Fallece Josep Llu¨ªs Vilaseca, hombre clave en los Juegos del 92 y en el Bar?a

Josep Llu¨ªs Vilaseca (Barcelona, 1930) vivi¨® muchos a?os, hasta 90, el tiempo necesario para una obra ingente que si no se alarg¨® m¨¢s fue porque sus problemas de visi¨®n le llevaron a mal traer, viudo desde hace poco por la muerte de su esposa Elena. No hab¨ªa acto institucional vinculado al deporte que se celebrara en la ciudad o en el pa¨ªs al que no fuera invitado porque su presencia dignificaba cualquier gala, palco o jurado, decisivo en la pol¨ªtica de descentralizaci¨®n del deporte catal¨¢n despu¨¦s de posibilitar que el Bar?a se convirtiera en m¨¦s que un club con la senyera de Johan Cruyff en los a?os setenta y Barcelona fuera capital mundial durante los Juegos Ol¨ªmpicos de 1992.

Los proyectos m¨¢s ambiciosos necesitan de personajes humildes e inteligentes como el de Vilaseca. Aspir¨® y consigui¨® el ¨¦xito colectivo a partir de una actitud individual irreprochable, como corresponde a uno de los mejores mediadores, hombre de consenso por excelencia, imprescindible en los proyectos cumbre del deporte, igual de estimado en Catalu?a que en Espa?a y en Europa. Las peores negociaciones flu¨ªan cuando comparec¨ªa su sombra discreta, propia de los que saben estar y hacer, pendientes del objetivo com¨²n en un mundo de egos, dado a los galardones individuales, bien diseccionado por Vilaseca.

Apreciado como jurista, licenciado en derecho por la Universidad de Barcelona y miembro del Colegio de Abogados de Barcelona, fue secretario del consejo de administraci¨®n de Banca Catalana, fundador de Converg¨¨ncia Democr¨¤tica de Catalunya y estuvo muy vinculado a Jordi Pujol. Tuvo trato directo con el que fue presidente de la Generalitat desde que fue nombrado Secretari General d¡¯Esports en 1980 hasta 1995. Gerard Figueras, quien hoy ocupa el cargo al frente del deporte catal¨¢n, lleg¨® a decir: ¡°Si llegamos a la suela de sus zapatos nos podemos dar por bien pagados¡±, afirmaci¨®n a la que este s¨¢bado, tras conocerse su fallecimiento, ha dado continuidad: ¡°Es el padre del sistema deportivo de Catalu?a¡±.

El traspaso de competencias a las comunidades aut¨®nomas favoreci¨® que en el mandato de Vilaseca se construyeran m¨¢s de mil equipamientos, mejoraran el INEF y la Blume y se creara el CAR de Sant Cugat. Moderniz¨® las infraestructuras y entendi¨® muy bien el funcionamiento de las sociedades mixtas, quiz¨¢ por su tiempo de presidente de la Agrupaci¨® M¨²tua, decisivo tambi¨¦n en la vertebraci¨®n del deporte a trav¨¦s de las federaciones y los clubes, miembro del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Espa?ol y vicepresidente adem¨¢s del Comit¨¦ Organizador COOB-92. La intervenci¨®n de Vilaseca en los distintos organismos espa?oles e internacionales fue decisiva para que Barcelona organizara los Juegos de 1992.

?rbitro por excelencia

Ten¨ªa muy buenos contactos e influencia y siempre era propuesto para cargos delicados que exig¨ªan una buena intermediaci¨®n: fue presidente del Tribunal Espa?ol de Arbitraje Deportivo y miembro y presidente de la Comisi¨®n Jur¨ªdica y de Disciplina de la UEFA. Hu¨ªa en cambio del protagonismo, incluso a veces se inscrib¨ªa en los hoteles con su segundo apellido ¡ªGuasch¡ª para no ser localizado y descart¨® optar a la presidencia del Bar?a. Vilaseca prefiri¨® ser directivo azulgrana en tiempos de Agust¨ª Montal y Raimon Carrasco (1969-1977), momentos de divulgaci¨®n de la causa catalana durante los actos del 75 aniversario de la entidad, del informe de los falsos oriundos y del fichaje de Johan Cruyff.

El talante de Vilaseca fue capital incluso ante la Secretaria de Estado para el Deporte para impedir que el Barcelona se convirtiera en Sociedad An¨®mima Deportiva. Y si no logr¨® que se eliminaran los avales para cubrir posibles p¨¦rdidas fue porque su intento se fren¨® desde la directiva del Bar?a. Ten¨ªa mano de santo y tambi¨¦n una iron¨ªa fina que le permit¨ªa tutear a Alfonso de Borb¨®n cuando era presidente del COE. Hombre recto, riguroso, honesto y de fuertes convicciones, recibi¨® distinciones como La Creu de Sant Jordi, la Orden del M¨¦rito de la UEFA y la medalla de oro de Barcelona, y fue diputado al Parlament de Catalunya por CiU en 1995.

A su vocaci¨®n de servidor p¨²blico y referente c¨ªvico, alejado del sectarismo, uni¨® la voluntad de fer pa¨ªs sin disimulo y tambi¨¦n sin moralejas, respetado en distintos foros ideol¨®gicos, feliz desde que Gen¨ªs Sinca escribi¨® sus memorias en un libro titulado Que consti en acta (2014). ¡°Pasaba inadvertido, camuflado entre personalidades (...) Aquella elegancia sobria y atenta (...) que remataba la imagen de eficacia y control (...) de omnipresencia, absolutamente discreto, hasta cierto punto distante, casi n¨®rdica, pero jam¨¢s altiva y totalmente modesta¡±, son palabras del pr¨®logo firmado por Pep Guardiola.

Muy cordial y dialogante, Vilaseca dominaba el tempo y las formas, como los mejores diplom¨¢ticos, todo un se?or, pal de paller del deporte en Catalu?a.