Italia lidera la revoluci¨®n del gol
La Bota de Oro de Ciro Immobile simboliza la transformaci¨®n de la Serie A, convertida en plena pandemia y contra su propia tradici¨®n en la gran liga europea que m¨¢s dianas registra en este siglo
Ciro Immobile era la clase de delantero hedonista, sentimental y disperso, que la Juventus no quiere ver ni en pintura. Lo supieron los t¨¦cnicos de la Vecchia Signora al poco de ficharlo y lo cedieron sucesivamente al Siena, al Grosseto y al Pescara, de Segunda. Por fin vendido, rindi¨® ligeramente en el Genoa, estuvo muy bien en el Torino, y fracas¨® en el Dortmund antes de pasar inadvertido por el Sevilla, en donde hizo dos goles y fue cedido al Torino. Ten¨ªa 27 a?os y nada invitaba a pensar que cuatro temporadas despu¨¦s este rubio napolitano se convertir¨ªa en el m¨¢ximo goleador de Europa haciendo sombra a Cristiano y a Messi enfundado en la camiseta de la Lazio, club que apenas emerge de una larga noche de mediocridad y que ahora brilla gracias a sus 35 tantos en la liga m¨¢s explosiva del siglo.
La par¨¢bola de Immobile es la par¨¢bola de la Serie A. La liga italiana pas¨® de ser el campeonato m¨¢s opulento y rentable de la d¨¦cada del 90 a la cuarta liga de Europa por beneficios econ¨®micos. Los hinchas se aburr¨ªan viendo el calcio hasta que comenzaron a divertirse atra¨ªdos por un inesperado resurgir. Porque el campeonato que concluye este fin de semana se ha convertido en el m¨¢s goleador del siglo XXI. Contra todos los condicionantes culturales. Contra la pandemia que deprimi¨® el r¨¦gimen goleador de todas las grandes ligas europeas. A falta de la ¨²ltima jornada la Serie A suma 1.122 goles en 370 partidos. Un r¨¦cord en ligas europeas de 20 equipos. Ni la Liga espa?ola (el pico fue 2,94 goles por partido y un total de 1.118 en la temporada 16/17), ni la Premier (2,82 goles de media por partido y un total de 1.072 en 18/19) alcanzaron los tres goles de media este siglo.
Solo la Bundesliga igual¨® este promedio en las temporadas 13/14, 18/19 y 19/20. Pero al tratarse de un torneo de 18 equipos el calendario permiti¨® aumentar los descansos y elevar el rendimiento. Parad¨®jicamente, tras la irrupci¨®n de la pandemia, sin p¨²blico la Bundesliga cay¨® de 3,2 a 3,1 de media, mientras que en Italia se pas¨® de 2,9 a 3,3 goles por partido. La frecuencia anotadora m¨¢s alta contabilizada, seg¨²n Opta Sports. Algo inimaginable en las d¨¦cadas de los 80 y 90. Cuando en la Serie A se reunieron Ronaldo Nazario y Zidane, en la c¨²spide de su esplendor, la temporada 97/98, la media no super¨® los 1,3 goles por encuentro.
Burdisso: ¡°El golpe de 2018 impuls¨® un cambio positivo¡±
Immobile no es la causa. Es el efecto de un cambio dr¨¢stico en una liga que hizo escuela de la especulaci¨®n. Nicol¨¢s Burdisso, que gan¨® un scudetto en la Roma y hasta hace poco ejerci¨® de director t¨¦cnico de Boca, es un dedicado estudioso del fen¨®meno. ¡°El golpe que supuso la eliminaci¨®n del Mundial de 2018 impuls¨® un gran cambio positivo¡±, dice el excentral. ¡°Italia debi¨® cambiar cuando estaban cambiando Alemania, Espa?a o Inglaterra. Pero en 2006 salieron campeones del mundo y eso los fren¨®. Ahora vemos cada vez m¨¢s equipos italianos muy comprometidos con tener la pelota, algo que casi nunca hac¨ªan. Eso contribuye a que la evoluci¨®n sea notoria, porque el f¨²tbol italiano siempre valor¨® las cifras. Antes les obsesionaba m¨¢s la idea de ser concretos: hacer goles sin que te los hagan. Hoy hay m¨¢s vehemencia a la hora de jugar y tomar la iniciativa¡±.
