transmisi¨®n, que hab¨ªan pasado por all¨ª algunas horas, dieran positivo en las pruebas.
¡°Siento pena porque faltan poco m¨¢s de cuatro meses para unos Juegos Ol¨ªmpicos que no tenemos claro que se vayan a poder celebrar y las instalaciones que deber¨ªan estar a pleno rendimiento est¨¢n silenciosas y oscuras, y los deportistas, en sus casas, sumidos en la incertidumbre, psicol¨®gicamente tocados, buscando maneras para seguir entren¨¢ndose¡±, dice. ¡°Y siento que he cumplido con mi responsabilidad de hacer lo que hab¨ªa que hacer. Esto es lo que hab¨ªa que hacer"
En la Blume, la residencia del CAR madrile?o, se alojaban m¨¢s de 200 deportistas, que recibieron la orden de salir. En los pabellones, piscina, gimnasios, pista de atletismo, m¨®dulos cubiertos, se entrenaban a diario centenares de nadadores, triatletas, jugadores de b¨¢dminton, gimnastas, yudocas, luchadores, boxeadores, halter¨®filos, atletas... Lo mejor de la juventud deportista espa?ola. Como el CAR de Madrid, tambi¨¦n se ha cerrado el de Sant Cugat, en Barcelona, mientras que al de Sierra Nevada, en Granada, donde se concentraba Mireia Belmonte junto a algunos atletas y miembros del equipo ol¨ªmpico japon¨¦s, le lleg¨® el s¨¢bado por la ma?ana la orden de clausura.
¡°Entramos a modo supervivencia¡±, dice la secretaria de Estado, y los deportistas de alto nivel, cuya capacidad psicol¨®gica a las circunstancias cambiantes es tan extraordinaria como su capacidad fisiol¨®gica, lo entienden a la primera. Dicen que las epidemias someten a tales tensiones a la sociedad que revelan estructuras latentes que de otra manera no son evidentes. Revelan a la poblaci¨®n lo que de verdad es importante y a quien deben valorar realmente.
En modo supervivencia, los deportistas oyen al vicepresidente del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional (COI), Juan Antonio Samaranch, decir que ¡°los Juegos [del 24 de julio al 9 de agosto] se celebrar¨¢n s¨ª o s¨ª¡± y que los deportistas ¡°deben seguir entren¨¢ndose¡±, y no entienden el tono del discurso. ¡°Yo no me quiero preocupar por si hay Juegos o no¡±, dice Fernando Carro, plusmarquista nacional de 3.000 metros obst¨¢culos y ya clasificado para Tokio. ¡°Los atletas toda la vida trabajamos y entrenamos en blanco, con los objetivos a largo plazo siempre. Yo seguir¨¦ sumando, metiendo monedas a la hucha, como cuando era una promesa, construy¨¦ndome. Perder¨¦ dinero con la suspensi¨®n de algunas pruebas, pero no soy atleta por dinero¡±.
Cuando cerraron el CAR, Carro y sus compa?eros de entrenamiento con Arturo Mart¨ªn tomaron el bosque de la Casa de Campo. ¡°?ramos cuatro y ten¨ªamos todo el bosque para nosotros¡±, dice un par de d¨ªas antes de las restricciones propias del estado de alarma. ¡°Si las restricciones aumentan, tendremos que montarnos algo en casa, con una el¨ªptica que nos presten o as¨ª...¡±
Y Sa¨²l Ord¨®?ez, que si quiere ir a unos Juegos que no sabe si se celebrar¨¢n debe hacer la m¨ªnima en los 800m o en los 1.500m, se ha ido a su casa en su pueblo en el Bierzo, en mitad del bosque, donde se perder¨¢.
Un gimnasio en el garaje
¡°Si solo son unas semanas, esto no es tan dram¨¢tico, y en todos los pa¨ªses es igual¡±, dice Juan Carlos ?lvarez, que es el entrenador del triplista castellonense Pablo Torrijos, reciente plusmarquista nacional, y de Eusebio C¨¢ceres, saltador de Ibi (Alicante). Ambos resid¨ªan en la Blume y se han vuelto a sus ciudades de origen, donde tambi¨¦n han cerrado las instalaciones. ¡°No podemos pensar en que suspender¨¢n Juegos o lo que sea, porque no podemos dejar de entrenar y prepararnos, y si este a?o no se compite tendremos que seguir entrenado igual. No podemos parar y empezar de cero en 2021. Y, psicol¨®gicamente, los atletas no pueden parar de trabajar. No pueden estar quietos¡±, recuerda el entrenador, que desde Madrid planifica unos entrenamientos que en estos meses, de carga despu¨¦s de la pista cubierta, sirven para trabajar la fuerza. ¡°Cada uno en su casa, en su patio, en un garaje, se ha montado su gimnasio con pesas y aparatos que les han prestado de algunas instalaciones y trabajan bien. Otros lo hacen con electroestimuladores en sus casas. Y no podr¨¢n hacer nada en la calle. Son profesionales aut¨®nomos pero no tienen un lugar de trabajo, as¨ª que no pueden salir a entrenar ni al parque ni al monte ni a la playa".
