Muere Campanal II, leyenda del Sevilla de los a?os cincuenta y sesenta

Marcelo Campanal, jugador de leyenda del Sevilla, ha muerto a los 88 a?os. Naci¨® en Gij¨®n el 13 de febrero de 1932. Fue en la capital andaluza donde forj¨® una carrera futbol¨ªstica que lo elev¨® a los altares del sevillismo. Campanal fue uno de los mejores defensas de la historia del Sevilla, donde jug¨® 16 temporadas, de 1950 a 1966. Central atl¨¦tico y poderoso, disput¨® 403 partidos oficiales con la camiseta del club andaluz. Debut¨® el 10 de diciembre de 1950 en un Sevilla-Athletic Club, cubriendo a Rafael Iriondo. Con apenas 16 a?os lleg¨® a Andaluc¨ªa de la mano de tu t¨ªo, Guillermo Campanal, jugador consolidado del Sevilla y capit¨¢n de la m¨ªtica delantera de los Stukas del club hispalense. Lleg¨® en barco, remontando el Guadalquivir desde Sanl¨²car de Barrameda hasta el puerto de la capital sevillana, donde le esperaba su t¨ªo. Con 18 a?os se incorpor¨® al primer equipo como Campanal II despu¨¦s de una cesi¨®n en el Coria, entrenado por su t¨ªo, y otra en el Iliturgi. Destac¨® por sus asombrosas cualidades f¨ªsicas. Fue dos veces subcampe¨®n de Liga (1951 y 1957) y otras dos veces subcampe¨®n de Copa (1955 y 1962). Su regularidad le llev¨® a ser internacional absoluto en 11 ocasiones. Debut¨® el 28 de diciembre de 1952 en un Espa?a-Rep¨²blica Federal de Alemania (2-2) y jug¨® su ¨²ltimo encuentro el 8 de mayo de 1957 en un Escocia-Espa?a (4-2). Por medio, los tres partidos con Turqu¨ªa de clasificaci¨®n para el Mundial 1954 y que fue decidida al final por la mano inocente del denominado Bambino, que sac¨® la papeleta de Turqu¨ªa en un sorteo para dilucidar la clasificaci¨®n.

Fueron a?os en los que engrandeci¨® su leyenda en el sevillismo con los marcajes que realiz¨® a los mejores futbolistas de la ¨¦poca, caso de Kubala o Di St¨¦fano. En 1955 perdi¨® un ri?¨®n despu¨¦s de un choque con Gento. En 1958 provoc¨® la ira del mism¨ªsimo Santiago Bernab¨¦u en el Torneo Carranza. El presidente blanco amag¨® con la retirada del Madrid si Campanal segu¨ªa marcando a Di St¨¦fano. Incluso en 1961 se li¨® a golpes con medio Oporto por defender a un compa?ero. Estuvo dos d¨ªas encarcelado en Portugal. Campanal se march¨® del Sevilla en 1966 a los 34 a?os, a pesar de que cont¨® con opciones de jugar en equipos de la talla del Barcelona, el Madrid o el Inter de Mil¨¢n. Le sucedi¨® otro mito, Paco Gallego. Jug¨® dos temporadas m¨¢s en el Deportivo. Regres¨® a Nervi¨®n con los gallegos en noviembre de 1966 y no toc¨® el bal¨®n impresionado con el cari?o de la que siempre consider¨® su gente. Luego pas¨® al Iliturgi de Ja¨¦n y se acab¨® retirando en el Avil¨¦s.

Muy unido al Sevilla y a Sevilla, Campanal no pod¨ªa dar un paso por la ciudad sin ser reconocido por los sevillistas, en especial por los m¨¢s veteranos, con los que dialogaba cada vez que visitaba la ciudad, en especial en la Semana Santa y la Feria. Tambi¨¦n era agasajado con motivo de las finales que jug¨® su equipo en los ¨²ltimos 14 a?os. No se perd¨ªa ni una. Presente en la historia de la entidad hasta sus ¨²ltimos d¨ªas, Campanal fue uno de los protagonistas de la campa?a Cu¨ªdame del Sevilla, celebrada durante el confinamiento por la crisis sanitaria del coronavirus y en donde recibi¨® la llamada de Jes¨²s Navas. Campanal, mito del sevillismo, recibi¨® el tercer Dorsal de Leyenda de la entidad el 22 de noviembre de 2011 tras los otorgados a Juan Arza y Busto.

Campanal sustent¨® su larga trayectoria en un espectacular f¨ªsico. Practicaba atletismo y salto de longitud siendo futbolista. Despu¨¦s de su retirada, no dej¨® jam¨¢s la pr¨¢ctica deportiva. Considerado una fuerza la naturaleza, coleccion¨® medallas de Campeonatos de Espa?a de Atletismo de mayores de 70, 80 y 85 a?os. Campanal era el internacional espa?ol m¨¢s veterano que quedaba con vida. La noticia de su fallecimiento ha impactado a una entidad y a una afici¨®n que siempre lo consider¨® un ejemplo de la casta y el coraje que se entona en su himno. El de antes del himno del Centenario, representante de un Sevilla eterno que ha perdido a una de sus leyendas.