Mireia Belmonte se queda sin piscina

El proyecto colosal de Mireia Belmonte comenz¨® a desvanecerse cuando este s¨¢bado de madrugada la nadadora y sus compa?eros de grupo abandonaron Sierra Nevada en una furgoneta, a toda prisa para poder entrar en Catalu?a antes del posible cierre de la frontera, tras la petici¨®n p¨²blica del presidente de la Generalitat, Quim Torra. En pleno avance del coronavirus, el ¨¦xodo amenaza con poner fin a uno de los ciclos m¨¢s gloriosos del deporte espa?ol. A sus 29 a?os, la mejor nadadora espa?ola de todos los tiempos se hab¨ªa sacrificado durante meses para llegar a los Juegos de Tokio como abanderada y en condiciones de participar en el programa m¨¢s amplio y variado que se ha acometido jam¨¢s en un campeonato ol¨ªmpico por una mujer de su edad.

¡°La situaci¨®n nos va a superar en breve¡±, dijo Fred Vergnoux a punto de emprender la retirada. El entrenador de Mireia llevaba d¨ªas rebuscando en el mapamundi alguna piscina de 50 metros libre de coronavirus, en un pa¨ªs que aceptara la presencia de viajeros procedentes de Espa?a. No la encontraba. Las noticias no hac¨ªan m¨¢s que extender un manto negro: Austria e Italia cerraban sus piscinas, se postergaba el Open de Marsella previsto para esta semana, el Centro de Alto Rendimiento de Madrid bajaba la barrera tras detectar un caso en un funcionario de judo, y el CAR de Sant Cugat estaba a punto de clausurarse tras el descubrimiento de un positivo en un fisioterapeuta. Solo quedaba la piscina de Sierra Nevada, aislada a 3.200 metros de altura sobre el nivel del mar, ¨²ltimo santuario de la preparaci¨®n ol¨ªmpica.

La desolaci¨®n de Vergnoux describ¨ªa el sentimiento generalizado entre los cerca de 150 deportistas que el viernes segu¨ªan recluidos en la estaci¨®n. Miembros de equipos de 11 pa¨ªses hab¨ªan llegado hasta ah¨ª atra¨ªdos por unas instalaciones mod¨¦licas, la combinaci¨®n perfecta de servicios, condiciones medioambientales e infraestructuras ¨²nicas en el mundo. No tuvieron tiempo para detenerse a contemplar el maremoto que los envolv¨ªa.

Las aguas m¨¢s altas

De haber sido por Vergnoux, el CAR de Sierra Nevada habr¨ªa seguido operando bajo condiciones de un estricto hermetismo as¨¦ptico. Seg¨²n fuentes de la federaci¨®n, el t¨¦cnico era partidario de impedir que los empleados dedicados al apoyo y al mantenimiento ¡ªfisi¨®logos, cocineros, mec¨¢nicos o personal de limpieza¡ª abandonaran el centro. La mayor¨ªa con domicilio en Granada suben y bajan cada d¨ªa. Encerrarlos para evitar contagios habr¨ªa sido una maniobra imprevista por el r¨¦gimen del Consejo Superior de Deportes. Alfonso S¨¢nchez Bernard, responsable del centro, se resign¨® a lo peor: ¡°No tiene sentido ir contra la pol¨ªtica nacional¡±.

Sierra Nevada, con la piscina cubierta de 50 metros m¨¢s alta del mundo, era el lugar elegido para mejorar la eficiencia cardiovascular de muchos de los mejores nadadores que preparaban los Juegos. La hora punta era un hervidero de seis de la ma?ana a ocho de la noche, en turnos que se repart¨ªan casi 100 nadadores, incluyendo el equipo japon¨¦s, el alem¨¢n al completo ¡ªcon su figura Florian Welbrock¡ª, y el espa?ol con los grupos de Xavi Casademont, Jordi Jou y Fred Vergnoux.

Conscientes de que en el a?o ol¨ªmpico cada hora de entrenamiento y descanso es decisiva, casi todos cumpl¨ªan con la parte m¨¢s sensible del calendario de preparaci¨®n con vistas a estar finos la primera semana de agosto. La suspensi¨®n del Open de Espa?a de Sabadell del 1 al 5 de abril, donde se deb¨ªan conseguir las m¨ªnimas de ingreso a la expedici¨®n de Tokio, desat¨® la incertidumbre. Los anuncios del viernes sembraron el des¨¢nimo. La declaraci¨®n de estado de alarma por el presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, sucedida por la petici¨®n de Quim Torra, presidente de la Generalitat, del cierre total de Catalu?a, detonaron la estampida. Entre l¨¢grimas hicieron las maletas algunos de los m¨¢s veteranos, en su despedida del escenario que equival¨ªa a la ¨²ltima esperanza de participar en unos Juegos.

La retaguardia de Sierra Nevada ser¨¢n los japoneses. Obligado por las conexiones a¨¦reas cada vez m¨¢s limitadas, el equipo de nataci¨®n que preside el venerable Norimasa Hirai ¡ªun entrenador legendario en Asia¡ª no ha encontrado billetes para volar a Tokio antes del martes que viene. Solo para ellos permanecer¨¢ abierto un recinto que emplean desde hace a?os regularmente. En Sierra Nevada prepar¨® los Juegos de R¨ªo Kosuke Hagino, campe¨®n de 400 estilos.