Jamie Vardy, la estrella que surgi¨® de la nada
El delantero masca tabaco, desayuna con Red Bull y diluye caramelos en botellas de vodka para beberlo a palo seco
A los 25 a?os, Jamie Vardy no era nadie en el mundo del f¨²tbol: jugaba en el Fleetwood Town, en el sexto nivel de la pir¨¢mide futbol¨ªstica inglesa, equivalente a la Regional Preferente en Espa?a. Dos a?os despu¨¦s era campe¨®n de Segunda con el Leicester City y otros dos a?os m¨¢s tarde campe¨®n de la Premier, internacional con Inglaterra, Jugador del A?o para la Asociaci¨®n de Periodistas, miembro del 11 de gala de la liga, octavo en el Bal¨®n de Oro¡
Vardy naci¨® en 1987 en Hillsborough, en la mitad pobre de la industriosa ciudad de Sheffield, hijo de un operario de gr¨²as y una oficinista. Futbolero desde ni?o, era hincha ac¨¦rrimo del Sheffield Wednesday, con el que jug¨® de cr¨ªo hasta que el club prescindi¨® de ¨¦l al cumplir 16 a?os porque consideraban que era demasiado bajito para ser futbolista. Dej¨® el f¨²tbol y la escuela y se puso a trabajar en una f¨¢brica de f¨¦rulas m¨¦dicas de fibra de carbono por 30 libras a la semana, pero al cabo de ocho meses volvi¨® al f¨²tbol en las categor¨ªas de aficionados. Primero en el Stocksbridge Park, luego en el Halifax Town antes de llegar en 2011 al Fleetwood Town. Enjuto y r¨¢pido (aunque no bajito: mide 1,79), su capacidad goleadora (57 goles en dos temporadas) llam¨® la atenci¨®n de Nigel Pearson, entonces entrenador del Leicester City, que se lo llev¨® por un mill¨®n de libras. Lo dem¨¢s es historia. Tras un a?o de adaptaci¨®n a un nivel que de entrada le vino grande, luego fue el hombre clave del Leicester City para ser campe¨®n de Segunda en 2014 y de la Premier en 2016.
Menudo, inteligente, ¨¢gil, rapid¨ªsimo, gran piscinero, capaz de desaparecer ante los ojos del defensa que le marca y reaparecer cuando ya le ha ganado la posici¨®n, los que saben de esto dicen que Vardy disfruta especialmente sacando de quicio a los equipos que juegan con la defensa muy adelantada. Como los de Pep Guardiola, contra los que ha marcado 10 goles, tres de ellos en septiembre pasado en el Etihad, cuando el Leicester arroll¨® al City (2-5), un triplete en un partido en el que solo toc¨® el bal¨®n 21 veces (aunque dos de ellas, es cierto, desde el punto de penalti).
Su capacidad de ahorro energ¨¦tico es otra de sus cualidades. Ya no corre en vano como antes y lo hace mucho m¨¢s sin bal¨®n que con bal¨®n, abriendo huecos para sus compa?eros mientras el ¨²ltimo defensa, al que Vardy ya le ha ganado la espalda, le busca desesperadamente.
Su car¨¢cter es tan fuerte en el campo como fuera de ¨¦l. Nunca se ha sentido a gusto siendo como los dem¨¢s. Cualquier futbolista que a los 25 a?os estaba en regional y a los 29 en el candelero, hubiera saltado a un grande del f¨²tbol a la primera oportunidad. ?No Jamie Vardy! El Arsenal lleg¨® a un acuerdo con el Leicester City en 2016 para ficharle, pero ¨¦l decidi¨® quedarse a pesar de que Ars¨¨ne Wenger le visit¨® dos veces en el hotel donde Vardy estaba concentrado con Inglaterra durante la Eurocopa de Francia. ¡°Fue una decisi¨®n muy f¨¢cil. Tanto la cabeza como el coraz¨®n me dec¨ªan que me quedara en el Leicester¡±, explic¨® el delantero.
Luego est¨¢ el otro Vardy. El que masca tabaco, desayuna con Red Bull porque cree que es mejor t¨®nico que el gimnasio (¡°si voy al gimnasio soy m¨¢s lento. Levantar pesas no es para m¨ª¡±) y diluye caramelos en botellas de vodka para beberlo a palo seco. El Vardy condenado por una pelea en 2007 y el que en 2015 en un casino le espeta tres veces ¡°Oye t¨², japo, al¨¦jate¡±, a un joven oriental que parec¨ªa m¨¢s interesado de la cuenta en ver sus cartas.
Este domingo, con cerca ya de 34 a?os, marc¨® un penalti y fall¨® otro. Suficiente para derrotar al Wolves (1-0) y llevar a su Leicester al liderato de la Premier, un punto por encima del Liverpool y el Tottenham.
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