Ansu y el lado poco envidiable del triunfo
Es un cr¨ªo todav¨ªa, sometido en menos de un a?o a un proceso que amenazar¨ªa la cordura de cualquier adulto
La deslumbrante actuaci¨®n de Ansu Fati frente a Ucrania invita a una disyuntiva que s¨®lo el tiempo resolver¨¢. ?Se trata de un gran talento precoz o pertenece a la categor¨ªa de los predestinados? Hace un a?o era un juvenil del Bar?a, tan desconocido para el gran p¨²blico como los miles de j¨®venes que escalan desde ni?os las verticales paredes del f¨²tbol, sin otro sue?o que jugar y triunfar en un gran equipo. Es una empresa tit¨¢nica, inalcanzable para la inmensa mayor¨ªa de ellos, sometidos en una edad impropia a una exigencia feroz y a la crudeza de la frustraci¨®n, doloroso trago que Ansu Fati no pasar¨¢. Se enfrentar¨¢ al problema contrario: la agobiante gesti¨®n de la fama, las expectativas, los intereses y el dinero que le procurar¨¢ su condici¨®n de estrella.
A los ojos del p¨²blico ya es un privilegiado del f¨²tbol, un chaval con la vida resuelta antes de tiempo, sin otro objetivo que exprimir su talento en el campo para facturarlo en cantidades industriales de dinero. Ansu Fati no podr¨¢ pelear contra este t¨®pico, tan viejo como el mismo f¨²tbol. Por infrecuente, su situaci¨®n puede calificarse de privilegiada, pero quiz¨¢ no envidiable. Es un cr¨ªo todav¨ªa, sometido en menos de un a?o a un proceso que amenazar¨ªa la cordura de cualquier adulto.
La aclamaci¨®n general ha sido la primera consecuencia de su primer partido como titular en la selecci¨®n. Del segundo inter¨¦s medi¨¢tico tampoco qued¨® duda. ?Cu¨¢l es la cl¨¢usula de Ansu? ?Cu¨¢nto tardar¨¢ el Bar?a en renovar su contrato? ?Cu¨¢ntos clubes han contactado con Jorge Mendes, su nuevo y poderoso agente, para sondear el precio de la nueva estrella? O sea, todas las preguntas asociadas al valor mercantil de Ansu, que ha pasado de cero al infinito con la misma velocidad con la que ha saltado de los campos de tierra a los grandes estadios.
Mientras se desvela si estamos ante un excelente jugador o un fen¨®meno, Ansu tendr¨¢ que pechar con el universo que se le viene encima. Nunca m¨¢s ser¨¢ el prometedor futbolista que sorprendi¨® por su rendimiento en su imprevista aparici¨®n en el Bar?a. No disfrutar¨¢ de la indulgencia que se reserva al progreso de los j¨®venes. Ansu es un clamor, ha superado las expectativas tan pronto y con tanta rotundidad que se le medir¨¢ como a una estrella.
Su explosi¨®n no le permite margen para resguardarse de la presi¨®n medi¨¢tica, popular y mercantil. A una edad tan temprana, Ansu Fati se encuentra en una situaci¨®n tan desmesurada que invita tanto a celebrar su ¨¦xito como a predecir la angustia. Acaba de entrar en un territorio desconocido. Ojal¨¢ lo recorra con la misma naturalidad y brillantez que transmite en el campo, pero le resultar¨¢ indispensable la dosis m¨¢xima de sensatez, una felina intuici¨®n de los peligros de la fama, la protecci¨®n de un entorno sereno y los consejos profesionales de la gente adecuada, capaz de distinguir al chico que ha surgido como un trueno de la m¨¢quina de producir dinero que ya se adivina.
Ansu no es el primero, ni ser¨¢ el ¨²ltimo, que se enfrente a esta clase de desaf¨ªo, abrumador para cualquiera, resuelto de manera desigual por cada juvenil sensaci¨®n del f¨²tbol. Pel¨¦, Cruyff, Maradona y Messi lo consiguieron, no sin pagar un alt¨ªsimo precio personal en alg¨²n caso. Much¨ªsimos m¨¢s, que parec¨ªan tan predestinados como ellos ¡ªGeorge Best es un caso palmario¡ª tuvieron el brillo de las estrellas y el fugaz paso de los cometas. No sabemos a qu¨¦ categor¨ªa pertenece Ansu Fati. Ni tan siquiera sabemos si es un fen¨®meno de la precocidad o un fen¨®meno del f¨²tbol. S¨ª sabemos lo que le espera, y tiene un lado muy poco envidiable.
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