El Sevilla alimenta su leyenda
El equipo andaluz remonta ante el Manchester United y se mete en su sexta final de la Liga Europa. Hasta ahora ha ganado las cinco que ha disputado
Es imposible tumbar al Sevilla en su competici¨®n favorita. Una especie de para¨ªso donde disfruta como pocos, un espacio muy especial para este equipo que es invencible en esta Liga Europa que tanto ama. Por eso, por esa m¨ªstica y por la construcci¨®n de un grupo muy competitivo, el Sevilla se meti¨® en su sexta final de la Liga Europa derrotando a un gran rival, el Manchester United, que le super¨® en muchas fases del partido, en especial en el inicio de la segunda mitad, cuando Bono, con cuatro paradas seguidas en cinco minutos, sostuvo a este bravo grupo. El Sevilla no se rindi¨® y volver¨¢ a disputar el t¨ªtulo, contra el ganador del Inter-Shakhtar de este lunes. Buscar¨¢ su sexto t¨ªtulo despu¨¦s de haber ganado las cinco finales anteriores (2006, 2007, 2014, 2015 y 2016).
Pasado el momento de sufrimiento, el Sevilla volvi¨® a mandar en el partido, compitiendo de manera ejemplar y acertando en su ¨²nico acercamiento a puerta en la segunda mitad. Navas, otra vez, celebr¨® ser el jugador sevillista con m¨¢s partidos en Europa (51) con un pase perfecto a De Jong, que marc¨® ante la incredulidad de los jugadores del United.
Fue un triunfo que alimenta la ¨¦pica andaluza. El United cay¨® rendido ante el hechizo de este conjunto que pelea con menos armas econ¨®micas, pero con un hambre y una competitividad colosales.
Hay que tener cierto cuajo para no perder el control de una semifinal europea cuando todo un Manchester United se pone por delante ofreciendo una indiscutible imagen de superioridad. El hist¨®rico equipo ingl¨¦s, todo vitalidad, fue un vendaval que borr¨® al Sevilla en un inicio de partido inquietante para los de Lopetegui. El penalti anotado por Bruno Fernandes situ¨® al Sevilla es un escenario ins¨®lito, por detr¨¢s en el marcador y siendo objeto de los veloces movimientos de futbolistas como Martial o Rashford, fant¨¢sticos en la jugada del penalti anotado por Fernandes.
El Sevilla, no obstante, sabe competir. Y conoc¨ªa que este buen United tiene tambi¨¦n sus defectos, centrados especialmente en un d¨¦bil sistema defensivo. Por eso intent¨® acumular superioridad num¨¦rica en las bandas. En especial en la izquierda. Hasta all¨ª se acercaba Banega para ayudar a Ocampos y Reguil¨®n, que desquiciaron al joven Wan-Bissaka, hu¨¦rfano de las ayudas de Pogba. Por ah¨ª respir¨® el Sevilla con un disparo de Ocampos que salv¨® De Gea, al que Solskjaer dio la titularidad en lugar de Romero. Y por ah¨ª tambi¨¦n lleg¨® la gran jugada del gol del empate. Ocampos vio el desmarque de Reguil¨®n, que la puso de f¨¢bula para que Suso empatara.
Asisten los laterales
El United, no obstante, sigui¨® a lo suyo, con una pasmosa facilidad para acercarse con peligro al ¨¢rea del Sevilla, que perd¨ªa el bal¨®n con demasiada facilidad y que solo fue mejor por debajo del marcador. Martial y Rashford gozaron de buenas ocasiones frente a un rival superado en defensa, pero con opciones tambi¨¦n en ataque en un duelo que se acerc¨® al intercambio de golpes. El United era mejor que el Sevilla, pero el grupo de Lopetegui resist¨ªa en magn¨ªfico duelo jugado de poder a poder.
Bono se convirti¨® en un h¨¦roe en los primeros cinco minutos de la segunda mitad. Cuatro paradas salvaron a un Sevilla masacrado por el poder¨ªo ofensivo del United. En realidad, fue un ba?o en toda regla a un Sevilla superado f¨ªsica y futbol¨ªsticamente. Pero este equipo tiene m¨¢s de siete vidas en la Liga Europa. El United, asombrado por no haber marcado, afloj¨®. El Sevilla, ayudado con la entrada de Munir y De Jong, se vino arriba.
Despu¨¦s de sufrir una enormidad, toc¨® el cielo con un jugad¨®n de Navas (los dos laterales fueron los asistentes en los dos goles sevillistas) y su preciso centro al ¨¢rea, donde emergi¨® De Jong para hacer realidad la remontada. El United baj¨® los brazos. Gudelj, recuperado del coronavirus, entr¨® y cumpli¨® para que la fiesta fuera completa. El Sevilla sigui¨® alimentando su leyenda para mantener el pabell¨®n espa?ol en Europa.
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