Muguruza va a por todas

Es lunes, arranca el d¨ªa en Melbourne y en la estaci¨®n de Flinders, situada en el coraz¨®n de la ciudad, varios aficionados se disponen a coger el tranv¨ªa en direcci¨®n a Melbourne Park ataviados con camisetas de los Lakers y el 24 a la espalda. Impacta en la familia del tenis la noticia de la muerte del baloncestista Kobe Bryant, c¨®mo no. Y se expresan en las redes Rafael Nadal, Novak Djokovic y tantos otros y otras, entre ellas Garbi?e Muguruza. Esta (doble 6-3 a Kiki Bertens, en 1h 08m) le conoci¨® hace un par de a?os durante la ceremonia de los Oscars y guarda un grato recuerdo, plasmado en una foto en la que aparece junto a ¨¦l, sonriente.

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¡°Me he levantado con varios mensajes y me he quedado en shock¡±, contaba a los enviados especiales; ¡°coincidimos un par de veces y era una persona muy dulce. Le gustaba mucho el tenis. Cuando nos conocimos yo pensaba que ¨¦l no tendr¨ªa ni idea de m¨ª, pero enseguida me coment¨® varias cosas¡±.

Le entristece la noticia, pero sonre¨ªa a mediod¨ªa, cuando se deshizo de la holandesa Bertens y desembarc¨® con fuerza en los cuartos de final del grande australiano, estaci¨®n que abord¨® en 2017. Hac¨ªa dos a?os tambi¨¦n, cuando conoci¨® al malogrado Kobe, que no llegaba tan lejos en un major; fue en Par¨ªs, sobre la arena. Ahora progresa sobre el cemento de Melbourne, luego su candidatura a hacer algo importante empieza a coger m¨¢s y m¨¢s forma. Se pasa del runr¨²n y de hablar con la boca peque?a a decirse abiertamente: jugando as¨ª, ?por qu¨¦ no va a ganar Garbi?e?

¡°?Sorprendida? No, no estoy sorprendida. Estoy contenta de volver a estar en una situaci¨®n especial¡±, contest¨® a un reportero argentino. ¡°No me desespero, para nada. Al final, el trabajo ha estado ah¨ª, simplemente hay que ser paciente. No hay tantos jugadores que hagan cada a?o finales y semifinales, as¨ª que tengo que esperar mi momento¡±, prolong¨® seria, ¡°superconcentrada¡±.

Se repite el fabuloso tono de la ronda anterior, contra Elina Svitolina. De nuevo hay control, autoridad y exhibici¨®n de facultados. Paso a paso, dice ella, pero va como un tiro Muguruza. El arranque no es m¨¢s que un espejismo, porque la holandesa (10 del mundo y novena cabeza de serie) le rompe el servicio, pero la respuesta es inmediata y la reprimenda severa. Impone su juego desde el fondo la hispano-venezolana, cambiando direcciones y meneando a su rival de forma pendular, de un lado a otro. Bertens, va cediendo, arrodill¨¢ndose. Sabe que hoy tiene muy poco que hacer.

Muguruza le tritura al resto su segundo servicio (33%) y multiplica el suyo hasta rozar la perfecci¨®n con los primeros. Tres puntos, entreg¨® solo. Otra vez, Garbi?e se desenvuelve bien en la red (8/10), aunque fragua la victoria desde la l¨ªnea de fondo. De nuevo se ve electricidad y un puntito de rabia, como si estuviese jugando para saldar cuentas pendientes. Consigo misma, seguramente. En forma de vendaval, se impone y ahora se jugar¨¢ una plaza en las semifinales con la rusa Anastasia Pavlyuchenkova, superior a Angelique Kerber (6-7, 7-6 y 6-2) y tutelada por su anterior preparador, el franc¨¦s Sam Sumyk.

Los duelos Barty-Kvitova, Kenin-Jabeur y Kontaveit-Halep completan el mapa de los cuartos. Frente a una de las ¨²ltimas se medir¨ªa Muguruza en el caso de seguir carburando. Como broche, otra mirada al banquillo, pu?o en alto; Conchita Mart¨ªnez devuelve el apret¨®n de dientes. ¡°Thanks, thanks, thanks, thanks¡±, agradece a los cuatro costados de la pista central. Paso a paso, pero a Garbi?e se le cay¨® la m¨¢scara: a este nivel, todo es posible, por muy rocambolesca que parezca la situaci¨®n. Aunque ella se ci?a a la prudencia, la candidatura ya est¨¢ encima de la mesa. ?Por qu¨¦ no?