¡°Esa misma necesidad de conseguir n¨²meros los empuja a arriesgar m¨¢s¡±, se?ala Burdisso. ¡°Es grato ver a t¨¦cnicos como Gasperini en el Atalanta, o De Servi con el Sassuolo, que siempre pusieron en dificultades a los grandes. O como Juric, un pupilo de Gasperini en el Hellas¡ O Liverani en el Lecce... O Conte, que fue parte de este cambio de mentalidad cuando adquiri¨® cosas de Luis Enrique en la Roma con respecto a la construcci¨®n para salir jugando desde atr¨¢s. Inzaghi y Pioli tampoco negocian la posesi¨®n. Tienen conceptos mucho m¨¢s globalizados que el t¨ªpico entrenador italiano de catenaccio que ya no existe m¨¢s¡±.
El ¨ªmpetu ofensivo por un lado, y la implantaci¨®n de modelos que fuerzan a defensas sin formaci¨®n de base a salir jugando con el bal¨®n controlado, exponi¨¦ndose al fallo, ha compuesto un c¨®ctel de partidos espectaculares. ¡°A veces los defensas italianos de toda la vida no saben muy bien lo que est¨¢n haciendo cuando salen combinando¡±, dice un analista que prefiere el anonimato, y que apunta a equipos como la Juve, anta?o un reducto defensivo y ahora m¨¢s desordenada en defensa.
El nuevo espect¨¢culo del calcio es producto de un plan que cuenta con el apoyo del Gobierno de la Rep¨²blica. Embarcado en conseguir socios que financien la compra y explotaci¨®n de los derechos de televisi¨®n a partir de 2021, el presidente de la Serie A, Paolo Dal Pino, dio fe en The Financial Times de que la revoluci¨®n goleadora comenz¨® muy por encima de los banquillos: ¡°Tenemos que volver a los tiempos del glamour. Queremos volver a ser el mejor campeonato del mundo¡±.
Cristiano no explica la tendencia
A la Serie A le queda un largo camino por recorrer en el plano econ¨®mico. Pero en sobre el terreno de juego se multiplican los indicios de un cambio de tendencia. Immobile (Lazio, 35 goles), Lewandowski (Bayern, 34), Cristiano (Juventus, 31), Werner (Leipzig, 28) y Haaland (Dortmund, 29), los cinco primeros aspirantes a la Bota de Oro esta temporada, juegan lejos de la Liga espa?ola. La temporada 2001-02 fue la ¨²ltima vez que la Liga no tuvo a ning¨²n representante entre los cinco m¨¢ximos goleadores de Europa: Trezeguet (Juventus, con 24 goles), H¨¹bner (Piacenza, 24), Henry (Arsenal, 24), Shearer (Newcastle, 23) y Van Nistelrooy (Manchester United, 23) formaron aquel podio en una ¨¦poca de f¨²tbol m¨¢s defensivo.
No es casual que esta sea la segunda temporada consecutiva que el top cinco re¨²ne a dos jugadores de la Serie A. El a?o pasado la jerarqu¨ªa la formaron Messi (Bar?a, 36 goles), Mbapp¨¦ (PSG, 33), Quagliarela (Sampdoria, 26), Duv¨¢n Zapata (Atalanta, 23) y Nicol¨¢s Pep¨¦ (Lille, 22). El calcio no precis¨® de la mejor versi¨®n de Cristiano (Juventus, 21 goles) para ponerse por encima del f¨²tbol espa?ol en materia de remate.
Hasta hace poco sin¨®nimo de acci¨®n ofensiva superior, LaLiga se ufanaba de superar a la italiana en n¨²mero de goles. Que esto no suceda no es circunstancial, sino consecuencia de una deriva m¨¢s larga de lo que parece. Las medias goleadoras por partido de Espa?a e Italia describen trayectorias cruzadas desde hace a?os. Desde el curso 2016-17 en LaLiga los promedios han sido de 2,9, 2,7 y 2,6 goles por partido hasta la temporada pasada, y 2,5 y 2,3 goles por partido, respectivamente, antes y despu¨¦s de la pandemia en este campeonato. En la Serie A la evoluci¨®n ha sido 2,9, 2,7, 2,7, 2,9, y 3,3 despu¨¦s del par¨®n.
Los goles han viajado a Italia. Cristiano, que se fue en 2018, no es la ¨²nica explicaci¨®n.
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