Luis Enrique afila el ¡®tiqui-taca¡¯
Lo maravilloso de la actuaci¨®n ante Alemania fue la complicidad en el estilo de un equipo desatado en el que nada ni nadie logr¨® interferir
El d¨ªa que el equipo se encontr¨®
Espa?a dio una inesperada, bella e ilusionante exhibici¨®n ante Alemania. Cuando las dudas empezaban a extenderse, un equipo convencido, ambicioso, din¨¢mico, preciso y agresivo en la presi¨®n, le pas¨® por encima a una de las selecciones m¨¢s reputadas del mundo. Fue una gran noche que repercutir¨¢ en la imagen global y en la confianza de los protagonistas. ?Flor de un d¨ªa? Hay grandes equipos que aparecieron un d¨ªa, encontraron el camino y se quedaron para siempre en la imaginaci¨®n de los aficionados. ?Por qu¨¦ no esta Espa?a? Tiene jugadores notables de tres quintas distintas y, aunque en la generaci¨®n intermedia no hay ning¨²n crack, entre los m¨¢s j¨®venes asoman talentos que si maduran adecuadamente pueden alcanzar la condici¨®n de grandes figuras y elevar la ambici¨®n competitiva de todo el equipo. Lo maravilloso de la actuaci¨®n ante Alemania fue la complicidad en el estilo de un equipo desatado en el que nada ni nadie logr¨® interferir. Ni siquiera la temible Alemania.
Rom¨¢nticos de una nueva era
Al proyecto de Luis Enrique ya le hab¨ªan alcanzado las cr¨ªticas, como si Espa?a pudiera elegir un modo distinto de jugar. En estos tiempos, todos los equipos han alcanzado tal sofisticaci¨®n t¨¢ctica, que por ah¨ª es imposible marcar diferencias desequilibrantes. En lo f¨ªsico, el biotipo espa?ol tampoco podr¨¢ imponerse en las disputas, aunque haya jugadores como Ramos, Rodri o Fabi¨¢n Ruiz, de gran presencia. Es solo desde la pureza t¨¦cnica donde Espa?a puede desarmar a cualquier rival si mueve la pelota con la velocidad y el criterio con que lo hizo frente Alemania. Son muchos, y en todas las posiciones, los jugadores dotados de una gran precisi¨®n, y a Luis Enrique le sobra convicci¨®n para dotar de seguridad ese estilo. Hace 10 a?os, una Selecci¨®n espa?ola ejemplar universaliz¨® la admiraci¨®n hacia el rom¨¢ntico tiqui-taca, la revoluci¨®n del momento. Pero el f¨²tbol es evolutivo¡
¡®Tiqui-taca¡¯ 5G
Porque todas las revoluciones exageran y el tiqui-taca cometi¨® el pecado de volverse ret¨®rico. No siempre los int¨¦rpretes eran los correctos, se ca¨ªa en la comodidad (zona de confort, le llaman ahora) de un dominio intrascendente y los rivales encontraron ant¨ªdotos y hasta le perdieron el miedo. Llegados a este punto, el tiqui-taca necesitaba ser repensado. La evidencia de que la posesi¨®n para irse por las ramas y no llegar a ning¨²n lado dej¨® de ser una propuesta temible, es que la Liga espa?ola est¨¢ c¨®modamente ubicada como la menos goleadora de los cinco grandes campeonatos europeos. La Selecci¨®n espa?ola, con sus 6 goles y sus 23 tiros frente a Alemania (concediendo solo 2), nos pone ante un tiqui-taca de nueva generaci¨®n que nos recuerda que, en la tremenda lucha por el espacio en que se ha convertido el f¨²tbol, el espacio m¨¢s importante sigue siendo el de las porter¨ªas.
Competir desde la diferencia
En los partidos anteriores, la selecci¨®n espa?ola insinuaba cosas interesantes que no se valoraban porque la fuerza del resultado ha podido con la fuerza del juego. Pero ning¨²n pa¨ªs del mundo cuenta con tantos jugadores dotados t¨¦cnicamente como Espa?a. Y ning¨²n contexto los pone m¨¢s en valor que esa fuente de juego que es el tiqui-taca. Raz¨®n suficiente para que la profundizaci¨®n de esa idea encuentre la complicidad de todos aquellos que aman un f¨²tbol dominante y bello. Hay que recordar que Xavi o Iniesta no se consolidaron como cracks antes de los 25 a?os y que en esta Selecci¨®n hay un grupo alt¨ªsimo de veintea?eros que necesitan del roce internacional para pulir su talento. En la espera, no le meter¨¢n seis a Alemania en todos los partidos. Existir¨¢n los altibajos l¨®gicos de los equipos que a¨²n no alcanzaron la madurez. Pero conviene no olvidar que Espa?a, o es diferente, o no ser¨¢ nada.
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