Ancelotti, un refugio para James
El t¨¦cnico italiano, que lo fich¨® para el Madrid y reclam¨® su cesi¨®n en el Bayern, aguarda ya la llegada del colombiano al Everton
Cuando Carlo Ancelotti y James Rodr¨ªguez se conocieron en el verano de 2014, ambos disfrutaban de la resaca de noches felices. Siempre guardaron un buen recuerdo de aquello, avivado en varias entregas, con siguiente parada en el Everton, donde, seg¨²n varias fuentes cercanas a la operaci¨®n de traspaso, y con todas las partes de acuerdo, el t¨¦cnico aguarda ya al futbolista de 29 a?os.
Aquel verano el italiano acababa de salvar el puesto en el banquillo del Real Madrid con el cabezazo de Sergio Ramos en el minuto 93 de la final de la Champions de Lisboa. El colombiano aterrizaba en Valdebebas como m¨¢ximo goleador del Mundial de Brasil, despu¨¦s de ser elegido mvp en los cuatro encuentros con Colombia. Con un precio de 80 millones de euros era tambi¨¦n la tercera compra m¨¢s cara de la historia del club, detr¨¢s de Gareth Bale, tambi¨¦n nuevo ese verano, y de Cristiano Ronaldo. Aquel curso fueron casi dichosos: James factur¨® su mejor a?o ¡ª13 goles y 13 asistencias, seg¨²n Opta¡ª, pero Ancelotti termin¨® despedido.
Sin el t¨¦cnico que lo recibi¨® en Madrid, y a cuyas ¨®rdenes eclips¨® a Bale, declin¨® las dos temporadas siguientes, con persecuci¨®n policial incluida a 200 km/h por la M-40: siete goles y ocho asistencias, y ocho y seis, respectivamente. Primero con Rafa Ben¨ªtez y despu¨¦s de las navidades de 2015, con Zinedine Zidane. La relaci¨®n con el franc¨¦s, en su d¨ªa segundo de Ancelotti, se rompi¨® enseguida. James no se tomaba entonces la profesi¨®n con la seriedad que guardaba Zidane, y termin¨® buscando un escape. All¨ª estaba Ancelotti para acoger su cesi¨®n en el Bayern.
La cosa no sali¨® tan bien como la primera vez, en un contexto en el que el italiano andaba empe?ado en completar una transici¨®n sin Robben y Rib¨¨ry. Aunque los n¨²meros de James mejoraron algo: particip¨® en 18 goles (anot¨® siete y dio once asistencias), frente a los 15 y 14 de los dos cursos anteriores, peor que los 26 de cuando se conocieron.
Luego James se qued¨® otro curso solo en M¨²nich (particip¨® en 10 goles) y regres¨® a Valdebebas. Y all¨ª estaba Zidane. Ambos pensaron que se trataba de un breve tr¨¢mite. El franc¨¦s no le quer¨ªa y el futbolista no esperaba que le quisiera, sino que ten¨ªa a Jorge Mendes, el representante que lo llev¨® al Madrid, trabajando para sacarlo del Bernab¨¦u. El Atl¨¦tico se mostr¨® dispuesto a pagar por ¨¦l entre 40 y 50 millones, lo que esperaba sacar por la venta de Correa, pero el 3-7 del derbi de la pretemporada termin¨® de enterrar la operaci¨®n. Entonces Mendes llam¨® de nuevo a Ancelotti, instalado en el N¨¢poles aunque menos dispuesto al reencuentro. De Laurentiis tante¨® una operaci¨®n de saldo y el Madrid prefiri¨® probar una reconciliaci¨®n con Zidane que result¨® ser fugaz. Pas¨® de jugar a pedir no ser convocado, y cerr¨® el curso vestido de calle Di St¨¦fano al lado de un trofeo, como en Cardiff. Particip¨® en dos goles.
Ya despu¨¦s del confinamiento puso de nuevo a Mendes a rastrear el mercado, y esta vez Ancelotti s¨ª andaba buscando algo que se parec¨ªa a lo que recordaba de los buenos tiempos. Se le escap¨® el dan¨¦s del Southampton H?jbjerg, de 25 a?os, contratado por Mourinho para el Tottenham por unos 17 millones de euros m¨¢s variables y se centr¨® en James. En la ¨¦poca dulce del Madrid le hab¨ªa convenci¨® para bajar m¨¢s a recibir y tambi¨¦n para defender m¨¢s. Esa mayor amplitud de recorrido desplegada aquel curso, junto a su llegada y olfato para el ¨²ltimo pase hacen pensar a Ancelotti que este tercer encuentro puede salir bien, aunque seg¨²n fuentes cercanas al t¨¦cnico, tambi¨¦n reconoce ciertas dudas por su escasez de partidos las dos ¨²ltimas temporadas.
En las oficinas del Madrid, donde a la espera de los n¨²meros finales ya han recibido noticias de Mendes, las exigencias econ¨®micas son notablemente inferiores a las del verano pasado, por las urgencias para vender provocadas por la pandemia. Tambi¨¦n las expectativas salariales de James, necesitado de volver a competir, y listo ya para viajar a Goodison Park, a refugiarse de nuevo en Ancelotti.
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