Sin Sa¨²l y el extra?o cambio de Jo?o F¨¦lix
Simeone sienta al canterano y sustituye al luso, que se retir¨® airdado, cuando mejor jugaba el Atl¨¦tico
En los d¨ªas previos al derbi sobrevolaban dos dudas sobre el Atl¨¦tico. La primera era si Diego Pablo Simeone sentar¨ªa a Sa¨²l para dar a entrada a Herrera atendiendo a los estados de forma de uno y otro. La segunda inc¨®gnita era comprobar si los rojiblancos ir¨ªan a buscar al Madrid en campo contrario u optar¨ªan por la a?eja versi¨®n replegada que ya lucieron en Salzburgo. Finalmente, Simeone si sent¨® a Sa¨²l, con el consiguiente mensaje que fue redoblado cuando hizo tres cambios (Lodi, Lemar, Correa por Felipe, Herrera y Carrasco) en el inicio de segundo tiempo y no entr¨® en esa terna de relevos. A diferencia de como sucedi¨® en los peores momentos de Koke, el entrenador ha tenido menos paciencia para defenderle el puesto. Sa¨²l es menos intocable que su capit¨¢n.
La cuesti¨®n de si realizar¨ªa una presi¨®n alta de salida en vez de atrincherarse en campo propio se resolvi¨® pronto. El Atl¨¦tico le cedi¨® el campo y la pelota al Madrid. Renunci¨® a ser ese equipo m¨¢s ambicioso que se hab¨ªa encaramado a la primera posici¨®n de la tabla. Es curioso, en los dos ¨²ltimos encuentros, en los que el empate le val¨ªa la clasificaci¨®n para los octavos de la Champions y para mantener distancias con el Madrid, Simeone ha apostado por el pelaje m¨¢s conservador. Y en ambos encuentros el Atl¨¦tico ha sido superado como no lo ha sido en el resto del curso. La consecuencia de ese recule invita a pensar que el Cholo ya no cuenta con mimbres para jugar a lo que jugaba antes. El plantel est¨¢ m¨¢s hecho para jugar en el campo del rival que en las inmediaciones del ¨¢rea de Oblak.
Hundidas las l¨ªneas, el Madrid bail¨® al Atl¨¦tico con la pelota en la primera media hora. Los aspavientos de Simeone y de sus jugadores, que no parec¨ªan enterarse de las combinaciones que iniciaban Kroos y Modric, delataban la desorientaci¨®n. El gol de Casemiro fue consecuencia de ese dominio que ya hab¨ªa estado a punto de cristalizar Benzema de no haber realizado Oblak otro de sus vuelos prodigiosos.
El cabezazo franco del mediocentro brasile?o se produjo por un resbal¨®n de Herrera, que estaba teniendo poco volumen de juego por la propuesta encogida del Atl¨¦tico. El tanto supuso la primera vez que el equipo de Simeone se pusiera por detr¨¢s en el marcador en un partido de Liga desde el pasado 30 de junio cuando se enfrent¨® al Barcelona en el Camp Nou (2-2). Un total de 1.393 minutos (23 horas y 13 minutos) sin la necesidad de tener que igualar el marcardor.
No compareci¨® el Atl¨¦tico en casi todo el primer tiempo. Se fue a la caseta con cero remates, y un 39% de posesi¨®n, elevada en el ¨²ltimo tramo del primer acto, porque durante la primera media hora lleg¨® a no rebasar el 30%.
Simeone trat¨® de corregir con ese triple cambio que le dio una mayor solidez en el centro del campo y m¨¢s juego por dentro. Por ello sorprendi¨® el cambio de Jo?o F¨¦lix en el momento en el que el juego hab¨ªa mejorado y Lemar hab¨ªa tenido el empate en un remate escorado, pero con Courtois vencido.
El luso se march¨® airado. Su patada a una botella cuando se acomod¨® en la tribuna se suma a los gestos de disconformidad que ya mostraron Sa¨²l y Luis Su¨¢rez cuando fueron sustituidos en Salzburgo. Al charr¨²a se le vio f¨ªsicamente muy bajo. Tambi¨¦n le perjudic¨® el abandono de la teor¨ªa de Simeone de que el equipo hab¨ªa dado ese paso adelante por su llegada. El paso atr¨¢s traj¨® la primera derrota del Atl¨¦tico en este curso.
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