El Bar?a de Seti¨¦n, perdedor frente al Valencia, no chuta

Primera derrota del equipo de Seti¨¦n, mismos errores que en los dos duelos anteriores. Condicionado por el ejercicio defensivo y solidario del Valencia, que tambi¨¦n sali¨® escopeteado a la contra, el Bar?a careci¨® de ingenio y profundidad, de f¨²tbol para desarbolar al rival. No ocurri¨® lo mismo con el conjunto de Celades, tan aplicado en cerrar espacios como en disparar, aupado al final por Maxi G¨®mez y su punter¨ªa.

Hizo el Barcelona una puesta en escena bien magn¨¦tica, siempre con la posesi¨®n del bal¨®n por bandera, con la circulaci¨®n del bal¨®n flu¨ªda hasta la zona de tres cuartos. Pero ah¨ª se acababa el Barcelona, incapaz de poner en aprietos al rival porque careci¨® de profundidad y de ingenio para dar el ¨²ltimo pase, tambi¨¦n de valent¨ªa para el disparo. Y ah¨ª tambi¨¦n se creci¨® el Valencia, siempre en bloque, con las contras. En una de esas, en la primera, Gay¨¢ pis¨® ¨¢rea y fue derribado por Piqu¨¦. Ter Stegen, que no par¨® de moverse sobre la l¨ªnea como hiciera Bruce Grobbelaar -portero del Liverpool en la final de la Copa de Europa de 1984 ante la Roma-, adivin¨® las intenciones de Maxi G¨®mez y despej¨® el penalti.

No fue la ¨²nica acci¨®n de m¨¦rito de Ter Stegen, que mantuvo en pie al Barcelona con sus manos. Como en ese disparo de Maxi G¨®mez que pudo escupir con ayuda del larguero o ese remate de Gameiro, en boca de gol. Incluso tuvo el tino de corregirse tras un centro lateral que despej¨® Sergi Roberto de mala manera porque rebot¨® en Piqu¨¦ y de ah¨ª a la porter¨ªa, de nuevo a Ter Stegen.

Mejor¨® el Bar?a en el segundo acto, espoleado por un disparo de Ansu Fati cuando no se llevaba ni medio minuto. Pero pronto lo sofoc¨® el Valencia, pues en una contra, en un centro lateral al segundo palo, Maxi recogi¨® el esf¨¦rico y le peg¨® con el empeine con la fortuna de que Alba desvi¨® la trayectoria y envi¨® el bal¨®n a la red para desconcierto de Ter Stegen. No se anim¨® el Bar?a con el varapalo, asentado el Valencia sobre el tapete, nada inc¨®modo en perseguir la pelota, siempre en bloque y de lo m¨¢s aseado en el ejercicio defensivo. Suficientes argumentos que propiciaron las malas entregas del equipo azulgrana, la falta de ocasiones. Y cuando las tuvo, Messi, por una vez, no estuvo atinado. Ni con la cabeza ni desde la frontal, tampoco con las faltas. Y sin Leo ni sus goles¡­ no hay Bar?a que valga por el momento. Cosa que castig¨® de nuevo Maxi G¨®mez, que recibi¨® el bal¨®n en una contra dirigida por Ferran Torres y lo envi¨® a la red, lejos del alcance de Ter Stegen. Castigo y dudas para el Bar?a de Seti¨¦n.