Por, ojal¨¢, un horizonte apasionante

La derrota que sufri¨® Rafael contra Daniil Medvedev en las semifinales del s¨¢bado en las Nitto ATP Finals es dolorosa, por la magnitud e importancia del torneo y, sobre todo, porque se le escurri¨® una gran oportunidad: una copa que jam¨¢s ha podido levantar, habiendo desplegado toda la semana un tenis de alt¨ªsimo nivel.

El partido fue eminentemente t¨¢ctico. En los juegos iniciales, el ruso, apoyado en un gran servicio, se mostr¨® claramente superior. Y a¨²n as¨ª, no consigui¨® alejarse en el marcador. Fue ganando sus servicios de manera bastante contundente, mientras que Rafael tuvo que sufrir para mantener los suyos, hasta mediados del primer parcial. El dato tan anecd¨®tico como sorprendente es que Daniil encaden¨® de manera consecutiva los 16 primeros saques, algo que yo jam¨¢s hab¨ªa visto en ninguno de los encuentros que ha disputado mi sobrino a lo largo de toda su carrera.

M¨¢s informaci¨®n

CR?NICA | Un martirio llamado Medvedev

Todos los textos de TONI NADAL

En la segunda mitad de este primer set, Rafael tom¨® la acertada decisi¨®n de cambiar de estrategia y dej¨® de hacer su juego habitual para cortar mayoritariamente su golpe de rev¨¦s y jugar m¨¢s por el centro de la pista. La intenci¨®n era, claramente, neutralizar el ataque de su rival, quien devolv¨ªa insufribles golpes si se le abr¨ªa la pista.

Este cambi¨® surti¨® efecto y mi sobrino logr¨® anotarse el primer set y adelantarse hasta lo que parec¨ªa un definitivo 5-4 con saque en el segundo. Pero, evidentemente, el guion no se cumpli¨® as¨ª. Despu¨¦s de no ser capaz de anotarse aquel concluyente juego, perdi¨® el parcial en el tie break y luego, a juzgar por la impresi¨®n que me dio, acus¨® algo el cansancio y ya no fue capaz de mantener la misma intensidad en el resto del encuentro.

As¨ª fue como, al igual que le ha ocurrido en otras ocasiones, Rafael no pudo culminar una magn¨ªfica temporada con el broche de oro que supondr¨ªa coronarse maestro de maestros.

Sin embargo, a la hora de hacer balance de este extra?o a?o, la valoraci¨®n tiene que ser a todas luces positiva. Levantar por decimotercera vez la Copa de los Mosqueteros justifica sobradamente esta apreciaci¨®n. Pero es que, adem¨¢s, el juego exhibido tanto en Roland Garros como en Londres me hace albergar la esperanza de verle encarar una dif¨ªcil pero emocionante temporada en 2021, en la que volver¨¢ a disponer de ilusionantes oportunidades.

Estoy convencido de que el paso que han dado hacia adelante Dominic Thiem, Daniil Medvedev, Stefanos Tsitsipas o Alexander Zverev, por no mencionar a alg¨²n otro m¨¢s, es ya definitivo. Pero tambi¨¦n lo estoy de que, un a?o m¨¢s, Novak Djokovic, Roger Federer y Rafael luchar¨¢n hasta el l¨ªmite de sus fuerzas por seguir encaram¨¢ndose a los podios de los Grand Slams y de los torneos m¨¢s importantes.

El panorama que se nos dibuja en el horizonte a los amantes del tenis es realmente apasionante. O lo ser¨ªa si pudi¨¦ramos ver, por fin, c¨®mo la humanidad ha doblegado definitivamente esta maldita pandemia y puede seguir su curso de reconstrucci¨®n de un futuro mejor.