Empatados en el Giro tras 3.342 kil¨®metros
Hindley y Hart se juegan la victoria en la crono final igualados a tiempo, una situaci¨®n in¨¦dita en las grandes vueltas
En un deporte de largo aliento, los segundos cuentan, y tambi¨¦n las cent¨¦simas. Despu¨¦s del recorte del viernes, tras el mot¨ªn del pelot¨®n, ¨C134 kil¨®metros de etapa menos de los previstos¨C, los ciclistas han recorrido 3.342,8 en este Giro de Italia desde el inicio en Sicilia. Salieron de las afueras de Palermo, en el Tirreno sur, y han llegado a Sestriere, que est¨¢ a un paso de la frontera con Francia, en los Alpes occidentales del Piamonte. Despu¨¦s de tal hom¨¦rico esfuerzo, restan apenas 15,7 kil¨®metros llanos desde Cernusco Sul Naviglio hasta Mil¨¢n, y resulta que dos corredores, el australiano Jay Hindley y el brit¨¢nico Tao Geoghegan Hart han llegado a este punto con el mismo tiempo.
Casualmente, son los dos primeros de la clasificaci¨®n, separados ¨²nicamente por 48 cent¨¦simas de la primera contrarreloj, que sirven s¨®lo en caso de empate. Nunca sucedi¨® algo as¨ª en la historia de la carrera rosa. Ni en el Tour o la Vuelta. Nunca hubo un Giro tan re?ido. 85 horas 22 minutos y 7 segundos despu¨¦s, los dos est¨¢n como empezaron. O no tanto, porque tal vez no imaginaban en Sicilia que se jugar¨ªan la maglia rosa en esa quincena de kil¨®metros entre los arrabales de Mil¨¢n y la Piazza del Duomo, a los pies de la espectacular catedral milanesa. El brit¨¢nico del Ineos part¨ªa como dom¨¦stico de Geraint Thomas, retirado a las primeras de cambio. Hindley, como su rival, otro exponente de la nueva generaci¨®n, sali¨® a la sombra de Kelderman, que perdi¨® el rosa en Sestriere a manos de su pupilo.
Es posible que los organizadores no hubieran previsto un desenlace as¨ª. El a?o pasado, en la Arena de Verona, Carapaz venci¨® a sabiendas de que s¨®lo un desastre pod¨ªa apartarle del sue?o rosa. Hindley y Geoghegan Hart despender¨¢n de las fuerzas del ¨²ltimo d¨ªa. Los datos indican que el brit¨¢nico es m¨¢s ducho en la pelea contra el reloj. En la decimocuarta etapa, entre Conegliano y Valdobbiadene, le sac¨® 1,15m a Hindley en 34,1 kil¨®metros, casi el doble que en la pelea final.
Pero todo puede pasar entre dos ciclistas que hace unos a?os ser¨ªan considerados j¨®venes, pero que sin llegar a los 25 a?os ya pasan por veteranos en comparaci¨®n con la sorprendente camada de veintea?eros que gana aqu¨ª y all¨¢. Pelean todav¨ªa por el jersey blanco de los debutantes y ya tienen detr¨¢s a otra generaci¨®n con prisa. Pero de momento, ellos son los que se jugar¨¢n el Giro. Y se lo deben ambos a Rohan Dennis, un contrarrelojista que destroz¨® al pelot¨®n en los dos d¨ªas m¨¢s temidos hasta por los escaladores.
En el Stelvio distanci¨® a los m¨¢s d¨¦biles; en Sestriere, despu¨¦s de un primer paso de aclimataci¨®n, puso un ritmo feroz que s¨®lo aguantaron su compa?ero Geoghegan y el nuevo l¨ªder. Kerdelman, que ya mostr¨® signos de debilidad en la jornada m¨¢s dura de la carrera, volvi¨® a quedar relegado, esta vez junto a Pello Bilbao, que nada pudo hacer, como si le hubieran ca¨ªdo de golpe las seis semanas de esfuerzo en Tour y Giro.
Dennis hizo la selecci¨®n, y acompa?¨® a quienes buscar¨¢n el premio de Mil¨¢n, casi hasta el ¨²ltimo metro. S¨®lo los ataques de Hindley, a los que respondi¨® con pundonor Geoghegan Hart, le descolgaron en el tramo final. Fue el suyo, un trabajo impagable. Por eso levant¨® los brazos en la meta, como si hubiera ganado. Lo hizo su compa?ero, que sum¨® otro premio parcial para el Ineos, la sexta victoria de etapa, que puede llegar acompa?ada de la s¨¦ptima, porque Dennis y Filippo Ganna son favoritos para la crono y Hart para ganar el Giro, pese al empate t¨¦cnico. Los nubarrones que cayeron sobre el equipo despu¨¦s de un Tour catastr¨®fico y la retirada prematura de Thomas, han dado paso al sol, como el que luci¨® en Sestriere, donde se hab¨ªa anunciado un clima apocal¨ªptico, y bajo el que se derriti¨® Kelderman, Pello Bilbao salv¨® los muebles y Almeida renaci¨® a base de fuerza de voluntad.
Se cierra el Giro en el Duomo de Mil¨¢n y las cosas est¨¢n como empezaron. O no. Nadie esperaba un desenlace as¨ª que despu¨¦s de 3.342,8 kil¨®metros, resolver¨¢n los ¨²ltimos 15.
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