¡°El US Open es una ciudad fantasma¡±
Los desinfectantes, el silencio y la ausencia de p¨²blico en las gradas transforman el ruidoso paisaje de Flushing Meadows, donde los tenistas siguen a rajatabla un riguroso protocolo de seguridad
Por donde cada verano transitan miles y miles de personas, a lo largo de dos semanas, hoy apenas transitan un pu?ado de empleados con mascarillas y buzos que portan desinfectantes para seguir a rajatabla el protocolo. Es Nueva York, Queen¡¯s, al costado derecho de Manhattan. El nuevo y, sobre todo silencioso Flushing Meadows. ¡°La verdad es que impacta mucho todo el entorno¡±, transmite telef¨®nicamente Xabi Bud¨®, el preparador de Paula Badosa, quien cedi¨® en la ¨²ltima escala de la fase clasificatoria del torneo de Cincinnati -albergado en la burbuja neoyorquina para viabilizar el regreso del tenis- y toma estos d¨ªas nota de este silencioso y vacuo presente.
¡°Aqu¨ª los espacios son inmensos, y ver que est¨¢ todo vac¨ªo y que solo transita el personal de la organizaci¨®n¡ al final te impresiona. Vas acostumbr¨¢ndote, pero en definitiva, el deporte de competici¨®n, sin p¨²blico en las gradas, es menos deporte¡±, lamenta el t¨¦cnico en un sentir que predomina entre aquellos profesionales que finalmente han decidido acudir a Nueva York, donde la Federaci¨®n Estadounidense (USTA) ha dise?ado un meticuloso plan que, de momento, est¨¢ funcionando y posibilita la vuelta de un deporte que ha sufrido como pocos en los cinco ¨²ltimos meses.
Como punto de partida, los organizadores obligan a los tenistas a alojarse en dos hoteles, el Long Island Marriott y el Garden City, situados ambos a tres cuartos de hora del Billie Jean King National Tennis Center. Solo Serena Williams, dados sus antecedentes pulmonares -sufri¨® una embolia en 2011 y otra en 2017, al dar a luz-, queda exenta y se hospeda en una vivienda particular. Ya no hay transporte privado en autom¨®viles, sino que los desplazamientos son en autob¨²s y los equipos (jugador o jugadora y dos miembros m¨¢s como m¨¢ximo) deben hacer un chequeo diario.
¡°No podemos salir del hotel y se desayuna, come y cena aqu¨ª, excepto que quieras hacerlo en el club. Cuando llegamos nos hicieron el test de la Covid-19 y tuvimos que estar 24 horas encerrados en la habitaci¨®n, hasta que nos dieron los resultados; en el momento en el que das negativo, puedes acreditarte e ir a Flushing Meadows para entrenar o jugar, y una vez que te nos asentamos la prueba pas¨® a ser cada 48 horas¡±, relata Bud¨® desde Nueva York.
Cuestionario y alertas
¡°Cada vez que lo coges te toman la temperatura, y hay un healthy test diario (prueba m¨¦dica) en el que declaras que te encuentras bien y no tienes s¨ªntomas de nada¡±, prosigue el catal¨¢n. ¡°El torneo tambi¨¦n va inform¨¢ndonos de todo a trav¨¦s de un sistema de alertas en el m¨®vil. Hay much¨ªsima gente limpiando y desinfectando permanentemente todas las instalaciones, desde las redes de las pistas hasta las mesas en las que comemos¡±, cuenta; ¡°y tienen un control absolutamente estricto de las distancias: en el restaurante o las zonas de descanso hay muchos metros entre mesa y mesa, o sof¨¢ y sof¨¢¡±.
Por supuesto, el uso de las mascarillas debe ser permanente y se evita cualquier contacto f¨ªsico. Las habitaciones de los hoteles cuentan con un sistema para filtrar el aire y se ha minimizado al m¨¢ximo la presencia en los vestuarios. Por all¨ª pueden circular normalmente 300 personas y ahora solo pueden hacerlo 30, ¨²nicamente jugadores. ¡°Est¨¢n trabajando much¨ªsimo y las medidas son superestrictas. Est¨¢ todo muy protocolizado y estandarizado, no se les escapa ning¨²n detalle. La verdad es que les pongo una nota alt¨ªsima, en un momento tan complicado para nuestro deporte¡±, valora Bud¨®.
Pero es inevitable que abrume, y mucho, la aridez del nuevo paisaje. ¡°He echado un vistazo y ahora el complejo es como una ciudad fantasma. No hay mucha gente alrededor y no estamos acostumbrados¡±, retrata el n¨²mero uno, Novak Djokovic. ¡°Este es el torneo en el que posiblemente fluya m¨¢s energ¨ªa, porque el aficionado se involucra mucho, as¨ª que no podemos sentarnos aqu¨ª y fingir que estamos bien. Todo eso se va a perder, o mejor dicho, se ha perdido ya. Tenemos que aceptarlo y conf¨ªo en que sea algo temporal¡±, lamenta Nole.
¡°Hay seguridad y desinfectante por todas partes¡±, aprecia Andy Murray, ya eliminado; ¡°todo esto es raro, pero han hecho un excelente trabajo¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.