Caeleb Dressel contra la tecnolog¨ªa

Caeleb Dressel lanz¨® una mirada a su alrededor, este mi¨¦rcoles. Hac¨ªa un d¨ªa brillante en La Miranda, en el sur de Los ?ngeles, California. Las palmeras se mec¨ªan junto a la piscina. ¡°Quiero divertirme¡±, dijo. Sin miedo al rid¨ªculo, con el aplomo juguet¨®n que le confieren sus tiempos, los m¨¢s r¨¢pidos jam¨¢s registrados por un hombre en el agua. Se puso el traje de ba?o impermeable, de cuerpo entero, y se lanz¨® a la piscina. Solo. Sin nadie m¨¢s que ¨¦l en el vaso, sin p¨²blico, sin adrenalina, sin los competidores que completan la obra de toda carrera, intent¨® pulverizar el r¨¦cord mundial de 50 metros libre en piscina corta (25 metros) rompiendo la barrera psicol¨®gica de 20 segundos. No lo consigui¨® ni de lejos. Nad¨® la distancia en 20 segundos 41 cent¨¦simas. La nataci¨®n es un deporte individual, pero nunca un nadador mejor¨® su mejor marca personal nadando solo, por m¨¢s que le paguen por ello. Los grandes deportistas siempre son grandes exhibicionistas.

Pese a todo, el cron¨®metro fue notable. 20,41s equivaldr¨ªa a la novena mejor marca de la historia, si se contemplan las diez mejores registradas en competici¨®n oficial en piscina corta, bajo presi¨®n, con el est¨ªmulo del p¨²blico y la oposici¨®n, en circunstancias capaces de producir todos aquellos procesos psicof¨ªsicos que elevan el nivel de los nadadores por encima de lo que hacen en los entrenamientos.

Fue una hip¨¦rbole del m¨¢rketing y una met¨¢fora del aislamiento deprimente que provoca la pandemia en el deporte de m¨¢xima exigencia. Speedo, el fabricante m¨¢s popular de ba?adores de competici¨®n, convoc¨® a Dressel, la principal estrella del equipo ol¨ªmpico de Estados Unidos, para que batiera el r¨¦cord del mundo en piscina corta en un acto promocional que pretend¨ªa celebrar los 20 a?os del lanzamiento de la serie Fastskin. Esta tecnolog¨ªa alcanz¨® su apogeo entre los Juegos de Pek¨ªn, en 2008, y los Mundiales de Roma, en 2009. Ayudados por la compresi¨®n que los hac¨ªa m¨¢s hidrodin¨¢micos y la impermeabilidad que los ayudaba a flotar, muchos nadadores rompieron barreras impensables. Entre 2008 y 2009 se batieron 200 r¨¦cords mundiales. La frecuencia result¨® grotesca. La FINA se vio obligada a prohibir estos ba?adores por entender que la tecnolog¨ªa no pod¨ªa desvirtuar los m¨¦ritos innatos de los deportistas. Muchas plusmarcas, como los 50, 100 y 200 metros libres en piscina de 50 metros, permanecen inc¨®lumes desde entonces.

Speedo present¨® el acontecimiento como una reivindicaci¨®n tecnol¨®gica. El estribillo de la campa?a fue significativo: ¡°sin restricciones¡±. Se pretend¨ªa verificar ante el mundo que la suma del hombre m¨¢s cualificado y el avance cient¨ªfico producir¨ªa un gran salto evolutivo. No fue as¨ª.

Dressel hizo dos intentos. En el primero marc¨® 20,42s y en el segundo 20,41. Se hab¨ªa propuesto abordar tres pero abandon¨® al segundo. ¡°Sal¨ª demasiado r¨¢pido¡±, dijo. El efecto flotador que provoca el traje le empuj¨® hacia la superficie antes de tiempo tras la entrada en el agua. ¡°Tuve que cambiar la ¨²ltima patada subacu¨¢tica y la primera brazada de crol¡±, lament¨®. Ven¨ªa de batir el r¨¦cord mundial de 50 metros en corta (20,16s) durante las finales de la International Swimming League, en Budapest, el 21 de noviembre, y acababa de descubrir que lo que para la FINA es an¨¢logo a dopaje tecnol¨®gico a ¨¦l le perjudica.

Ra¨²l Arellano, jefe del laboratorio de biomec¨¢nica de la Universidad de Granada y analista del equipo nacional de Espa?a, opina que la marca fue muy pobre. ¡°El r¨¦cord de Dressel de 50 yardas en las finales del campeonato universitario de 2018, traducido a metros, equival¨ªa a 19,58s en piscina de 25¡å, dice. ¡°Pero en nataci¨®n nadie nada r¨¢pido si nada solo. Los 20,41s no son lo esperado. Diez a?os despu¨¦s de los monos de poliuretano la gente nada igual de r¨¢pido casi. Dressel es el t¨ªpico nadador que no le saca partido al traje porque su cuerpo es perfecto. Lo mismo le pasaba a Phelps o a Mireia. Sus cuerpos ya est¨¢n bien dise?ados¡±.

¡°Quer¨ªa cerrar un c¨ªrculo¡±

¡±En 2008 y 2009, en la era de los trajes ahora prohibidos¡±, explica Arellano, ¡°a los estadounidenses les perjudic¨® tener que nadar por contrato con Speedo porque sus competidores empleaban monos completamente forrados con poliuretano, mientras que Speedo utilizaba placas de poliuretano que alternaban franjas de tejido acr¨ªlico por las que se colaba el agua. A Michael Phelps no lo ayud¨®¡±.

Impulsados por los monos de Speedo, y, sobre todo, por los trajes impermeables de Arena o Jaked, en la ¨®rbita de los Mundiales de 2009 se batieron r¨¦cords todav¨ªa inaccesibles. En la categor¨ªa masculina, las pruebas de 50, 100, 200, 400 y 800 metros libre; los 200 espalda; los 100 y los 200 mariposa; y los 400 estilos. En el cuadro femenino, los 200 libres de Federica Pellegrini y los 200 mariposa de la china Liu Zige, no han sido batidos.

¡±Intentar¨¦ divertirme¡±, dijo Dressel, antes del fiasco. ¡°Este ba?ador dej¨® una huella en la historia de la nataci¨®n y yo era demasiado joven para pon¨¦rmelo; ahora quiero cerrar el c¨ªrculo¡±.

A sus 24 a?os, Dressel es el nadador m¨¢s r¨¢pido de la historia en piscina de 50 metros con ba?ador de tela en 50 y 100 libre. En 100 mariposa super¨® incluso el r¨¦cord logrado con traje impermeable. Los Juegos de Tokio, previstos para el pr¨®ximo verano, le se?alan como el predestinado a suceder a Michael Phelps coron¨¢ndose por el camino como el hombre m¨¢s r¨¢pido de todos los tiempos.

Speedo advirti¨® en su spot publicitario que el h¨¦roe ¡°intent¨® lo imposible¡±. Cierto. A los superdotados tanta tecnolog¨ªa se les atraganta.