Messi evoca a Maradona
El barcelonista dedica su gol al astro fallecido en un duelo ante Osasuna en el que brilla Griezmann
Hay partidos que no dependen del horario, por extra?o que sea (14.00), sino de las circunstancias, y al Bar?a le apremiaba una victoria ante Osasuna. La necesidad del equipo coincidi¨® con la urgencia de Griezmann. Alejado en la cancha de Messi, excelente como pensador, y reforzado por un 9 cl¨¢sico ¡ªBraithwaite¡ª, el franc¨¦s complet¨® una actuaci¨®n estupenda en calidad de ejecutor, el mejor del Bar?a. A los azulgrana les sali¨® un encuentro a pedir de boca porque sobresali¨® Griezmann, y Messi homenaje¨® a Maradona con un cuarto gol que celebr¨® mientras mostraba una zamarra de ¨¦poca de Newell¡¯s con el 10 de Diego.
Maradona jug¨® en 1993 cinco partidos con ?uls, el equipo de Messi, que por a¨²n no hab¨ªa salido de Argentina. Y Maradona meti¨® un gol que Messi imit¨® ante Osasuna. La diferencia es que el azulgrana marc¨® con la zurda y el exazulgrana con la derecha ante Emelec. El rosarino busca su sitio despu¨¦s de expresar su deseo de dejar el Camp Nou. Messi no dej¨® de pensar en Maradona y Griezmann se desviv¨ªa por jugar un partido como el que encontr¨® ante Osasuna. El marcador de Kiev se repiti¨® en el Camp Nou. No era un d¨ªa cualquiera porque el Bar?a celebraba su 121 aniversario y el d¨¦cimo cumplea?os del 5-0 al Madrid de Mourinho. La fiesta se estrope¨® con la lesi¨®n de Lenglet, que deja al Bar?a sin m¨¢s central que Mingueza.
BARCELONA 4 - OSASUNA 0
Barcelona: Ter Stegen; Dest (Junior, m. 60), Mingueza, Lenglet (Ale?¨¢, m. 65), Jordi Alba; De Jong, Pedri (Busquets, m. 45); Griezmann, Messi, Coutinho (Demb¨¦l¨¦, m. 60); y Braithwaite (Trinc?o, m. 60).
Osasuna: Herrea; Nacho Vidal, Unai Garc¨ªa, Ra¨²l Navas, Roncaglia, Jony (Juan Cruz, m. 22); ??igo P¨¦rez (Brasanac, m. 63), Oier (Roberto Torres, m. 63), Mocayola; Rub¨¦n Garc¨ªa (Kike Baraja, m. 75) y Budimir (Gallego, m. 75).
Goles: 1-0. M. 29: Baithwaite. 2-0. M. 42: Griezmann. 3-0. M. 56: Coutinho. 4-0. M. 72: Messi.
?rbitro: Mateu Lahoz. Amonest¨® a Messi. Var: Gonz¨¢lez Fuertes.
Camp Nou: A puerta cerrada.
Koeman est¨¢ m¨¢s pendiente de los delanteros que de los defensas porque le mueve la prisa por ganar, por recortar diferencias con el Madrid y el Atl¨¦tico, por protagonizar los highlights de la jornada, por estar en las quinielas de los precandidatos a las elecciones del Bar?a. Ahora mismo, perdido el equipo en la clasificaci¨®n, al entrenador le interesan m¨¢s los goles que el juego, raz¨®n que explica una alineaci¨®n repleta de atacantes dispuestos a chutar sin parar, rematada por Braithwaite, el 9 que da sentido al 4-2-3-1. La presencia de un ariete es tan imprescindible como dif¨ªcil si se quiere encajar a Messi-Coutinho-Griezmann.
Volvi¨® Messi de salida al costado derecho y Coutinho se desplaz¨® a la izquierda mientras Griezmann se situaba gustoso por detr¨¢s de Braithwaite. A cambio de cargar el f¨²tbol por dentro, el entrenador prescindi¨® de los extremos puros como Demb¨¦l¨¦ y apost¨® por un centrocampista, ninguno tan total como De Jong si es que el holand¨¦s es un volante capaz de jugar por dos y por tres, nada que ver con el tr¨ªo de medios singulares en lo suyo y en lo de los dem¨¢s que encumbr¨® al Bar?a: Xavi-Busquets-Iniesta. Al auxilio de De Jong acudi¨® un futbolista al que se utiliza para lo fino y lo grueso, en las bandas y en el centro, en medio y delante: Pedri.
Arrasate no pareci¨® muy preocupado por el plan de Koeman, sino que se aplic¨® con una formaci¨®n vers¨¢til y trabajada, muy capaz de defender con dos y tres centrales y atacar con transiciones r¨¢pidas, muy equilibrado si se atiende a su estad¨ªstica antes del partido: encaja y marca pocos goles (nueve contra ocho), igualado a puntos con el Bar?a. Aunque el plantel navarro no renunci¨® a pisar el ¨¢rea de Ter Stegen, e incluso pudo anotar en un escorzo de Budimir, no supo descifrar los movimientos de Griezmann, atento en el desmarque y las diagonales, pendiente tambi¨¦n de las subidas de Jordi Alba y de los pases profundos y medidos de Messi.
La facilidad de Griezmann para salir del embudo ofensivo del Bar?a contrastaba con la poca presencia de Pedri, alejado de la zona en que es desequilibrante, m¨¢s defensa que delantero, aconsejado en cada pausa por Messi. El 10 ejerc¨ªa de pensador y de asistente al tiempo que el papel de percutor se reservaba para Coutinho. El brasile?o tampoco acert¨® a embocar un centro meloso de Alba. La pelota, sin embargo, qued¨® suelta, a merced de un ariete al que le interesen los goles y no las jugadas, como Braithwaite. El dan¨¦s empuj¨® el bal¨®n en un doble remate, el ¨²ltimo con el muslo, cuando Messi estuvo a punto de meter la mano en homenaje a Maradona.
El tumulto favorec¨ªa el f¨²tbol atropellado y goles como los de Braithwaite. La alternativa era el tiro desde fuera del ¨¢rea, especialidad en la que se signific¨® Griezmann, inteligente en ganar el espacio, delicioso en el golpeo del 2-0. El franc¨¦s enganch¨® con la zurda un rechazo en la frontal y coron¨® la excelente asociaci¨®n azulgrana que form¨® con Alba y Messi. El partido pareci¨® resuelto al descanso y Koeman quit¨® a Pedri para poner a Busquets. El marcador demandaba m¨¢s gobierno y posesi¨®n, un punto de calma despu¨¦s del ritmo del inicio, cuando en el intercambio de golpes sali¨® favorecido como era de esperar el m¨¢s fuerte, el Bar?a.
La fluidez sustituy¨® al ritmo en el Bar?a. Griezmann no par¨®, sin embargo, de repartir caramelos, poderoso y generoso con Coutinho en el 3-0. El cuarto tanto fue de Messi, como exig¨ªa el d¨ªa, dedicado a la memoria de Maradona. La alegr¨ªa por el gol del 10, certero en su tiro lejano y cruzado, parecido al de Maradona, compens¨® la amargura por la lesi¨®n de Lenglet.
Necesita el Bar?a un zaguero despu¨¦s de encontrar a un 9 ¡ªde momento Braithwaite¡ª, alrededor del cual han ca¨ªdo cuatro goles en dos partidos y ha emergido la mejor versi¨®n de Griezmann mientras Messi se presentaba como pensador del Bar?a. A veces los an¨®nimos son imprescindibles en un equipo con muchas celebridades como es el Bar?a.
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