Nadal sucumbe al ¡®otro Par¨ªs¡¯
Los ca?onazos de Zverev apean al mallorqu¨ªn en las semifinales del adverso torneo de Bercy: 6-4 y 7-5, en 1h 39m: ¡°Aqu¨ª no hay ninguna maldici¨®n, la ¨²nica maldici¨®n es que otros han jugado mejor que yo¡±
Insuperable sobre la arcilla, Rafael Nadal sigue sinti¨¦ndose extra?o sobre la superficie r¨¢pida de ese otro Par¨ªs. No termina el campe¨®n de 20 grandes de cogerle el pulso a Bercy, territorio que por una raz¨®n y otra se le niega un a?o s¨ª y otro tambi¨¦n. Tradicionalmente se debe al calendario, situado el torneo a unas alturas de la temporada en las que el mallorqu¨ªn suele estar magullado o bien llega justo de f¨ªsico; esta vez, sin embargo, el que le trab¨® fue el magn¨ªfico Alexander Zverev, mejor adaptado al h¨¢bitat de la velocidad bajo techo: 6-4 y 7-5, en 1h 39m. El alem¨¢n se jugar¨¢ el t¨ªtulo este domingo (15.00, Movistar) contra Daniil Medvedev (6-4 y 7-6 a Milos Raonic).
Pese a la mejora antes del cruce de semifinales, Nadal cerr¨® una semana inc¨®moda en la que tuvo que remontar ante Feliciano L¨®pez y Pablo Carre?o, encontrando solo holgura frente a Jordan Thompson. Abatido de nuevo en Bercy, el ¨²nico Masters 1000 que no ha ganado junto a Miami y Shangh¨¢i, el n¨²mero dos regres¨® a Mallorca con la lecci¨®n aprendida y con deberes por hacer para afrontar con mejores perspectivas otro territorio adverso, la Copa de Maestros, a partir del d¨ªa 15 en Londres.
Tan genial como indescifrable, Zverev es un enigma. El alem¨¢n, ya una realidad despu¨¦s de sacar definitivamente los codos en la ¨¦lite del circuito, encuentra cobijo en las pistas despu¨¦s de varios episodios turbulentos esta temporada. En septiembre alcanz¨® su primera final de un grande, en Nueva York, pero antes fue noticia por saltarse a la torera la cuarentena y en los ¨²ltimos tiempos se ha visto salpicado por varios l¨ªos personales que parecen no haberle afectado demasiado. Raqueta en mano, se abstrae de todo. Ven¨ªa a lomos de una optimista secuencia de 11 victorias y dos t¨ªtulos (ambos en Colonia), y confirm¨® su estado de gracia ante Nadal, que durante un buen rato solo pudo observar y cazar moscas, porque la bola de Sascha vuela a una velocidad de v¨¦rtigo.
Si est¨¢ entonado, Zverev es oro. Y, desde hace medio a?o, trabaja a las ¨®rdenes de alguien que se conoce al dedillo el libreto de la profesi¨®n, un devoto del tenis que ahora trata de aportarle orden a uno de los proyectos m¨¢s atractivos. David Ferrer se las sabe todas y conoce a fondo los entresijos del juego del balear. Sabe bien que, ante Nadal, solo vale ir con todo y no mirar un solo instante hacia atr¨¢s. Lo aplic¨® su chico y el alem¨¢n se apunt¨® un triunfo de post¨ªn, el segundo que firma contra el espa?ol despu¨¦s de vencerle el curso pasado en la fase de grupos del Masters de Londres. Si entonces el mallorqu¨ªn fue presa de sus propios errores, esta vez asisti¨® a un festival.
Le martille¨® Zverev sin consuelo. El joven (23 a?os) impuso su palanca desde el arranque y oblig¨® al balear a un ejercicio constante de bloqueos, a una defensa tras otra. Le birl¨® un break en blanco, al tercer juego, y durante todo el primer parcial naveg¨® con viento a favor, resolviendo los puntos con autoridad y sin titubeos. Habitualmente quebradizo, Sascha se mantuvo firme y cerr¨® la primera manga con una estilosa dejada, se?al inequ¨ªvoca de confianza. Antes hab¨ªa firmado un 86% de productividad con los primeros saques, cediendo solo tres puntos y habiendo firmado nueve aces. Nadal guerreaba, pero iba a remolque y se resignaba ante el bombardeo del rival.
Hasta entonces, el de Manacor hab¨ªa restado un par de pasos por detr¨¢s de la l¨ªnea, en un intento de no perder metros y ser lo m¨¢s agresivo posible. Al fallar el plan, maniobr¨® y recul¨® hacia el muro para coger impulso, empezando a obtener r¨¦ditos tambi¨¦n con el rev¨¦s cortado que suele enredar a los gigantones como Zverev. La variable estrat¨¦gica le permiti¨® recortar terreno y empez¨® a amenazar de verdad, interrumpiendo el ritmo elevado del alem¨¢n. Aun as¨ª, Zverev evit¨® cualquier tipo de tembleque. No solo no se arrug¨®, sino que dio otro bocado (para 2-1) y a continuaci¨®n abort¨® dos opciones de break.
Nadal, que de resistencia sabe un poco, se vio con el agua al cuello y se revolvi¨®. Pese a estar poco inspirado al resto, equilibr¨® para 4-4, pero Zverev no perdi¨® en ning¨²n momento el sitio ni el buen color. Pese a desperdiciar cuatro bolas para ponerse con 5-2 y saque, el siete del mundo sigui¨® a lo suyo y contratac¨® en la recta final para desnivelar definitivamente y certificar, mediante una buena andanada de ganadores, el adi¨®s del espa?ol a ese otro Par¨ªs que se le esfuma un a?o tras otro.
¡°ENTEND? TARDE C?MO TEN?A QUE RESTAR¡±
En sus ocho participaciones en Bercy, el balear siempre se ha garantizado los cuartos. Sin embargo, ha cedido cuatro veces en las semifinales y perdi¨® la final de 2007 contra David Nalbandian.
¡°No hay ninguna maldici¨®n aqu¨ª. Es un Masters 1000 en una superficie dif¨ªcil y es el primer torneo indoor que juego este a?o. No nos enga?emos: no ganar un Masters 1000 no es nada anormal. No hay ninguna maldici¨®n, la ¨²nica maldici¨®n es que otros han jugado mejor que yo¡¡±, argument¨® Nadal.
¡°Me han faltado algunos ajustes, pero no ha sido una semana negativa. Por momentos he jugado buen un tenis y debo quedarme con eso. Tengo m¨¢s de una semana por delante [para el Masters] y creo que estar¨¦ listo. Tengo que mejorar un poco el resto y el rev¨¦s, y puedo sacar a un nivel un poco m¨¢s alto. Con un poco m¨¢s de resto y un poco m¨¢s de confianza en el rev¨¦s, no voy desencaminado¡±, continu¨®.
Respecto al duelo, expres¨®: ¡°He jugado contra un rival muy en forma, y creo que he jugado mejor que otros d¨ªas. No he jugado mal. Quiz¨¢ entend¨ª demasiado tarde la forma en la que ten¨ªa que restar. He luchado hasta el final y me ha faltado un poco. Hay cosas positivas y otras no tanto. Con eso empiezo a preparar el ¨²ltimo torneo del a?o para m¨ª¡±.
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