La Liga m¨¢s seca
El torneo espa?ol, el m¨¢s prol¨ªfico en ataque de la pasada d¨¦cada, se convierte en el m¨¢s conservador de Europa con el promedio m¨¢s pobre de remates y goles
La Liga pierde gol. La competici¨®n que a lo largo de las ¨²ltimas tres d¨¦cadas fue sin¨®nimo de innovaci¨®n al servicio del f¨²tbol de ataque emite se?ales, desde hace a?os, de una progresiva sequ¨ªa en las ¨¢reas. Caen a pique los registros de ocasiones generadas, remates y goles, y en las listas de m¨¢ximos artilleros de Europa brillan cada vez menos los nombres de los representantes de clubes espa?oles. La ausencia de p¨²blico en los estadios debido a la pandemia de covid-19 ha acentuado la tendencia decreciente de un valor que suele repercutir directamente en la rentabilidad de la industria. Se cumple un a?o desde que la Liga es el torneo con menos ¨ªndice de goles por partido de toda Europa.
¡°Nos est¨¢n tomando la delantera¡±, lamenta Felipe Mi?ambres, director deportivo del Celta. ¡°Hasta Italia ha cambiado el concepto. Ves la Serie A y ves partidos abiertos, donde se hacen muchos goles y muchas ocasiones; y en Espa?a vamos un poco al rev¨¦s¡±.
A la cabeza de una de las mayores transformaciones culturales de la historia del f¨²tbol, la Serie A italiana ha pasado de ser el torneo m¨¢s ¨¢rido del mundo al m¨¢s florido. Desde hace un a?o, Italia acoge el campeonato donde se marcan m¨¢s goles. Seg¨²n informes de Opta, en lo que va de campa?a la Serie A registra una media de 3,4 goles y 25,4 remates totales de promedio por partido. Le sigue la Bundesliga con 3,2 goles y 25,1 remates; y la Premier con 3,1 goles y 23 disparos por encuentro. A la cola del pelot¨®n de las grandes competiciones nacionales va la espa?ola, con 2,4 goles y 21 tiros de media por partido. El nuevo escalaf¨®n se mantiene inalterable desde hace un a?o natural.
Nunca en lo que va de siglo hubo menos de tres goleadores de la Liga en la lista de los 20 primeros artilleros de Europa al cabo de una temporada. A pesar de que el curso acaba de comenzar, los indicios son sombr¨ªos. Hoy, el primer jugador adscrito a un club de la Liga en el ranking de definidores europeos es Mikel Oyarzabal. Ocupa el puesto 26? con seis tantos.
No es casual que Oyarzabal juegue en la Real Sociedad. La Real es uno de los pocos equipos en la Primera espa?ola que desarrolla sin subterfugios el modelo del 4-3-3 que tanto contribuy¨® a convertir al Bar?a en el club de referencia mundial hace una d¨¦cada, empujando al f¨²tbol espa?ol a su era dorada. Con 20 goles a favor, la Real no solo es el equipo m¨¢s prol¨ªfico del campeonato. Despu¨¦s de nueve jornadas se ha encaramado a la cabeza de la clasificaci¨®n de la mano de Imanol Alguacil, un entrenador que jam¨¢s plantea los partidos como una mera reacci¨®n a lo que decida hacer el oponente. Cuando Alguacil programa los ataques no anticipa el contragolpe del adversario formando un doble pivote ¡ªcomo hacen la mayor¨ªa de sus colegas¡ª porque as¨ª limitar¨ªa el avance de sus futbolistas.