Pocos d¨ªas despu¨¦s de establecerse en San Sebasti¨¢n para que la entrene Ram¨®n Cid, la heptatleta y triplista Mar¨ªa Vicente ha debido regresar r¨¢pido a Hospitalet, donde efectuar¨¢, en su casa, en las escaleras, en el patio, los d¨ªas m¨¢s cr¨ªticos de la epidemia, ¡°entrenamientos de mantenimiento¡±. ¡°No se puede pensar en m¨¢s, no se puede pensar en los Juegos: hay cosas muy por encima¡±, dice Cid, quien tambi¨¦n entrena a la vallista Teresa Errandonea, que termin¨® la pista cubierta en la mejor forma de su vida y sab¨ªa que este verano ser¨ªa el de su gran salto adelante, pero su preocupaci¨®n y su prioridad es ahora otra. ¡°El deporte no est¨¢ por encima de todo¡±, dice. ¡°Estamos organizando, siguiendo el ejemplo ciudadano de Italia, tamborradas de los vecinos de San Sebasti¨¢n desde ventanas y balcones para mostrar que aunque aislados seguimos siendo un colectivo¡±.
Tambi¨¦n han cerrado las pistas de Guadalajara donde el cubano Iv¨¢n Pedroso tiene montado su particular centro de alto rendimiento con los mejores triplistas del mundo, como la venezolana Yulimar Rojas, cu¨¢druple campeona del mundo, la espa?ola Ana Peleteiro, campeona de Europa, el portugu¨¦s Nelson ?vora, campe¨®n ol¨ªmpico, y algunos saltadores chinos que llegaron hace unos meses a trabajar con ¨¦l. Para ellos, el modo supervivencia, a estas alturas de la temporada, no es un asunto muy grave. En el garaje del adosado que comparten, Peleteiro y ?vora instalaron hace tiempo un gimnasio de pesas en el que se entrenan ahora, y all¨ª va tambi¨¦n Rojas. Ellos no sufren la paradoja de los atletas chinos, que se instalaron en Guadalajara huyendo de la epidemia del virus, iniciada en su pa¨ªs, y ahora se ven encerrados en una habitaci¨®n de hotel buscando la forma de regresar a su pa¨ªs, que empieza ya a ser zona liberada.
Garc¨ªa Bragado, de Sant Cugat a una cueva en Guadix
El Centro de Alto Rendimiento de San Cugat cerr¨® ayer definitivamente despu¨¦s de que se detectara un positivo por coronavirus en un miembro del personal sanitario. Las instalaciones, con capacidad para unos 300 atletas, estaban todav¨ªa operativas para unos 60 deportistas de alto nivel ya clasificados o con posibilidades de participar en los Juegos Ol¨ªmpicos de Tokio. El CAR permanecer¨¢ cerrado al menos durante las tres pr¨®ximas semanas. La clausura definitiva se produce despu¨¦s de varios d¨ªas en los que la direcci¨®n redujo el derecho de permanecer a solo los deportistas clasificados para Tokio. Entre ellos estaba Chuso Garc¨ªa Bragado, el marchador espa?ol de 50 kil¨®metros que, a los 50 a?os, pretende disputar sus octavos Juegos, un r¨¦cord mundial, en la capital japonesa.
¡°Eso si no los disputo a los 51 o a los 52 si, tal como se especula, se retrasan los Juegos¡±, dice Garc¨ªa Bragado, nacido en octubre de 1969, que a¨²n no tiene claro d¨®nde establecerse para entrenarse las pr¨®ximas semanas. ¡°La anulaci¨®n de la Copa del Mundo de Minsk me ha quitado algo de urgencia a la preparaci¨®n¡±, dice Bragado, quien ha sometido a sus caderas a su casi anual revisi¨®n y puesta a punto para su, presuntamente, ¨²ltimo a?o competitivo. ¡°Hab¨ªa pensado irme a la estaci¨®n de Font Romeu, en el Pirineo franc¨¦s, donde tengo un apartamento y todos los a?os me entreno unas semanas, pero el centro de entrenamiento all¨ª est¨¢ cerrado y la federaci¨®n francesa ha prohibido los grupos de entrenamiento. As¨ª que, seguramente, me ir¨¦ con Montse Pastor, mi pareja y entrenadora, a la cueva que ella tiene en Guadix, donde podr¨¦ prepararme tranquilo y aislado, sin contagiar a nadie¡±.
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