Roglic, el ciclista de granito, resucita por un segundo
El esloveno recupera el maillot rojo con 39s sobre Carapaz y 47s sobre Carthy tras imponerse en la contrarreloj gallega
Sobre el Mirador de ?zaro y su cascada que vierte directa al mar, en el monte de Pindo, grandes moles de granito y pinos y eucaliptos de repoblaci¨®n, se refugiaron durante la guerra los faucellas republicanos de la comarca, de la Galicia que siempre mira al mar, y eran como las piedras tan imponentes, tan duros, tan resistentes, qu¨¦ car¨¢cter, y brillan las piedras cuando reflejan el sol que se hunde en el Atl¨¢ntico, y las cabezas de todos los ciclistas que se empe?an en vencer a la gravedad pedaleando por sus caminos verticales tambi¨¦n son de granito, feldespato, cuarzo y mica impenetrablemente prensados, y a cabeza dura, dicen sus amigos, a Hugh Carthy no le gana nadie; y para cabezota, Primoz Roglic, que recupera el maillot rojo de l¨ªder en una contrarreloj tan parecida a la de la Planche des Belles Filles en la que perdi¨® el Tour hace un mes que observando sus primeros movimientos, sus primeras referencias, tan escasas con los escaladores Carapaz y Carthy, que era imposible no pensar en un nuevo catacrac que sentenciara para siempre la moral del esloveno.
Pero Roglic es de granito, o eso proclama en los dos kil¨®metros de ascensi¨®n final, en la que m¨¢s fuerte que ninguno, con un desarrollo dur¨ªsimo que hace que su pedalada pierda elegancia, y la cara de concentraci¨®n, y la mirada fr¨ªa del acero, y no parece tan pimpante como el ingl¨¦s y el ecuatoriano, tan ¨¢giles de tobillos, destroza a ambos, y dice: ¡°Tuve momentos de duda despu¨¦s del Tour, claro, pero la vida es una batalla contra uno mismo. Decido lo que quiero hacer y lucho por conseguirlo¡±.
A 43,3 kil¨®metros por hora de media Roglic gana, por 1s sobre el especialista norteamericano William Barta, la contrarreloj de su resurrecci¨®n, y con los 49s en que aventaja al que era l¨ªder, Carapaz, y los 25s a Carthy, manda concierta claridad en una clasificaci¨®n general de la Vuelta que, cumplidas 13 de sus etapas, tiene a los tres primeros en menos de un minuto. A la carrera le quedan tres d¨ªas de media monta?a, un final en alto (La Covatilla del s¨¢bado, en Salamanca), el sprint final de Madrid, y la amenaza de mal tiempo, fr¨ªo y lluvia que, para Pablo Lastras, director del Movistar de Enric Mas, el gran derrotado del d¨ªa, ser¨¢ fundamental en la batalla final que se espera.
Y casi m¨¢s que la igualdad entre los mejores (un hecho ya constatado en el pasado Giro, donde los dos primeros llegaron con el mismo tiempo a la contrarreloj final), o la aparici¨®n de un aspirante casi desconocido, Carthy, con el que no se contaba en las previas (y ya en el Giro se produjo tambi¨¦n el fen¨®meno, y por partida doble, Tao, el ganador, y Hindley, el segundo) es sorprendente la tremenda regularidad de los mejores: ya en la primera etapa, en Arrate, y en todos los finales en alto, salvo en Formigal en el que la lluvia, el fr¨ªo y la torpeza con el impermeable descabalgaron a Roglic, Roglic y Carapaz esprintaban por la victoria, y Carthy estaba ah¨ª, no muy lejos. Solo el irland¨¦s Dan Martin se ha descolgado del cuarteto que ha dominado todos los debates.
Roglic aventaja en la general a Carapaz en 39s y en 47s a Carthy, el ingl¨¦s de Preston, donde la Universidad de Lancashire, que se hizo ciclista en Pamplona y al que entrena el granadino Francis Cabello, que cuando empez¨® con ¨¦l le dijo, a¨²n est¨¢s muy crudo muscularmente, tienes que coger fuerza y te ir¨¢n cuatro o cinco a?os en ello, y hasta los 28 a?os no alcanzar¨¢s tu plenitud. Tiene 26 y quiz¨¢s sus m¨²sculos no sean a¨²n tan duros como su cabeza, y como su capacidad de sufrir sobre la bici, un dolor que solo delata sus ojos desencajados, y sus l¨¢grimas pedaleando. Aguanta el pulso con Roglic en el llano sinuoso de toboganes constantes junto a playas, muelles y calas, donde la fuerza, los vatios y el aerodinamismo de Roglic son superiores te¨®ricamente, y cede en la subida (ocho segundos en dos kil¨®metros), donde la delgadez extrema de sus largas piernas, tremendas palancas de saltamontes, deber¨ªa dar ventaja a Carthy. M¨¢s contradictorios son los n¨²meros de Carapaz, escalador por naturaleza, talante, cuerpo y peso, que se esfuerza para resistir en los 31 kil¨®metros a ras de costa con la cabra, trag¨¢ndose el viento tibio de cara, y la luz apag¨¢ndose lentamente (donde solo cede 20s al esloveno) y cede 29s en los dos kil¨®metros verticales que asciende, como todos los favoritos, con la bici ligera de los d¨ªas de monta?a.
¡°Me siento sorprendentemente superfuerte. Cada contrarreloj es una historia¡±, resume Roglic, que se encuentra de rojo y de granito a cinco d¨ªas de ganar su segunda Vuelta consecutiva. ¡°Pero, s¨ª, recordando lo de la Planche des Belles Filles me guard¨¦ fuerzas para el final, y tuve piernas, s¨ª, y pude hacer, por fin, lo que ten¨ªa planeado¡±.
Mas: ¡°Ha sido un desastre¡±
Enric Mas termin¨® quinto el Tour despu¨¦s de mostrarse s¨®lido y fuerte en la ¨²ltima semana, sobre todo en la contrarreloj final, y sigue quinto en la Vuelta, casi inamovible parece, y m¨¢s lejos del podio que nunca (a 2m 36s), despu¨¦s de una contrarreloj que no le sali¨® exactamente como esperaba. ¡°Ha sido un desastre¡±, resumi¨® el l¨ªder del Movistar y mejor espa?ol en la general. ¡°No he encontrado en ning¨²n momento ni ritmo ni posici¨®n. Hay d¨ªas buenos y d¨ªas malos, y este ha sido un d¨ªa de aprender para el futuro¡±.
Mas, de 25 a?os y l¨ªder de los j¨®venes, fue el ¨²nico ciclista que cambi¨® de bicicleta fuera de la zona marcada para ello (donde los mec¨¢nicos esperaban a pie para recoger la cabra y con la bici de escalar) preparada, sino unos metros m¨¢s adelante, tomando una bici de la baca del coche que le pas¨® su director, Jos¨¦ Luis Arrieta.
¡°Lo hicimos as¨ª, dentro de la legalidad, para ganar impulso¡±, explic¨® Lastras, director del equipo. La maniobra no debi¨® de gustar, sin embargo, mucho a los jueces, que multaron con 1.000 francos suizos a Arrieta ¡°por asomar su cuerpo fuera del veh¨ªculo¡±.
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