Para poder hacer un gol primero hay que generar; y hay que generar bien. Nosotros estamos generando mucho y bien, pero adem¨¢s hay que estar acertado porque los rivales te obligan a hilar cada vez m¨¢s finoImanol Alguacil, entrenador de la Real Sociedad, equipo m¨¢s goleador de la Liga
¡°Para poder hacer un gol primero hay que generar; y hay que generar bien¡±, explica Alguacil, cuando le preguntan por la crisis goleadora espa?ola. ¡°Nosotros estamos generando mucho y bien, pero adem¨¢s hay que estar acertado porque los rivales defensivamente trabajan muy bien y te obligan a hilar cada vez m¨¢s fino. En Liga, la Real tiene un porcentaje goleador alto, pero podr¨ªa ser mayor por las ocasiones que hemos tenido. Y eso no solo nos pasa a nosotros. He visto partidos de Liga con much¨ªsimas ocasiones de gol, que bien porque el portero o la defensa rival lo ha hecho bien, no se han concretado. Le ha ocurrido al Madrid y al Bar?a que no han estado tan efectivos como otros a?os¡±.
Alguacil apunta a la depresi¨®n del Madrid y el Bar?a, las locomotoras naturales de la competici¨®n. Tambi¨¦n se?ala otro factor: en Espa?a las defensas son cada d¨ªa m¨¢s impenetrables. Seg¨²n Felipe Mi?ambres, esto no sucede por casualidad. Tras la revoluci¨®n del Bar?a de Guardiola, coronada en 2011 con la conquista de la Champions en Wembley, se ha producido un reflujo. Una reacci¨®n conservadora. ¡°Nosotros hasta hace 15 a?os est¨¢bamos en diferentes aguas, en diferentes l¨ªneas¡±, dice Felipe. ¡°No ten¨ªamos un estilo implantado hasta que encontramos una forma de jugar que nos hizo ganar. Pero eso se ha ido perdiendo por el camino. Y ahora la Liga es m¨¢s de esperar errores del contrario que de hacer cosas para ganar¡±.
Los tres grandes de la Liga impulsaron la nueva ola desde sus banquillos. El t¨¦cnico del Madrid, Zinedine Zidane, fue disc¨ªpulo de Marcelo Lippi; y el t¨¦cnico del Atl¨¦tico, Diego Simeone, se sinti¨® fascinado por Luigi Simoni. Ambos lo reconocen abiertamente. Aprendieron m¨¢s de t¨¢ctica en la vieja escuela italiana que en Espa?a. Algo parecido le sucede a Ronald Koeman, cuya Holanda fue m¨¢s deudora del PSV de Hiddink que del Ajax de Ten Hag.
Aqu¨ª los equipos m¨¢s propositivos tambi¨¦n han preferido asumir menos riesgos y vivir m¨¢s de los errores del contrario. A diferencia de otras Ligas, en Espa?a lo normal no es ver un partido con muchas transicionesFelipe Mi?ambres, director deportivo del Celta de Vigo
¡°Aqu¨ª lo normal es encontrarte equipos mucho m¨¢s estrechos, cerrados, dif¨ªciles de sorprender¡±, observa Felipe. ¡°Muchos de esos equipos han conseguido as¨ª muy buenos resultados y no tienen por qu¨¦ cambiar. Lo cierto es que los equipos m¨¢s propositivos tambi¨¦n han preferido asumir menos riesgos, dar un poco menos y vivir m¨¢s de los errores del contrario. As¨ª vas quitando cada temporada una fracci¨®n m¨¢s de riesgo y al final te quedas sin nada. A diferencia de otras Ligas, en Espa?a lo normal no es ver un partido con muchas transiciones¡±.
En la temporada 2018-19, tanto en la Serie A como en la Premier se metieron una media de 2,7 goles por encuentro, mientras que en Espa?a el promedio no super¨® los 2,6. Desde entonces la brecha se ha agrandado. Demetrio Albertini, dirigente de la federaci¨®n italiana y exjugador del Milan y el Bar?a, admite que el f¨²tbol italiano se espa?oliz¨®. ¡°Ahora en Italia se hacen m¨¢s goles por dos razones¡±, dice; "porque en la Serie A los ¨¢rbitros est¨¢n pitando m¨¢s penaltis, con la ayuda del VAR; y porque el f¨²tbol italiano est¨¢ acostumbr¨¢ndose a jugar un poquito m¨¢s abierto, como el espa?ol y el ingl¨¦s. Creo que la raz¨®n principal es el cambio de mentalidad de los jugadores. Primero porque en la Serie A hay muchos extranjeros que quieren jugar m¨¢s al ataque; segundo porque la propia mentalidad de los jugadores italianos ha cambiado respecto a dos d¨¦cadas atr¨¢s. Ya no somos tan defensivos. Lo ves en la selecci¨®n italiana. Juegan un f¨²tbol diferente al que yo jugu¨¦, con muchos centrocampistas peque?os, como Verratti o Barella, que quieren controlar el bal¨®n y hacer muchas transiciones¡±.
