Leo, el falso 9 de Seti¨¦n
El argentino, que decide el encuentro, vuelve al lugar que le descubri¨® Guardiola
Era un coloquio informal entre periodistas que cubr¨ªan la informaci¨®n del Betis, un debate sobre las alineaciones del Bar?a y la mejor posici¨®n de Messi sobre el tapete, all¨¢ en 2017. ¡°Pues yo lo pondr¨ªa de falso 9, como hac¨ªa Guardiola, porque as¨ª no est¨¢ limitado¡±, resolvi¨® Quique Seti¨¦n, tambi¨¦n presente en la discusi¨®n, entonces t¨¦cnico en el Benito Villamar¨ªn. Su segundo, ?der Sarabia, ya en el Camp Nou y con el ch¨¢ndal azulgrana puesto, quiso jugar al rat¨®n y al gato cuando le cuestionaron por la ausencia de Luis Su¨¢rez¡ªlesionado cuatro meses¡ª y su posible sucesor en el frente de ataque. ¡°Tenemos varias alternativas y de lo que se trata es que la pelota llegue a esas posiciones en las mejores condiciones¡±, convino. Nadie mejor que Messi para ello, toda una declaraci¨®n de intenciones de Seti¨¦n en su estreno azulgrana. ¡°Uno se tranquiliza teniendo a Leo. Lleva una d¨¦cada desatascando estos partidos y cuando cae el bal¨®n en sus pies, ya sabes que el porcentaje de acierto es muy alto¡±, reflexion¨® el t¨¦cnico.
La ocurrencia fue de Guardiola, antes de un cl¨¢sico de 2009 frente al Madrid. ¡°Pep me llam¨® un d¨ªa antes del partido y me hizo venir a la ciudad deportiva para comentarme que ¨ªbamos a cambiar la posici¨®n. Hab¨ªa estado mirando partidos con Tito Vilanova y hab¨ªan decidido hacer algo nuevo¡±, resume Messi en el documental Take the Ball, Pass the Ball. Metamorfosis que acept¨® porque cuando era ni?o ya ten¨ªa su predilecci¨®n, tal y como se?al¨® en una entrevista que le hicieron en Bar?a TV. ¡°Me gusta jugar de mediapunta¡±, afirmaba. Y con Seti¨¦n volvi¨® a los or¨ªgenes porque cuando el Barcelona ten¨ªa el bal¨®n en los pies, Leo reculaba un par de pasos para ejercer de trescuartista al tiempo que cuando el rival asum¨ªa el esf¨¦rico escog¨ªa d¨®nde presionar, liberado porque por detr¨¢s ten¨ªa a Rakitic y Arturo Vidal, dos medios que no negocian con el esfuerzo y que restan l¨ªneas de pase, que no perdieron el sitio porque Seti¨¦n ya advirti¨® que quer¨ªa orden en la zona ancha.
Atacar con 3-5-2
Sin estar atado al costado ¡ªaunque hace tiempo que no lo estaba porque decide su radio de acci¨®n a cada duelo¡ª, Messi recog¨ªa el bal¨®n de espaldas a la porter¨ªa pero con la habilidad necesaria para girarse y hacer jugar al equipo en las zonas calientes. Un aspersor de f¨²tbol. Como ese pase para Ansu Fati que no complet¨® o ese otro de entrel¨ªneas a la carrera de Alba, que puso un centro que Fati no resolvi¨® por los pelos. Incluso uno m¨¢s a Vidal, torpe en la prolongaci¨®n porque era un cuatro contra tres al borde del ¨¢rea rival.
En la zona de tres cuartos, sin embargo, es m¨¢s sencillo crear una jaula o enjambre a su alrededor para los rivales, toda vez que no hay equipo que no se ocupe de cerrar los pasillos interiores. Algo que aligeraba Griezmann con sus ca¨ªdas hacia dentro ¡ªporque Jordi Alba se instal¨® en campo contrario para atacar casi siempre con un 3-5-2; no as¨ª Sergi Roberto por la derecha¡ª, pero que no fomentaba Ansu Fati, siempre atado al costado derecho, receptor en cualquier caso de casi todos los pases en profundidad del 10.
Pero no hay mejor opci¨®n para Leo que entenderse con Alba y sus carreras, pues antes del entreacto se marcaron la jugada marca de la casa ¡ªpase al hueco del 10 y centro raso del lateral hacia atr¨¢s¡ª, aunque su remate se estrell¨® en el lateral de la red. No era su noche en el control ni en el remate, pues tampoco atin¨® en las tres faltas que lanz¨® desde la frontal (una a la barrera, otra alta y la ¨²ltima acab¨® en c¨®rner). Ni en ese otro chut desde fuera del ¨¢rea que silb¨® al poste por fuera. Hasta que en una triangulaci¨®n entre Leo, Griezmann y Vidal en la frontal, el 10 hizo diana e hizo buena la decisi¨®n de Seti¨¦n.
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