Demb¨¦l¨¦ juega con capa
El extremo azulgrana, irregular como pocos, recupera su f¨²tbol de c¨®mic: una buena se?al para el Barcelona, que hace poco tem¨ªa no recuperarlo
No se sabe si viene del Universo Marvel, si convivi¨® con los X-Men o simplemente era un inquilino de la Rue del Percebe 13, pero la vida de Ousmane Demb¨¦l¨¦ parece sacada de un c¨®mic, otro Eric Castel que pretende hacer fortuna en el Barcelona. Irreal parece su comprensi¨®n del f¨²tbol como en su d¨ªa era la de Thomas M¨¹ller, que desesperaba a Pep Guardiola durante su periplo en el Bayern porque el alem¨¢n no hac¨ªa ni caso a las instrucciones t¨¢cticas pero siempre se sal¨ªa con la suya, olfato superdotado para el gol y poner la puntilla.
¡°No s¨¦ de esto¡±, bromeaba entonces Guardiola. Y algo parecido deben pensar los entrenadores que han dirigido a Demb¨¦l¨¦, futbolista an¨¢rquico donde los haya en un equipo que da poco margen a la imaginaci¨®n porque el ataque suele ser posicional, tambi¨¦n porque Messi es la frontera de cualquier ofensiva. Pero Demb¨¦l¨¦ va a la suya, sin dobleces ni remordimientos, rojo o negro, rien ne va plus. Frente a la Juve sali¨® cara. Puede que de chiripa, pero es solo un cap¨ªtulo del futbolista que juega con capa.
En un equipo que baila al ritmo de vals y se expresa con el pase diligente y preciso, que siempre tiene el concepto cruyffista del tercer hombre en la cabeza, Demb¨¦l¨¦ es puro rock&roll. Tanto le da que el resto se preocupe de ocupar los espacios de forma racional, de los desmarques de apoyo y ruptura que reclama el f¨²tbol azulgrana. En nada le ayuda su entorno, que le llena la cabeza con que es candidato para el Bal¨®n de Oro adem¨¢s de piropos, lejos de la cultura del esfuerzo y trabajo como en su d¨ªa le reclam¨® Piqu¨¦.
Pero es que para Demb¨¦l¨¦ el f¨²tbol se limita al arranque, frenada, quiebro y definici¨®n. No le van las paredes, dif¨ªcilmente entrega el bal¨®n a uno o dos toques, no se pone el traje de croupier porque la porter¨ªa le llama con luces de ne¨®n, ni act¨²a como un aspersor de centros. Solo le interesa la carrera vertical con la cabeza gacha, jugadas hom¨¦ricas imposibles para los mortales, aunque no para el 11 azulgrana, tan capaz de errar un pase de tres metros como de dejar sentado a cuatro rivales. Capaz, tambi¨¦n, de hacerlo en una misma jugada.
Algo as¨ª ocurri¨® en el Juventus Stadium, donde en el primer acto se resbal¨® en el c¨¦sped por tres ocasiones, la ¨²ltima con susto incluido porque se tiraba la mano al pubis. Pero el extremo estaba para otras cosas y fue Messi ¨Ccon el que Demb¨¦l¨¦ volvi¨® a disfrutar de un entendimiento que no se apreciaba desde hace tiempo- el que con un cambio de orientaci¨®n le dej¨® con espacio y tiempo, tambi¨¦n con el bal¨®n entre los pies, ya en la banda contraria. Un quiebro, otro m¨¢s y chut del extremo que toc¨® en la bota de Chiesa y acab¨® en la red de Szscesny, un gol sorprendente que sirvi¨® para batir al rival. J¨²bilo del 11, que se?al¨® a Leo a modo de agradecimiento, y recibi¨® el abrazo de sus compa?eros con la sonrisa puesta. Buena se?al para el Barcelona, que hace poco tem¨ªa no recuperarlo.
Resulta que el Bar?a, necesitado de dinero, le sugiri¨® en el ¨²ltimo d¨ªa del mercado anterior la posibilidad de ir al Manchester United, que le ofrec¨ªa un contrato a pr¨¦stamo. ¡°No quiso ni o¨ªr hablar de una cesi¨®n¡±, revelan desde el ¨¢rea deportiva azulgrana, comprensivos con su voluntad de disfrutar minutos aunque no tanto con que se hubiera marchado ese d¨ªa del entrenamiento nada m¨¢s pisar la ciudad deportiva. Nada nuevo, en cualquier caso, para un chico al que el club le ha puesto cocinero, ch¨®fer y hasta al ex director deportivo Abidal como asesor personal sin ¨¦xito, pues sigue siendo un verso libre. Por lo que le hicieron volver en el primer d¨ªa de fiesta para recuperar la sesi¨®n y le explicaron una vez m¨¢s que su futuro de azulgrana depend¨ªa de ¨¦l. Frente a la Juve, al contrario del horrible encuentro que realiz¨® ante el Getafe, pidi¨® quedarse; verdadero quebradero de cabeza para el rival.
Castigado por la reincidencia de sus lesiones musculares, Demb¨¦l¨¦ no ha conseguido tener regularidad de azulgrana. Con Koeman, que siempre da cabida a dos extremos, puede gozar de esa oportunidad, ahora que Griezmann no encuentra su sitio y Ansu Fati reclama el otro. ¡°Quiere triunfar en el Barcelona¡±, cuentan desde los despachos de la ciudad deportiva. De momento, lo hizo en Tur¨ªn hasta el minuto 65, cuando Ansu le dio el relevo. Puede que tuviera suerte, pero tambi¨¦n la busc¨®. M¨¢s que nada porque los superh¨¦roes no le temen a nada.
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