En Espa?a el conservadurismo no siempre es evidente. Por razones de pol¨ªtica de imagen, en el pa¨ªs que presume de f¨²tbol alegre son pocos los entrenadores como Simeone o Cervera, del C¨¢diz, que admiten abiertamente que les gusta cerrarse atr¨¢s. Las precauciones se profundizan entre aquellos que proclaman que quieren tener la posesi¨®n. Consecuentemente, en Espa?a cada vez se dan m¨¢s pases y se avanza menos.
Marcelino Garc¨ªa Toral, exentrenador del Villarreal y el Valencia, propone una hip¨®tesis. ¡°Sin p¨²blico, los jugadores est¨¢n m¨¢s est¨¢ticos¡±, se?ala. ¡°Hay ciertos campos donde el p¨²blico no acepta bien el juego de posesi¨®n intrascendente y, como la gente empuja, se ven menos pases y m¨¢s finalizaciones. Es l¨®gico. Con la pandemia eso no sucede. Ahora hay partidos que se parecen a entrenamientos. Se toca el bal¨®n y en el momento de la progresi¨®n lo pierden, la coge el otro, toca y en el momento de progresi¨®n la vuelve a perder. Las ¨¢reas se pisan menos. Si no hay p¨²blico coges y dices: ¡®?hala, juego c¨®modo!¡¯. El rival se posiciona pero no te presiona y t¨² tienes pases sencillos sin progresi¨®n¡±.
Marcelino apunta un condicionante. Pero hay m¨¢s. La euforia del pase se dispar¨® mucho antes de que el coronavirus vaciara los estadios. Si en la d¨¦cada que precedi¨® al Mundial de Rusia en la Liga se daban una media de 820 pases por partido, desde entonces la media ha escalado progresivamente hasta los 870 pases por encuentro. Simult¨¢neamente, los goles han comenzado a escasear.
¡°En Espa?a hay una inclinaci¨®n a tocar el bal¨®n sin buscar tanto la profundidad¡±, dice Jonas Boldt, director deportivo del Hamburgo. ¡°Esto hace que haya menos transiciones. Los otros campeonatos persiguen la profundidad con m¨¢s frecuencia, y esto conlleva acciones de m¨¢s intensidad y puede que se produzca m¨¢s cansancio, y m¨¢s r¨¢pido, en los jugadores. El cansancio desorganiza las defensas. De ah¨ª que se hagan m¨¢s goles¡±.
En Espa?a hay una inclinaci¨®n a tocar el bal¨®n sin buscar tanto la profundidad. Los otros campeonatos persiguen la profundidad con m¨¢s frecuencia y esto conlleva m¨¢s cansancio y m¨¢s desorden en defensaJonas Boldt, director deportivo del Hamburgo
En la estela del hormig¨®n que hizo c¨¦lebre al Atl¨¦tico de la pasada d¨¦cada, reproduciendo el doble pivote de Casemiro y Kroos, o incluso formando un 4-4-2 como el que habr¨ªa montado Ernesto Valverde con Busquets y Vidal, los equipos que han ascendido a la Liga han reflejado el modelo de los ¨²ltimos campeones.
¡°Hace a?os los que sub¨ªan de Segunda no estaban t¨¢cticamente tan preparados como ahora¡±, opina Luis Milla, el c¨¦lebre mediocentro del Bar?a y el Madrid de los 90. ¡°Antes los reci¨¦n ascendidos eran los m¨¢s goleados. Ahora la tendencia es diferente. Si exceptuamos la visita al Wanda, es raro que le metan goles al C¨¢diz. Los entrenadores tienden cada vez m¨¢s a darle mucha importancia a la porter¨ªa a cero. Se trabaja mucho lo defensivo, la organizaci¨®n, que los equipos est¨¦n compactos, y esto hace que los partidos se traben. En otra ¨¦poca prevalec¨ªa m¨¢s una idea m¨¢s ofensiva¡±.
