Dustin Johnson arrasa en el templo de Tiger Woods

?20 golpes bajo par! ?En el Masters de Augusta! ?20! Dustin Johnson tir¨® por tierra el r¨¦cord del marcador m¨¢s bajo en la historia del ¨²nico grande que se juega siempre en el mismo campo. El templo qued¨® arrasado. El monumental registro con el que Tiger Woods estamp¨® la revoluci¨®n de 1997, los -18 que Jordan Spieth se atrevi¨® a igualar en 2015, es cosa del pasado. El n¨²mero uno del mundo, Dustin Johnson, ha sido el ejecutor. El estadounidense se abrig¨® a los 36 a?os con su primera chaqueta verde, y su segundo grande tras el US Open de 2016, con cinco golpes de ventaja sobre el australiano Cameron Smith (incre¨ªble tambi¨¦n su marca: primer jugador en la historia del Masters que acaba las cuatro jornadas en los 60 golpes, ?y no gana!) y el coreano Sungjae Im. Jon Rahm, en una jornada loca, rem¨® y rem¨® y se apunt¨® otro puesto de honor, s¨¦ptimo a 10 golpes del extraterrestre Johnson. En cuatro excursiones en Augusta, ha sido top ten en las tres ¨²ltimas (cuarto, noveno y s¨¦ptimo). Augusta est¨¢ en su destino. Los -10 del vasco son, curiosamente, la misma tarjeta que entreg¨® el a?o pasado. Entonces se qued¨® a tres golpes de Tiger Woods, un pellizco. Este domingo, a 10 de Johnson, un mundo.

Doble sesi¨®n de historia. Por el r¨¦cord y porque no hab¨ªa ni un solo aficionado para verlo en directo, desnudo el campo en estos tiempos de deporte en la intimidad. El Masters del silencio ha sido una cruda raci¨®n de realidad. Hace un a?o, Tiger meti¨® el ¨²ltimo putt en el 18 en medio de una locura desbordante. El mito hab¨ªa regresado de la muerte para conquistar su 15? grande 11 a?os despu¨¦s del anterior. Fue el ¨¦xtasis. Los aficionados eran conscientes de vivir un momento ¨²nico, la atm¨®sfera era el¨¦ctrica y Woods lloraba abrazado a su hijo. Hoy parecen recuerdos lejanos. Este domingo, en un Masters sin alma, Tiger entr¨® en ese mismo green con su misma camiseta roja y su misma gorra negra de Nike, pero la fiesta era un funeral. El silencio era aterrador. Woods pate¨® para cerrar la jornada cuatro sobre el par, -1 en total, y esper¨® en medio de la soledad a que terminara la vuelta y condecorar a Dustin Johnson. Chaqueta verde y su r¨¦cord. La entrega fue dolorosa para El Tigre.

De abril a noviembre, el Masters ha cambiado de piel. Seguramente no es casual que el r¨¦cord haya ca¨ªdo en estas circunstancias, con unos greens menos r¨¢pidos de lo habitual en primavera y sin el factor de un p¨²blico que tanto como espolear puede elevar la tensi¨®n. Sin miles de ojos encima, algunos golfistas han jugado al ralent¨ª. Otros se han venido arriba.

Johnson acab¨® con el mal fario de salir como l¨ªder en un grande y dejarse la renta por el camino. Le hab¨ªa pasado ya cuatro veces. Esta ocasi¨®n ni floje¨® ni tampoco le apretaron demasiado las tuercas. Si acaso alguna duda con el bogey en el 4, despu¨¦s de 33 hoyos sin fallo, y otro seguido en el 5 (solo cuatro en todo el torneo, otro registro para la enciclopedia). Abri¨® la puerta y el coreano Im se plant¨® a un golpe de distancia, pero igual que se derriti¨® el aspirante se empoder¨® el l¨ªder. Johnson sigui¨® dando pedales, tan seguro desde el tee como en el juego corto, sin una rendija en su juego durante todo el torneo. Se convirti¨® en el primer jugador desde 2002 que llegaba a Augusta como n¨²mero uno del mundo y venc¨ªa. El anterior era Tiger. Igual¨® el registro de 14 temporadas seguidas con al menos una victoria en el circuito americano. La marca, de Tiger. Bati¨® el r¨¦cord de 11 vueltas seguidas bajo par en Augusta: 10 ten¨ªa... Tiger. Por no hablar de los -20.... Para colmo, Woods firm¨® en el par tres del 12, en Amen Corner, el peor hoyo de su carrera: 10 golpes, despu¨¦s de irse tres veces al agua.

Augusta volver¨¢ a abrir las puertas de su museo verde el pr¨®ximo abril (o eso est¨¢ previsto). El ¨²ltimo grande este a?o extra?o ser¨¢ el primero del siguiente, el curso de la esperanza de un nuevo deporte y un nuevo Masters. Regresar¨¢ Rahm, a quien la inspiraci¨®n se le estamp¨® el s¨¢bado en un pino de Georgia en el hoyo 8, dispuesto a demostrar que es el elegido para estirar el legado ¡ªSeve, Olazabal, Sergio Garc¨ªa¡ª. Afilar¨¢ por en¨¦sima vez el instinto Tiger Woods, ya con 45 a?os. Y DeChambeau habr¨¢ pasado horas de gimnasio y de pr¨¢cticas para aprender a dirigir sus ca?onazos.

Clasificaci¨®n final del Masters de Augusta.