Bartomeu deja al Bar?a con la soga al cuello
La reducci¨®n de la masa salarial es la prioridad de la gestora antes de unas elecciones con fecha tope en enero
La decisi¨®n de la Generalitat de no acceder a aplazar 15 d¨ªas el voto de censura contra la directiva del FC Barcelona sirvi¨® de coartada al presidente Josep Maria Bartomeu y a su junta para dimitir en bloque y eludir un refer¨¦ndum al que ten¨ªan p¨¢nico despu¨¦s de ser firmado por 19.532 socios. Bartomeu torpede¨® el proceso desde el d¨ªa que se autentificaron las firmas, el pasado 9 de octubre, con el argumento de que pretend¨ªa cerrar las cuentas con m¨¢s tiempo y menos limitaciones de las que tendr¨¢ la comisi¨®n gestora que se constituir¨¢ hoy con ocho miembros procedentes de la comisi¨®n econ¨®mica y disciplinaria del club y cuyo presidente ser¨¢ el economista Carles Tusquets (Barcelona, 1951). La condici¨®n de presidente de la comisi¨®n econ¨®mica supone por tanto que Tusquets deber¨ªa tener conocimiento tambi¨¦n de las cuentas del Barcelona.
A Bartomeu le preocupaba el vac¨ªo de poder que puede generar su salida y la dificultad que tendr¨¢ la gestora para celebrar unas elecciones a corto plazo ¡ªdispone de un m¨¢ximo de tres meses¡ª y tomar una serie de decisiones deportivas y econ¨®micas ¡°inaplazables y de gran abasto¡± en palabras del presidente del Bar?a. El reto es cerrar antes del 5 de noviembre un acuerdo en la mesa de negociaci¨®n para la adecuaci¨®n salarial de la plantilla y de los trabajadores del club, ¡°una medida que, si no se aplica, puede tener consecuencias muy graves en el futuro inmediato del club¡±, en palabras de Bartomeu.
Reducir 190 millones. El consejo de Bartomeu ha sido v¨ªctima de la grandilocuencia, la que le llev¨® a presentar un presupuesto de 1.047 millones para la temporada 2019-2020, el m¨¢s alto de una entidad deportiva, a los 828 millones previstos para el ejercicio 2020-2021 ¡ªel beneficio contabilizado ser¨ªa de un mill¨®n e incluye la asistencia de p¨²blico al estadio desde febrero de 2021¡ª. Las p¨¦rdidas del curso pasado ascienden a 97 millones y se estima que la deuda puede superar los 800 millones. N¨²meros que, en cualquier caso, exigen de inmediato reducir la masa salarial en 190 millones si se atiende a las cifras que manejaba ¨²ltimamente Bartomeu.
Las dudas de Messi. El club ha gastado 1.092,35 millones en fichajes desde 2015 y no ha conseguido compensar las salidas de Neymar, Xavi e Iniesta. Bartomeu se equivoc¨® al intentar cambiar pieza por pieza sin atender a la cultura futbol¨ªstica azulgrana, convertido el presidente en esclavo del ecosistema del vestuario (el mejor pagado de Europa: 392 millones). A pesar de renovar a Piqu¨¦, Ter Stegen, De Jong y Lenglet, a los que se ha reducido el salario a cambio de ampliar los contratos para aliviar los n¨²meros de la entidad, no ha conseguido despejar las dudas que tiene Messi. El argentino, que el pasado verano fue retenido contra su voluntad por el expresidente, puede negociar su futuro a partir de enero, cuando se celebrar¨¢n seguramente las elecciones a la presidencia. El 10 puede ser una carta ganadora para cualquier candidato si decide seguir en el Camp Nou. Aunque Messi ten¨ªa un problema con Bartomeu, cuando el jugador fue el gran icono del mandato del presidente, hoy parece m¨¢s dispuesto a irse que a quedarse.
El Bar?agate. Los Mossos mantienen abierta la investigaci¨®n sobre el contrato que el Barcelona firm¨® con I3 Ventures para monitorizar las redes sociales y difamar a los opositores y cr¨ªticos al tiempo que se cuestionaba a jugadores como Messi y Piqu¨¦. La dimisi¨®n de seis directivos y la acusaci¨®n de posible corrupci¨®n, expresada en la frase ¡°puede que alguien haya metido mano en la caja¡±, sacudi¨® el Camp Nou. Tampoco se ha cerrado la carpeta Neymar despu¨¦s de que el club ya fuera condenado por fraude fiscal y quedaran exonerados Bartomeu y el expresidente Sandro Rosell, una de las manchas que muchos socios no perdonan a los exmandatarios del Barcelona. La huida del brasile?o al PSG marc¨® un cambio dr¨¢stico de las relaciones del Bar?a con Qatar, patrocinador del club en 2010, enemigo desde que el club parisino fich¨® a Neymar. La judicializaci¨®n ha sido una constante de las dos ¨²ltimas juntas, fiscalizadoras por naturaleza desde la acci¨®n de responsabilidad emprendida contra Joan Laporta, el expresidente que seguramente se vuelva a presentar en 20.
Las elecciones. ¡°La gestora no tiene ninguna garant¨ªa de poder celebrar unas elecciones a corto plazo¡±, advirti¨® Bartomeu, al que sus opositores coincid¨ªan en considerar un tap¨®n para poder actuar y solucionar los problemas del Bar?a. Los comicios deber¨¢n ser convocados en un m¨¢ximo de 90 d¨ªas a partir de hoy, de manera que seguramente se celebrar¨¢n en enero, un mes antes de las elecciones auton¨®micas previstas para el 14 de febrero. Aunque ambas est¨¢n condicionadas por la evoluci¨®n de la pandemia, antes se conocer¨¢ al presidente del Bar?a que al de la Generalitat. Las relaciones de Bartomeu con el Govern han sido especialmente tensas desde el 1 de octubre de 2017, cuando el equipo azulgrana jug¨® a puerta cerrada contra el Las Palmas. El presidente no consigui¨® la complicidad de los Mossos ni del Govern que le ped¨ªa Javier Tebas, presidente de LaLiga, para suspender el encuentro ante las cargas policiales que se sucedieron aquel d¨ªa en Catalu?a. Los independentistas han desconfiado de Bartomeu en la misma medida que se le ha calificado de nacionalista desde Madrid.
El expresidente se?al¨® a la Generalitat en su adi¨®s del Bar?a. Tuvo una salida forzada, al igual que Josep Llu¨ªs N¨²?ez, Joan Gaspart y Sandro Rosell, mientras que Joan Laporta super¨® una moci¨®n de censura antes de agotar su mandato en 2010. ¡°Se me ha insultado y amenazado¡±, denunci¨® Bartomeu, que en su mandato intent¨® reconducir las relaciones con la familia Cruyff, punto de desencuentro desde la presidencia de Rosell, y acab¨® por anunciar proyectos que suenan a m¨²sica celestial como la Superliga, el Bar?a Corporate y la financiaci¨®n del Espai Bar?a. El problema es que ya nadie se lo tomaba en serio desde que en enero empez¨® a tocar teclas con el despido de Valverde.
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