Y de repente, la Champions

La Champions se presenta como los sucesos inveros¨ªmiles, rompiendo el velo que sobre la conciencia de los aficionados al f¨²tbol han tramado cinco meses de pandemia, en una Europa medio paralizada por la can¨ªcula y el temor al contagio de la segunda ola. ¡°En abril nos habr¨ªa resultado impensable jugar la Champions¡±, dec¨ªa esta semana pasada un dirigente del f¨²tbol, cruzando los dedos. Si el virus lo permite, el mi¨¦rcoles y el jueves se disputar¨¢n los octavos de final de la Liga Europa, y el viernes que viene volver¨¢ la Champions con un formato y bajo unas circunstancias tan inciertas y dram¨¢ticas como espectaculares.

Comenzar¨¢ con un pr¨®logo, entre el viernes 7 y el s¨¢bado 8. Lo disputar¨¢n los equipos cuyos partidos de vuelta de los octavos de final se suspendieron por el estallido global del coronavirus en la segunda semana de marzo. El viernes a las 21.00, el Real Madrid reestablecer¨¢ el precario punete a¨¦reo entre Espa?a y el Reino Unido y visitar¨¢ el campo del Manchester City para intentar remontar la derrota de la ida (1-2) y el Olympique de Ly¨®n acudir¨¢ a Tur¨ªn a defender un 1-0 en unas condiciones muy pobres de preparaci¨®n. El Ly¨®n, como todos los clubes de Francia, han soportado m¨¢s tiempo de inactividad que nadie en Europa, cuatro meses sin competir despu¨¦s de que el Gobierno cancelara la Ligue 1. El s¨¢bado, tambi¨¦n a las 21.00, se resolver¨¢n las otras dos eliminatorias, un Bar?a-N¨¢poles en el Camp Nou para dirimir el 1-1 de la ida en el San Paolo; y un Bayern-Chelsea en M¨²nich, pr¨¢cticamente resuelto a favor de los alemanes, que atesoran el 0-3 de Londres.

Los cuatro supervivientes de los partidos pendientes de octavos se unir¨¢n a los cuatro clasificados desde marzo ¡ªAtalanta, PSG, Atl¨¦tico y Leipzig¡ª en la fase final de Lisboa. Con un formato de partido ¨²nico, como de Copa del Mundo, los ocho contendientes se jugar¨¢n los cuartos, las semis y la final en el ambiente m¨¢s dist¨®pico que ha concebido la nueva realidad del f¨²tbol de tiempos de peste. Si queda alg¨²n club dispuesto a pagar por un jugador importante las tasaciones se har¨¢n en virtud de lo que observen en este escenario que sirve para proyectar los duros meses que le esperan a la industria.

En v¨ªsperas de la Asunci¨®n, en pleno ferragosto, se resolver¨¢n los cuartos. El 12 de agosto el Atalanta de B¨¦rgamo, el equipo revelaci¨®n, se medir¨¢ al PSG de Neymar; y al d¨ªa siguiente el Atl¨¦tico se enfrentar¨¢ al Leipzig de Nagelsmann, el joven prodigio de la nueva escuela de entrenadores alemanes. El viernes 14 y el s¨¢bado 15 se cursar¨¢ la parte del cuadro por definir.

Sin el est¨ªmulo ¡ªni la amenaza¡ª del p¨²blico, sin margen para la especulaci¨®n, encerrados en la burbuja as¨¦ptica del protocolo anti-covid, bajo la supervisi¨®n de las autoridades sanitarias locales m¨¢s que de la propia UEFA, los contendientes vivir¨¢n una aventura ins¨®lita. Un episodio que permanecer¨¢ grabado en la memoria de muchas generaciones, porque la Champions 2019-20 parece ofrecer algo que desde hac¨ªa a?os resultaba cada vez m¨¢s extra?o en este negocio hipertrofiado por los grandes clubes: consecuencias dif¨ªciles de prever.

Ahora lo normal es lo desconocido. Por desconocimiento, ni siquiera existe un marco normativo que estipule las contingencias deportivas que una peste puede provocar en la competici¨®n, en caso de que un equipo sufra demasiadas infecciones como para poder presentarse a los partidos. As¨ª marcha la humanidad y as¨ª marcha el f¨²tbol, zarandeado por el coronavirus lo mismo que por las nuevas reglas de la International Board en materia de manos en el ¨¢rea, o por el VAR, que funciona perfectamente para dejar en evidencia conductas arbitrales tan incoherentes que precisan de largas conferencias para explicarse.

Pospuestos los Juegos Ol¨ªmpicos al a?o que viene, el calendario presenta el vald¨ªo propicio. Aleksander ?eferin, presidente de la UEFA, lo aprovechar¨¢ para afrontar un reto ¨¦pico tras suspender la Eurocopa en beneficio de las ligas nacionales. Gracias al ¨¦xito de un protocolo que ha permitido detectar las infecciones con antelaci¨®n y aislar casos puntuales antes que plantillas enteras, la Premier, la Bundesliga, LaLiga y la Serie A han concluido sin interrupciones. Ahora es el turno de la UEFA, embarcada en su misi¨®n m¨¢s trascendental. En tiempos de incertidumbre el f¨²tbol sigue ah¨ª, como algo cotidiano e imparable. Tan familiar y tan raro como esta Champions.