El Atl¨¦tico naufraga en Ipurua
El Eibar aprovecha el mal primer tiempo de los rojiblancos, que fueron superados en intensidad, en juego y en punter¨ªa
Para el Atl¨¦tico de Madrid, la visita anual a Ipurua hab¨ªa sido siempre un placer; cinco viajes, cinco victorias. Ni Garitano primero, ni Mendilibar despu¨¦s, hab¨ªan sido capaces de hincarle el diente a Simeone, entrenador de colmillo afilado y duro de roer. El Eibar dejaba de ser el Eibar cuando aparec¨ªa el Atl¨¦tico por el campo armero. O tal vez s¨ª era el Eibar, y por eso, tan transparente, se convert¨ªa en el modelo ideal para que el equipo colchonero desplegara sus recursos. Pero esta vez fue el Atl¨¦tico el que no respondi¨® como siempre, como si los cinco metros que se ha desplazado el campo con las obras de la ¨²ltima tribuna les hubieran descolocado del minuto uno al noventa.
Hizo una ma?ana espl¨¦ndida en Eibar, con term¨®metros primaverales, pero a media tarde el valle del Deba se cubri¨® de nubes y comenz¨® a llover. Sin parar. Se le nubl¨® el d¨ªa al Atl¨¦tico y todo el chaparr¨®n cay¨® sobre las espaldas de sus jugadores, que pierden comba con la cabeza de la tabla. Cuando falla el f¨²tbol hay que ofrecer, al menos, la misma intensidad que el rival, y esta vez no fue as¨ª. La primera parte fue ya del Eibar, que impuso su estilo. Con la defensa adelantada, maniat¨® el centro del campo atl¨¦tico. Apret¨® cuando deb¨ªa y afloj¨® la presi¨®n en los momentos adecuados, pero se adelant¨® siempre a cualquier iniciativa visitante. Los duelos siempre ca¨ªan del lado azulgrana, desde el inicio. Con cuatro minutos jugados ya hab¨ªa enviado su primer mensaje un Eibar confiado en sus posibilidades. Sac¨® Pedro Le¨®n una falta, que se envenen¨®. La desvi¨® Oblak a c¨®rner cuando se colaba.
No aprendi¨® la lecci¨®n el Atl¨¦tico, que se desangraba por su banda derecha, y en un saque de esquina que cedi¨® por ese lado, el toque con efecto de Pedro Le¨®n lo prolong¨® Enrich para que Esteban Burgos, en el segundo palo, empujara la pelota libre de marca. Levant¨® el asistente su bander¨ªn, pero el VAR descubri¨® a dos defensas atl¨¦ticos remolones en el achique. Un fallo impropio de un equipo que se jacta de su fortaleza defensiva. El Eibar celebr¨® su gol en diferido. Era el primer tanto del central argentino en LaLiga. Mendilibar ha tenido que echar mano de ¨¦l despu¨¦s de muchas horas de banquillo. Debut¨® en Bilbao en el minuto 20 frente al Athletic, por lesi¨®n de Bigas; se rompi¨® la nariz en un choque con Ra¨²l Garc¨ªa y resisti¨® hasta el final. Ahora juega protegido con una m¨¢scara.
Sin convicci¨®n
Todo sigui¨® igual los minutos siguientes, con el Eibar ganando las disputas y un Atl¨¦tico escaso de juego, en el que s¨®lo Thomas, que se multiplicaba, parec¨ªa darle sentido a su f¨²tbol. Pero con eso no le llegaba para equilibrar la situaci¨®n ni, por supuesto, el resultado. Lo intent¨® Jo?o F¨¦lix en un disparo que Dmitrovic envi¨® a la esquina, y Correa en un remate de cabeza desviado, pero le faltaba chicha al Atl¨¦tico. Su juego no ten¨ªa fuste. Le costaba engarzar dos o tres pases seguidos. Ten¨ªa bajas el equipo de Simeone, es verdad, pero no parece una buena excusa frente a un Eibar con medio equipo titular fuera de combate.
Como deb¨ªa hacer, apret¨® el Atl¨¦tico tras la pausa, pero sin demasiada convicci¨®n, y con las ideas justas. Durante algunos minutos meti¨® al Eibar en su ¨¢rea, una situaci¨®n que al equipo armero le gusta poco. Una ocasi¨®n de Correa, despu¨¦s de que a Jo?o F¨¦lix se le quedara atr¨¢s el bal¨®n, fue la mejor opci¨®n atacante de los de Simeone. Nada m¨¢s, poco bagaje para un equipo que aspira a todo. Morata no apareci¨® en ataque.
Los cambios del Atl¨¦tico, cuando ya el Eibar empezaba a recuperar el color, resultaron significativos. Simeone ech¨® mano de la cantera, Camello y ?scar, para darle un poco de picante a su ataque, pero no arreglaron nada. Es m¨¢s, cuando el reloj llegaba al minuto 90, el Eibar consegu¨ªa el segundo gol, tras un saque de esquina en el que la pelota le cay¨® a Edu Exp¨®sito, que desde fuera del ¨¢rea lanz¨® un pepinazo raso y ajustado al que no lleg¨® Oblak.
Como en el partido del Metropolitano, el Eibar se adelantaba con dos goles, pero esta vez para ganar y sumar tres puntos. El Atl¨¦tico sali¨® mojado y deprimido de Ipurua. Y alejado de la cabeza de LaLiga.
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