Jon Rahm, palabra de n¨²mero uno
El golfista vasco ha llegado con 25 a?os a lo m¨¢s alto de la clasificaci¨®n mundial gracias a un car¨¢cter tan apasionado como el de Seve y a su ambici¨®n desde ni?o por ser el mejor
¡±?bamos en coche. Jon ten¨ªa 15 a?os. Est¨¢bamos charlando normalmente cuando de repente me dijo: ¡®Eduardo, voy a ser el n¨²mero uno del mundo¡¯. Le sali¨® as¨ª, espont¨¢neo, determinante. Me dej¨® tan helado que cuando llegu¨¦ a casa se lo cont¨¦ a mi mujer¡±. Eduardo Celles recuerda aquella conversaci¨®n con un chico de imponente planta f¨ªsica y enorme talento que hab¨ªa llegado a su escuela de golf en Derio, en Bizkaia, dos a?os antes, y al que pul¨ªa como un diamante en bruto. Una d¨¦cada despu¨¦s de esa promesa, Jon Rahm (Barrika, Bizkaia; 25 a?os)ha cumplido su palabra. El domingo se convirti¨® en el n¨²mero uno del golf mundial despu¨¦s de ganar el Memorial Tournament, el torneo de Jack Nicklaus, en Ohio, la cuna del vencedor de 18 grandes, destronando as¨ª al norirland¨¦s Rory McIlroy.
Rahm rompe moldes. Y r¨¦cords. Es el segundo espa?ol en llegar a la cima, uni¨¦ndose a su ¨ªdolo, Seve Ballesteros, que fue n¨²mero uno durante 61 semanas en cinco periodos entre 1986, cuando se cre¨® este r¨¢nking, y 1989 ¡ªJos¨¦ Mar¨ªa Olazabal y Sergio Garc¨ªa llegaron al n¨²mero dos¡ª. Y es el europeo que menos tiempo ha necesitado para recorrer el camino desde su llegada al profesionalismo y lo m¨¢s alto de la clasificaci¨®n (cuatro a?os y 27 d¨ªas), mejorando a McIlroy (cuatro y 170) y solo por detr¨¢s en la historia de los estadounidenses Tiger Woods (290 d¨ªas) y Jordan Spieth (931). Antes ya hab¨ªa avanzado a McIlroy y Spieth en precocidad entre los 10 y los cinco mejores del mundo.
N¨²meros detr¨¢s de un golfista de cuerpo entero, un bombardero en l¨ªnea recta con el driver y un artista cerca de green, como demostr¨® el domingo con un approach en el hoyo 16 que dej¨® boquiabierto al mism¨ªsimo Nicklaus. ¡°Ha sido un golpe incre¨ªble¡±, le pirope¨® El Oso Dorado cuando le recibi¨® tras la ronda. Que luego le impusieran una sanci¨®n de dos golpes porque la bola se movi¨® antes del impacto no le priv¨® ni del triunfo ni de una sensaci¨®n de felicidad que le hizo llorar cuando hablaba de su familia.
UNBELIEVABLE!@JonRahmPGA holes out for birdie on 16.
— PGA TOUR (@PGATOUR) July 19, 2020
The lead is now 4 with 2 to play.#QuickHits pic.twitter.com/jsqB9wK6HB
¡°Gracias por las virtudes y la disciplina que me hab¨¦is ense?ado¡±, dijo Rahm, dedic¨¢ndoles unas palabras en euskera en la televisi¨®n estadounidense. Sus padres, ?ngela y Edorta, le llevaron a la escuela de Celles con 13 a?os. ¡°Le hice unas pruebas b¨¢sicas¡±, recuerda el entrenador, ¡°golpes de approach, el swing, los efectos, c¨®mo manejaba la bola. Era un chaval fuerte y grande. Con esa edad ya era un pegador. Y se ve¨ªa algo especial, un potencial¡±.
De Barrika a EEUU
Celles recuerda una de las primeras veces que sali¨® al campo con Rahm. ¡°Hac¨ªa viento y fr¨ªo, un d¨ªa de Open. Con el driver y un hierro cuatro dej¨® la bola a pocos metros de bandera. Me qued¨¦ impresionado. Me gir¨¦ para felicitarle, ?y le vi enfadado! ??l la quer¨ªa dejar a un metro! Eso determina a un grande. Siempre ha tenido un car¨¢cter fuerte. Ser tan autoexigente hace que nunca le parezca suficiente lo que hace¡±.
Como Seve, Rahm es fuego puro. Un car¨¢cter volc¨¢nico que alguna vez le ha traicionado pero que con el tiempo ha aprendido a canalizar y que hoy combina con la meditaci¨®n. ¡°De juego, lo tiene todo. Alguna vez le han podido las ganas, pero ha madurado, no fuerza tanto la m¨¢quina, ya sabe cu¨¢ndo no ser tan agresivo¡±, le define Olazabal. Lo que no se ha apagado ni lo m¨¢s m¨ªnimo es esa ambici¨®n inagotable por ganar y ganar. ¡±Jon es as¨ª de competitivo desde peque?o¡±, cuenta su padre, Edorta; ¡°siempre ha querido ganar. Practicaba el f¨²tbol, el esqu¨ª, el taekwondo, la pelota vasca, el golf, iba en piragua... Y en todo quer¨ªa ganar. Hasta cuando jugaba a las cartas con los abuelos. Pero todos esos sue?os de grandeza no son malos porque ha trabajado y trabaja mucho para ello. Cuando Jon dice que quiere ganar el Masters o el Open, no se queda viendo la televisi¨®n. Si quiere algo, trabaja por conseguirlo¡±.
El golf entr¨® en la familia por Edorta, que se qued¨® prendado del juego cuando fue invitado por unos amigos a ver la famosa Ryder de Valderrama en 1997. Al volver a casa se hizo socio del club Larrabea, donde despu¨¦s empezar¨ªan a jugar sus hijos. Jon era uno de sus ni?os que quer¨ªa ser futbolista del Athletic (su abuelo Sabin fue delegado del club durante 33 a?os), pero en el golf encontr¨® su h¨¢bitat. De su Barrika natal pas¨® a la Blume con la federaci¨®n espa?ola y de ah¨ª vol¨® a la Universidad de Arizona, donde le bautizaron como Rahmbo, fue tutelado por Tim Mickelson, hermano de Phil, y se convirti¨® en el mejor amateur del mundo en 2015. Un curso despu¨¦s se hizo profesional.
En los a?os universitarios conoci¨® a Kelley Cahill, en una fiesta de Halloween. ?l iba disfrazado de militar y ella, lanzadora de jabalina, de ¨¢rbitro de la NFL. En diciembre pasado se casaron en la Bas¨ªlica de Bego?a. Rahm (el apellido viene de un antepasado suizo que emigr¨® a Bilbao a principios del XIX) sigue muy unido a sus ra¨ªces pese a ser una estrella mundial. Una figura que dice relajarse fregando platos, vasos y cubiertos. Le sirve para limpiar la mente y pensar en retos: ¡°Lo siguiente es un grande¡±.
De 100 torneos, la mitad entre los 10 primeros
Aunque no ha ganado ning¨²n grande, el n¨²mero uno de Rahm est¨¢ cimentado en su tremenda regularidad. El Memorial Tournament fue su torneo n¨²mero 100 puntuable para el ranking mundial. De ellos, ha ganado 10 (tiene otra victoria profesional adem¨¢s de una Ryder), ha quedado entre los tres primeros en el 24% de las ocasiones, el 38% entre los cinco primeros y el 50%, 50 torneos, en el top ten Ha fallado 12 cortes.
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