Garbi?e Muguruza quiere volver
La hispano-venezolana remonta en su estreno y tras dos a?os de ca¨ªda se regenera transformando los h¨¢bitos de trabajo y el equipo: ¡°?Conchita? Nadie es m¨¢gico. La clave es salir ah¨ª fuera y pelear duro¡±
A Garbi?e Muguruza le delatan el rostro, m¨¢s p¨¢lido que de costumbre y la voz, temblorosa y nasal mientras analiza su debut en Melbourne. Lleva una semana con moquera y fiebre elevada, tiene los ojos vidriosos y el virus todav¨ªa se resiste a abandonar su cuerpo. ¡°Es frustrante, porque esto no es como un dolor en la pierna y no puedes controlarlo. Estoy intentando recuperarme lo m¨¢s r¨¢pido posible y aqu¨ª la ventaja es que juegas un d¨ªa s¨ª y uno no¡±, dice despu¨¦s de sortear un estreno partido en dos ante la estadounidense Shelby Rogers. De la nada al todo. Afortunadamente, el inicio no tiene que ver nada con el final y el desenlace es proporcionalmente inverso al arranque: 0-6, 6-1 y 6-0 (en 1h 34m).
¡°Me he dicho: ey, est¨¢s aqu¨ª, en la pista, en el Open de Australia¡ Es un momento especial, as¨ª que sal ah¨ª y sigue peleando; que al menos ella tenga que jugar bien todo el partido. Y segu¨ª detr¨¢s de ella. Hoy gan¨¦ una batalla¡±, explica la tenista, tratando a sus 26 a?os de pasar p¨¢gina porque los dos ¨²ltimos ¡°han sido duros¡± y su yo interior debat¨ªa a la sokatira un d¨ªa s¨ª y otro tambi¨¦n, tirando sus pensamientos de un extremo y otro de la cuerda. El presente, sin embargo, tiene una sola direcci¨®n: trabajo, trabajo y trabajo para recuperar el tiempo perdido, porque la gloria no admite un solo par¨¦ntesis.
¡°No creo que hayan sido malos, pero no tan buenos como los anteriores. No son malos cuando acabas la 15, la 20 o la 30. Por supuesto que quiero hacerlo mejor, pero han sido sobre todo una lecci¨®n. Simplemente voy a tratar de volver a esos a?os buenos¡±, dice mirando ya solo hacia adelante, con el ¨²nico prop¨®sito de pasar p¨¢gina, resetearse y reengancharse a esa jugadora que levant¨® dos Grand Slams y luci¨® el n¨²mero uno. Por eso, a finales del curso pasado, despu¨¦s de otra temporada en forma de tormenta, decidi¨® dar un cambio dr¨¢stico y aplic¨® un volantazo a su carrera, qui¨¦n sabe si bueno o no, pero desde luego necesario para reencontrar el norte.
Para eso ha contratado a Conchita Mart¨ªnez, la preparadora que le acompa?¨® durante aquellas dos inolvidables semanas en Wimbledon, hace tres a?os; tambi¨¦n, la t¨¦cnica que probablemente mejor le conoce porque presenci¨® en primera fila su progresi¨®n desde su adolescencia en Barcelona. ¡°Nos conocemos desde hace muchos a?os y nos llevamos muy bien desde el principio. Tener esa complicidad entrenador-jugador es muy importante¡±, afirma; ¡°hemos tenido muy buenas experiencias juntas antes, tambi¨¦n cuando ella era capitana de la Copa Federaci¨®n, pero, por supuesto, no hay garant¨ªas. Nadie es m¨¢gico. Creo que el secreto es trabajar, salir ah¨ª y pelear duro¡±.
Habla Garbi?e ¡ªhoy d¨ªa la 32 del mundo¡ª mientras la observa en un discreto segundo plano Olivier van Lindonk, un holand¨¦s de metro noventa que trabaja para la multinacional IMG y cuida como oro en pa?o de la tenista. Parec¨ªa no tener l¨ªmites Muguruza, pero se meti¨® en un laberinto y se perdi¨®. Su agente y su entorno tem¨ªan que no hubiese camino de retorno, que se apagase la llama deportiva y resintieran los contratos, de ah¨ª el volantazo. Radical. Sali¨® del equipo el entrenador Sam Sumyk, y con ¨¦l el preparador f¨ªsico, Laurent Lafitte, y la fisioterapeuta Alicia Cebri¨¢n. Para recomponer el puzle ha llegado Conchita, acompa?ada del argentino Santiago de Martino y la alemana Cathrin Junker, que se incorpor¨® en la recta final de 2019.
¡°No s¨¦ c¨®mo Garbi?e [atendida por el m¨¦dico entre el primer y segundo parcial, debido a la indisposici¨®n] ha sacado adelante este partido, pero es muy buena noticia que haya peleado hasta el final y con ese esp¨ªritu ganador que la caracteriza¡±, valoraba la entrenadora en los micr¨®fonos de Eurosport. ¡°Eso es lo bueno que tiene ella, que cuando coge el ritmo es capaz de todo y ya lo ha demostrado. Quiz¨¢ no hay que esperar que tenga una consistencia de 25 semanas al a?o jugando al m¨¢ximo nivel, porque no es su estilo, pero cuando coge el ritmo es muy buena¡±, observa el exjugador ?lex Corretja.
Despu¨¦s de completar la pretemporada entre Ginebra y San Diego ¨Clos cuatro ¨²ltimos a?os la hac¨ªa en Los ?ngeles¨C, Muguruza ofreci¨® se?ales positivas en Shenzhen (semifinales) y Hobart (retirada en cuartos), hasta que la gripe le trastabill¨® justo antes de Melbourne. Sin embargo, el deseo es firme. Quiere volver, y eso hace no mucho no estaba del todo claro. ¡°Los ¨²ltimos d¨ªas aqu¨ª han sido dif¨ªciles, porque no he podido prepararme como me hubiera gustado¡±, lamenta. ¡°Pero estoy contenta con el equipo que tengo y con c¨®mo he estado trabajando¡±, prosigue. ¡°La ilusi¨®n es la misma de siempre, pero me queda mucho trabajo por delante. Estoy contenta porque el a?o pasado no hubiera podido hacer algo como esto¡±, cierra Muguruza.
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