La pirueta de Bartomeu
El presidente depura a los directivos cr¨ªticos para que no se fiscalice su mandato ni el esc¨¢ndalo del ¡®Bar?agate¡¯ y se entrega al plantel de Messi
A falta de f¨²tbol, Josep Maria Bartomeu se ha puesto a jugar con la junta y, a juzgar por sus decisiones, se siente m¨¢s capit¨¢n que nunca, como si fuera Leo Messi. Al presidente le mueve tambi¨¦n la obsesi¨®n por la Champions, el trofeo sobre el que edific¨® su reinado en 2015 y con el que pretende honrar su despedida en 2021, y no desiste en activar el proyecto urban¨ªstico del Espai Bar?a. Una empresa arriesgada y tambi¨¦n obligada a ser revisada por su grandilocuencia e inversi¨®n desmesurada, tanto que a veces evoca el paso de Les Corts al Camp Nou (1957), tiempo de Kubala, h¨¦roe antes de Messi.
Bartomeu se desvive por el equipo de Messi y sus aspiraciones de reinar en Europa. Tambi¨¦n suspira por tener una salida tan apote¨®sica como fue su elecci¨®n despu¨¦s de Berl¨ªn, por lo que es capaz de sacrificar a cuantos directivos sea menester, abocado como est¨¢ el consejo a complacer al vestuario, a no cuestionar al presidente y a no condicionar los comicios de 2021. Vuelve el cainismo en v¨ªsperas de unas elecciones que podr¨ªan suponer la reaparici¨®n, abierta o de forma encubierta, de Joan Laporta y Sandro Rosell, ya protagonistas en 2003.
El modelo de gesti¨®n de Bartomeu nada tiene que ver con el de Laporta ni con el de Rosell. A partir del patrocinio de Qatar y de una econom¨ªa de guerra, la junta de Rosell rebaj¨® la deuda, control¨® la masa salarial, gener¨® beneficios y corrigi¨® el descontrol del ¨²ltimo a?o de Laporta, al que de mala manera llevaron a los tribunales en una fallida acci¨®n de responsabilidad en 2010. Nadie se ceb¨® con Bartomeu mientras fue vicepresidente, provoc¨® incluso cierta compasi¨®n cuando sustituy¨® al dimitido Rosell por el fichaje de Neymar y hasta se le aplaudi¨® por convocar elecciones en 2015.
El ¨¦xito ceg¨® a Bartomeu y desde entonces ya no actu¨® como un gestor, sino que ejerce de forma plenipotenciaria, amparado en un ¨¢rea presidencial destinada a glosar su mandato. Siete vicepresidentes fueron invitados a salir o renunciaron: Javier Faus, Susana Monje, Manuel Arroyo, Carles Vilarrub¨ª, Jordi Mestre y ahora Emili Rousaud y Enrique Tombas. Tambi¨¦n dej¨® su cargo Jordi Mon¨¦s y lo har¨¢n Silvio El¨ªas, Josep Pont y Jordi Calsamiglia. Y han desfilado tambi¨¦n cuatro directores deportivos: Andoni Zubizarreta, Robert Fern¨¢ndez, Pep Segura y Eric Abidal.
Hay un denominador com¨²n en las crisis: las tensiones econ¨®micas por atender a las necesidades deportivas y la manera de actuar del presidente, cuya palabra se antepone a los acuerdos colegiados y siempre est¨¢ al servicio del vestuario del Camp Nou. Bartomeu ha degradado ahora a Rousaud, Tombas, El¨ªas y Font por ser cr¨ªticos con alg¨²n ejecutivo y con el propio presidente, por plantear la posibilidad de adelantar las elecciones, por solicitar una auditor¨ªa externa por el conflicto de las redes sociales, el Bar?agate, y por discutir sobre el recorte de salarios en el ERTE.
Las quejas del vestuario
Los futbolistas se quejaron a Bartomeu porque se filtraron sus negociaciones para rebajar el sueldo. Alg¨²n directivo sostuvo que la propuesta del consejo ten¨ªa que ser m¨¢s alta que la del 70% finalmente aceptada y consider¨® que la respuesta de los jugadores fue pobre si se atiende a la firmada en la Juve o el Bayern M¨²nich. Los m¨¢s insatisfechos fueron los ahora se?alados y los que exigieron una investigaci¨®n sobre el Bar?agate denunciado por la Cadena Ser.
A Rousaud le consta que se fraccion¨® en facturas de 200.000 euros el pago a I3 Ventures, la empresa dedicada a mejorar la imagen del club en las redes y a difamar a algunos jugadores y opositores, para as¨ª evitar la intervenci¨®n del comit¨¦ de adjudicaci¨®n y control de cuentas del que formaba parte como vicepresidente del Bar?a. El consejo encarg¨® al final una auditor¨ªa externa que ser¨¢ examinada por la comisi¨®n delegada formada por el presidente, los vicepresidentes, la secretaria Maria Teixidor y el CEO ?scar Grau. No es casual que Bartomeu se asegure un fallo favorable con la salida de Tombas y Rousaud.
Los directivos depurados consideran que el Bar?agate es el detonante del cisma: Bartomeu fiscalizar¨¢ su obra, amenazada por una situaci¨®n econ¨®mica muy grave, con directivos de su confianza como Jordi Moix, encargado tambi¨¦n del ¨¢rea de patrimonio, mientras que el tesorero ser¨¢ David Bellver, ¨ªntimo de Rosell. Al mismo tiempo, Jaume Masferrer podr¨ªa recuperar su cargo de director del ¨¢rea presidencial del que fue suspendido por el Bar?agate. A costa de ser acusado de nepotismo y traici¨®n por destituir a directivos por tel¨¦fono, Bartomeu exige lealtad para ir en busca de la Champions y del Espai Bar?a. Su reto es cohesionar a su junta de la misma manera que el de Messi es cohesionar al equipo.
El fin justificar¨ªa los medios en el Camp Nou.
Lucha de poder con vistas a las elecciones 2021
Rousaud montaba una candidatura a las elecciones de 2015 cuando Bartomeu le convenci¨® para entrar en su junta. Ahora, ya degradado tras ser promovido en enero para liderar el continuismo, se desconoce si optar¨¢ a los comicios de 2021 a los que no se puede presentar Bartomeu, pitado ¨²ltimamente en el Camp Nou. Aunque desisti¨®, Bartomeu quer¨ªa que, como signo de confianza, los directivos firmaran una carta de dimisi¨®n al aceptar sus cargos en 2015.
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