Lecciones de Valverde y Froome en el viento
Los viejos campeones protagonizan la etapa de Ordu?a, que gana el canadiense Michael Woods
El puerto de Ordu?a es una pared de piedra y bosques verticales, orado abajo y p¨¢ramo arriba, donde sopla el viento y hay vistas, un acantilado sobre los valles verdes. Los ciclistas se acercan como cabras saltando caprichosamente, alegres buscando la aventura.
Valverde, delante, gu¨ªa a los m¨¢s decididos, a los m¨¢s de 30 que tienen ganas de fuga. Froome, detr¨¢s, tira del pelot¨®n, arropa a Carapaz, que es de su equipo y es l¨ªder de la Vuelta. Los m¨¢s viejos vigilan y cuidan a los m¨¢s j¨®venes, y les protegen del viento que frena a todos en el aire y a veces parecen mu?ecos de dibujos animados marchando a c¨¢mara lenta, la cabeza bien baja. Saben que los j¨®venes, chavalillos impetuosos, a veces pierden la perspectiva y, como hasta los m¨¢s novatos ganan el Tour o el Giro y se sienten protagonistas todos los d¨ªas, tambi¨¦n el respeto y hasta les quieren negar el derecho a los sitios m¨¢s c¨®modos del pelot¨®n. Todo lo que puedan hacer en la vida ya lo ha hecho alguno antes que ellos, y quiz¨¢s algunos hasta creen que Eddy Merckx es solo la marca de la bicicleta que monta Nans Peters en la fuga, y no el nombre del mejor ciclista de la historia que en el mismo Ordu?a, hace casi 50 a?os, tuvo que inclinarse ante los ataques repetidos del rival que m¨¢s ganas le ten¨ªa, que era de Cuenca y se llamaba Luis Oca?a. Cuando se retir¨®, Merckx mont¨® una f¨¢brica de bicicletas y cuando un ni?o le compraba una sal¨ªa con ¨¦l a la Gran Plaza de Bruselas para ver c¨®mo le quedaba de talla y si rodaba bien.
Los viejos de la Vuelta, tambi¨¦n, como todos los abuelos en la vida, se rinden a su necesidad de dar lecciones. Valverde lo hace con un movimiento t¨¢ctico: entrando en la fuga, de 33 ciclistas nada menos, no solo obliga a trabajar al equipo de Carapaz, que no le pude dejar mucho espacio (iba d¨¦cimo, a tres minutos del ecuatoriano l¨ªder), tambi¨¦n act¨²a como cabeza de puente por si Soler o Mas, los dos de su equipo que est¨¢n mejor sitiados, atacan en Ordu?a, y, por si fuera poco, hasta puede ganar la etapa, que es una minicl¨¢sica en el fondo, lo que m¨¢s le gusta, y busca la victoria como lo hacen los mejores, y los chavalillos impetuosos tambi¨¦n, atacando de lejos, pero no hace camino.
La lecci¨®n de Froome, cuatro Tours, dos Vueltas, un Giro ganados, comienza cuando se remanga el maillot y tira como un gregario sabio en la parte m¨¢s desagradable, la de los falsos llanos que desgastan, y donde es f¨¢cil perder la paciencia y romper la continuidad de hormiga con la que hay que comportarse, y a su espalda Carapaz, un joven con los ojos y los o¨ªdos bien abiertos, se siente dichoso, y as¨ª lo dice luego, qu¨¦ lujo tener a este hombre trabajando para m¨ª, uno que ha hecho tanto y ha ganado tanto, y yo estoy todav¨ªa aprendiendo y ¨¦l me ense?a y nos transmite mucha confianza al equipo su sabidur¨ªa.
Y un tercer viejo, Michael Woods, se suma al m¨¢ster de ciclismo en que se ha convertido el d¨ªa con la mejor lecci¨®n, la del ataque en el ¨²ltimo kil¨®metro que descoloca a sus compa?eros y le da la victoria en la carretera de Villanueva de Valdegov¨ªa, donde el Pa¨ªs Vasco es ya casi Burgos, y huele a meseta, aunque a Woods y tambi¨¦n Valverde, que marchaba a su lado hasta entonces, y no pierde el deseo de ganar, quiz¨¢s les parezca que est¨¢n en Innsbruck, repitiendo la llegada el Mundial del 18 en sprint a cuatro. Entonces gan¨® el murciano y el canadiense qued¨® tercero. Pero Woods no falla esta vez, y Valverde lamenta no haber salido a su ataque, y Woods aprovecha para cantar las bellezas del Pa¨ªs Vasco y la bondad de su afici¨®n, a la que tanto echa de menos. Y muchos recuerdan que Woods fue tambi¨¦n un joven prodigioso, aunque no como ciclista sino como mediofondista, un arist¨®crata del atletismo que a los 18 a?os corr¨ªa la milla en menos de cuatro minutos y los 1.500m en menos de 3m 40s. Cuando se lesion¨® en la rodilla descubri¨® el ciclismo, con el que pudo seguir gozando del placer de competir y ganar.
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