La Liga pierde goles a chorros desde hace tres temporadas. Tambi¨¦n por la v¨ªa del mercado. El baj¨®n coincide con el ¨¦xodo de Neymar al PSG, en 2017, y la marcha de Cristiano Ronaldo a la Juventus en 2018, por no citar casos como el de Ben Yedder, que dej¨® el Sevilla por el M¨®naco en 2019. La sangr¨ªa se prolong¨® el pasado verano. En busca de liquidez, en plena crisis derivada de la covid-19, los clubes ofrecieron lo m¨¢s atractivo de sus plantillas: sus goleadores. El Madrid se deshizo de Bale, James y Mayoral; Morata, el nueve de la selecci¨®n, fue traspasado por el Atl¨¦tico a la Juve, y Rodrigo fue vendido por el Valencia al Leeds, siguiendo los pasos de Ferr¨¢n Torres, que ahora exhibe su vena goleadora en el City.
Neymar, Cristiano, Rodrigo... Empiezas a contar y te pueden hacer m¨¢s de 60 goles por temporada. Si sumas los centrocampistas que se han ido a Inglaterra o a otras ligas, quitas nivel a tu competici¨®nLuis Milla, exseleccionador sub-21
¡åEn los ¨²ltimos tres a?os se han ido jugadores importantes, y varios de ellos atacantes", advierte Milla, que como responsable de las categor¨ªas inferiores de la federaci¨®n midi¨® el alcance y los l¨ªmites del yacimiento de goles en la cantera nacional. ¡°Cristiano, Rodrigo Moreno y Neymar, por ejemplo. Empiezas a contar y estos entre todos te pueden hacer m¨¢s de 60 goles por temporada. Si sumas los centrocampistas que se han ido a Inglaterra o a otras ligas, quitas nivel a tu competici¨®n¡±.
No siempre son las Ligas las que promueven a sus estrellas. En la mayor¨ªa de los casos, las figuras resultan mucho m¨¢s dif¨ªciles de sustituir que de vender. Desde la temporada 2012-13, cuando Messi, Cristiano, Falcao, Negredo y Soldado se situaron entre los diez m¨¢ximos anotadores del continente impulsando al Bar?a, al Madrid, al Atl¨¦tico, al Sevilla y al Valencia a posiciones de relieve, la presencia espa?ola en la tabla de artilleros ha declinado.
A la conclusi¨®n de la temporada pasada no figur¨® ning¨²n atacante de la Liga entre los cuatro primeros goleadores de Europa. El m¨¢s destacado, Lionel Messi, sum¨® 25 goles, por debajo de Werner (28), Cristiano (31), Lewandowski (34) e Immobile (36).
Durante una d¨¦cada los cuatro primeros puestos de la tabla de goleaores europeos estuvieron casi monopolizados por delanteros de la Liga. Un descenso como el actual no se registraba desde la temporada 2001-02, cuando Trist¨¢n fue d¨¦cimo del r¨¢nking con 21 goles, Morientes 17? con 18 y Kluivert 18? con 18. Antes de la llegada de Ronaldo Nazario y Ronaldinho, y antes del surgimiento de Samuel Eto¡¯o. Cuando en Europa mandaban la Serie A y la Premier, y las tablas de goleadores alumbraban a Henry, Trezeguet o Van Nistelrooy.
Ni con nocturnidad ni con alevos¨ªa. Antes y despu¨¦s de la pandemia. Con y sin VAR. La Liga mut¨® sutilmente, a la luz de los focos, en vivo y en directo, frente a la audiencia global. Dej¨® de ser el campeonato m¨¢s goleador de Europa y se convirti¨®, entrado 2020, en el m¨¢s cauteloso.
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