El fen¨®meno familiar del Getafe

Los viandantes que al pasear por Getafe doblen la esquina de la calle Margarita Nelken con la avenida Teresa de Calcuta se encuentran de frente con la entrada al Coliseum Alfonso P¨¦rez. Ayer viernes, v¨ªsperas de la visita del Real Madrid para disputar el partido m¨¢s esperado de la temporada, no hab¨ªa guardias de seguridad que cerraran el paso en la puerta que conduce a las oficinas del Getafe Club de F¨²tbol. Con algo de audacia cualquier extra?o pod¨ªa meterse hasta el vestuario y con un poco de suerte hasta se cruzaba con el presidente en el vest¨ªbulo o detr¨¢s del mostrador de la tienda oficial, facturando ¨¦l mismo los uniformes. Arrimado a la barra de una cafeter¨ªa que mezcla futbolistas y vecinos, ?ngel Torres, el presidente m¨¢s longevo de Primera, beb¨ªa un zumo de naranja cuando le pidieron que revelara el secreto de su ¨¦xito: ¡°Conseguir que los jugadores tengan todo lo que necesitan¡±.

Marc Cucurella, reci¨¦n llegado y ya convertido en una pieza fundamental, asiente: ¡°Somos como una familia¡±. Ayer lo refrendaban Nyom, Cabrera, Antunes y Manojlovic, mientras iban saliendo alegremente del camerino y recog¨ªan entradas para que sus parientes y amigos puedan verlos contra el Madrid.

En la era del f¨²tbol bunkerizado, herm¨¦tico e industrial, el Getafe es una anomal¨ªa. Apoyado en una organizaci¨®n de tono dom¨¦stico, el club que debut¨® en Primera en 2004 se ha convertido en el m¨¢s prol¨ªfico de la Comunidad de Madrid despu¨¦s del Real Madrid y el Atl¨¦tico. El pasado 15 de diciembre, cuando se impuso (2-0) al Valladolid, super¨® al viejo Rayo en puntos logrados en Liga: 697 por 694. Despu¨¦s de 550 partidos en la m¨¢xima categor¨ªa, la cifra revela el car¨¢cter competitivo de un equipo que va camino de clasificarse para torneos europeos por segunda temporada consecutiva.

¡°Es dif¨ªcil de explicar¡±, dice Jos¨¦ Bordal¨¢s, el entrenador, cuando le proponen que se?ale la clave del fen¨®meno. ¡°El m¨¢ximo responsable es el presidente. ?l consigui¨® que el equipo est¨¦ en la m¨¢xima categor¨ªa por primera vez en su historia, lo mantuvo varias temporadas, llam¨® la atenci¨®n, jug¨® en Europa... Luego tuvo a?os m¨¢s o menos irregulares peleando por evitar el descenso. Despu¨¦s de recuperar la categor¨ªa todo han sido momentos muy buenos. Superamos las expectativas. Se lo debemos al trabajo y el compromiso de un grupo humano muy importante. No tenemos grandes estrellas. Somos modestos. Pero trabajamos much¨ªsimo.

¡°Somos¡±, resume Bordal¨¢s, ¡°un equipo que hace las cosas bastante bien¡±.

Un 13% de tiros a gol

El alicantino es el gran arquitecto del equipo que mejor ha explotado sus recursos en lo que va de campeonato. Con apenas el 15? presupuesto de LaLiga en fichajes (12 millones de euros), las estad¨ªsticas hablan de una superaci¨®n admirable. El Getafe no solo destaca por su precisi¨®n defensiva como el equipo que m¨¢s errores provoca en el contrario y el que menos remates recibe (513) despu¨¦s del Eibar (500); el que m¨¢s faltas comete; y el que m¨¢s balones recupera (3.404) tras Eibar (3.704) y Sevilla (3.439). Si hoy es el sexto clasificado a dos puntos de la zona Champions es por el orden trascendental de sus ataques. El Getafe aprovecha al m¨¢ximo cada bal¨®n que administra.

Brillantes para desmantelar defensas con repentinos movimientos sincronizados, cuando los jugadores del Getafe alcanzan el ¨¢rea rival lo hacen en posiciones ventajosas. Rematan menos que la mayor¨ªa pero apuntan como los mejores. Con sus goles, ?ngel (12), Mata (7), Molina (5), Cabrera (2), Kenedy (2), Timor (2), Jason (1), Maksimovic (1), Arambarri (1), Nyom (1) y Cucurella (1), convierten a su equipo en el segundo m¨¢s certero de la Liga con el 13% de tiros transformados. Solo el Bar?a lo supera con el 18% de los disparos en la diana.

Atenta al rumor de la fiesta, la afici¨®n ¡ªesto es noticia en Getafe¡ª est¨¢ enganchada. El pasado verano se superaron los 13.000 abonos, r¨¦cord hist¨®rico. Este s¨¢bado el Coliseum ha vendido todo el papel, m¨¢s atento que nunca ante el nuevo derbi de Madrid.