?scar Freire: ¡°Gilbert nos hizo parecer juveniles¡±
El ciclista de Torrelavega, tres Mundiales y tres San Remos, admira al belga, a quien le falta solo una San Remo para igualar a Van Looy y a Eddy Merckx, los ¨²nicos campeones del mundo que ganaron los cinco monumentos
Marcos Freire, que tiene 14 a?os y admira a Sagan, le gana al sprint a su padre y este, ?scar, tres Mundiales, tres San Remos, lo cuenta con orgullo y con fastidio. Orgullo de padre que ve crecer a su hijo y le descubre buen ciclista ¨C¡°es bueno el chico, es bueno, parec¨ªa que no, pero, de repente, le veo muy bien, me gan¨® a m¨ª y estoy en forma, lo s¨¦ porque salgo a correr con aficionados, y s¨¦ c¨®mo van, y ya va a empezar a correr en un equipo¡±, dice--, fastidio de sprinter, de campe¨®n, que no aguanta quedar segundo, y c¨®mo el tiempo pasa.
¡°Le machacan mucho por el apellido que tiene pero tendr¨¢ que superarlo¡¡±, dice ?scar Freire, de 44 a?os, un ejemplar ¨²nico en la historia del ciclismo espa?ol. ¡°Yo no tuve ese problema. Cuando yo empec¨¦ era el ¨²nico de toda la familia que practicaba deporte, en mi casa no se hablaba de ciclismo y yo no sab¨ªa nada de su historia¡±.
Freire fue clasic¨®mano, lo que para el ciclismo es algo tan incongruente como para la tauromaquia un torero belga, porque s¨ª, porque ya desde amateur sab¨ªa que no estaba hecho para disfrutar en las vueltas por etapas, que, cicl¨ªsticamente, son algo as¨ª como el colmo de la espa?olidad. ¡°Yo supe muy pronto cu¨¢l era el sitio m¨ªo en el ciclismo, d¨®nde pod¨ªa ganar y d¨®nde no, lo supe antes incluso de quedar segundo en el Mundial sub 23 de San Sebasti¨¢n¡±, dice el ciclista de Torrelavega. ¡°Y me lanc¨¦ a este territorio aun sabiendo que si no me iba bien no tendr¨ªa d¨®nde agarrarme, y que me tocar¨ªa correr solo en equipos extranjeros, Italia, Holanda. Las vueltas no eran una opci¨®n¡±.
Heredero de nadie, nadie le hereda. Una aparici¨®n, un par¨¦ntesis, una distop¨ªa. Se lanz¨® al vac¨ªo sin saber que antes de ¨¦l, en Espa?a solo hab¨ªa existido otro de su raza, Miguel Poblet, ganador de dos San Remos a finales de los 50, podio en dos Roubaix --¡°solo o¨ª hablar de Poblet despu¨¦s de ganar mi primer San Remo¡±, dice--, y, ahora, casi ocho a?os despu¨¦s de colgar la bicicleta, repasa el palmar¨¦s hist¨®rico de las cl¨¢sicas que gan¨® aparte de Mundiales y San Remos ¨Ctres Brabanzonas, Tours, Gante, Hamburgo¡-- y comprueba que ¨¦l sigue siendo el ¨²nico espa?ol cuyo nombre figura. ¡°Y tambi¨¦n soy el ¨²nico con el maillot verde del Tour¡ Y no, no veo a ninguno en Espa?a que vaya a ser figura en las cl¨¢sicas, bueno, en las cl¨¢sicas y en las etapas. Nuestra generaci¨®n [la de los nacidos entre principios de los 70 y principios de los 80] dej¨® el list¨®n muy alto. Ahora los que vienen son los colombianos¡±.
Los belgas y los italianos son los que no se van, los que le impresionaron a Freire, aunque no tanto como para paralizarle, para impedir que se lanzara a pelear con ellos por los monumentos. ¡°Y a m¨ª me impresionaron, claro, los que pod¨ªa ver, los que eran como yo, no los de las generales de las grandes vueltas, y el primero que me impresion¨® fue Paolo Bettini, quien cuando ten¨ªa el d¨ªa era intratable, era generoso, no se guardaba nada, y ganaba de una forma muy bonita¡±, dice Freire (nacido en 1976), quien se enfrent¨® a ciclistas de varias generaciones, veteranos como Cipollini (1967), Bartoli (1970) o Zabel (1970); coet¨¢neos como Bettini (1974) o Petacchi (1974); j¨®venes como Boonen (1980), Gilbert (1982), Pozzato o Cancellara (1981), y jovenc¨ªsimos como Sagan (1990).
Le impresion¨® Bettini, ganador de dos Mundiales, los Juegos de Atenas, dos Liejas, dos Lombard¨ªas y una San Remo, pero le impresion¨® m¨¢s a¨²n Philippe Gilbert. ¡°Sobre todo el Gilbert de 2011 y 2012, el que gan¨® casi todo en la primavera del 11 [Strade Bianche, Amstel, Flecha, Lieja, Brabanzona] y el del Mundial del 12, en su Cauberg¡±, dice Freire, y hace elogio del ciclista belga, a¨²n en activo, que fue capaz de ganar tambi¨¦n, a?os despu¨¦s, los dos monumentos del pav¨¦s, el Tour de Flandes (2017) y la Par¨ªs-Roubaix (2019), y derrib¨® la frontera cultural entre los dos ciclismos belgas, el val¨®n (los escaladores que triunfan en la Flecha o en Lieja) y el flamenco (los adoquines, la lluvia, el viento de su Flandes). Y Gilbert, justamente, nunca ha ganado lo que m¨¢s ha ganado Freire, la Primavera, la cl¨¢sica italiana de 300 kil¨®metros, el Poggio y las flores que siempre se corre alrededor de San Jos¨¦ y que este a?o, Covid-19 obliga, se disputar¨¢ el 15 de agosto, el ferragosto italiano. Es el quinto monumento que, junto a Flandes, Roubaix, Lieja y Lombard¨ªa, coronar¨ªa su carrera y le permitir¨ªa hablar de t¨² con sus compatriotas Rik van Looy y Eddy Merckx, los ¨²nicos ciclistas que en la historia han ganado los cinco monumentos y el Mundial. A De Vlaeminck, monsieur Roubaix, le falta el Mundial.
¡°En el Mundial de 2012, mi ¨²ltima carrera, estaba atacando Nibali y sali¨® ¨¦l detr¨¢s, justo delante de las narices de todos, y le meti¨® un repaso, vamos, nos meti¨® un repaso, que nos hizo quedar como juveniles, y te puedo decir que ¨ªbamos a una velocidad tremenda; y en la Amstel de 2011, empez¨® a tirar del grupo contra el viento antes del Cauberg, y me acuerdo que Purito y yo pensamos lo mismo, bien, uno menos, porque se estaba gastando, y en el Cauberg le arranc¨® Purito, y Gilbert le cogi¨® rueda y le solt¨® enseguida, y volvi¨® a ganar¡±.
Y son la Amstel y Flandes las dos cl¨¢sicas que m¨¢s puede lamentar Freire no haber ganado. ¡°La Amstel era ideal para m¨ª, pero muchas veces el recorrido perfecto se te atraganta. Y a Flandes nunca llegu¨¦ perfecto, pero me gustaba mucho y me iba muy bien¡±, dice Freire. ¡°Y tambi¨¦n me impresionaron otros ciclistas, pero cuando dieron positivo por dopaje dejaron de impresionarme¡¡±
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.