Haaland pone contra las cuerdas al PSG
Dos goles del delantero noruego, que lleva diez en siete partidos de Champions, le dan el triunfo al Borussia ante un decepcionante rival salvado por una conexi¨®n entre Mbapp¨¦ y Neymar
Lleva 10 goles en seis partidos desde que lleg¨® a Dortmund. Firma 39 en 29 partidos esta campa?a, que inici¨® en el Salzburgo, 10 de ellos en siete duelos de la Liga de Campeones. Erling Haaland suma, sigue y muestra que su reciente tasaci¨®n en 20 millones de euros es una ganga. Dos veces hizo diana para derribar al Par¨ªs Saint-Germain. Los marc¨® sin necesitar muchas m¨¢s opciones, sin despeinar su rubia cabellera para dar ventaja al Borussia Dortmund en los octavos de final de la m¨¢xima competici¨®n continental y obligar al Par¨ªs Saint-Germain a una remontada para no volver a caer de nuevo en esa ronda en la que ha naufragado en los tres ¨²ltimos a?os. Al menos el gol a domicilio de Neymar le deja con aire.
El partido tard¨® en romper. Transit¨® durante largu¨ªsimos minutos entre la aton¨ªa y el sopor, aplatanado por una sucesi¨®n de pases irrelevantes, templado por una mutua prudencia que sustrajo toda la pasi¨®n que se le supon¨ªa a un duelo entre equipos que disponen de excelentes velocistas. Durante ese tiempo se corri¨®, pero no se galop¨®. Se especul¨®. Al Par¨ªs Saint-Germain no pareci¨® importarle, pero empez¨® a parecerle mala idea cuando sinti¨® que el control del partido era del Borussia. O al menos eso parec¨ªa. Ante la duda baj¨® revoluciones y se ampar¨® en el pase de seguridad. En definitiva, se guard¨® para solventar la eliminatoria al amparo de su gente en el Parque de los Pr¨ªncipes. All¨ª no contar¨¢ con Verratti y Meunier, suspendidos por acumulaci¨®n de amonestaciones.
El cuadro alem¨¢n se acomod¨® en su campo cuando no ten¨ªa la pelota. Baj¨® l¨ªneas y esper¨® el error rival en la circulaci¨®n, que lleg¨® m¨¢s de una vez. Y as¨ª se despleg¨® para avivar aquel muermo. O para que se estirase Keylor Navas, felino para detener un intento de Sancho mediada la primera parte. Ni antes ni casi despu¨¦s se tuvo que estirar B¨¹rki en la meta del Borussia. Mbapp¨¦ no toc¨® bola, constre?ido a actuar entre centrales y sin ocasiones para activar su zancada. Sin bal¨®n y sin espacios, fue una sombra entre defensas, as¨ª que el PSG empezaba y acababa en Neymar, que se movi¨® con libertad para iniciar las acciones a 60 metros de la porter¨ªa. Al Borussia tampoco le pareci¨® muy mal. Y cuando se sinti¨® molesto no dud¨® en bajarlo al piso.
Al brasile?o, ausente en los ex¨¢menes decisivos de su equipo durante las campa?as que lleva en Par¨ªs, se le aguardaba. Regres¨® tras su en¨¦simo achaque f¨ªsico y no dud¨® en tomar la batuta de su equipo. Tampoco hab¨ªa quien se la discutiese porque el PSG se ha cincelado sin excesiva creatividad en la medular. Para paliar ese d¨¦ficit se vio por ah¨ª a Neymar, en un espacio donde el Borussia buscaba sus opciones a trav¨¦s del robo. Apenas un libre directo del 10 que se le fue desviado en los minutos iniciales del partido fue el bagaje ofensivo de los parisinos hasta que superada la hora de partido encontraron a Mbapp¨¦. Lo hizo Neymar, por supuesto.
El ritmo de los acontecimientos, demasiado bajo, hab¨ªa desactivado a los delanteros del PSG. Todo fue excesivamente masticado en un partido de pico y pala en el que las pizarras de los t¨¦cnicos se calcaron: tres centrales, dos carrileros dispuestos para correr en ataque y plegarse en una l¨ªnea de cinco cuando el juego se ralentizaba, un tridente atacante en el que los extremos se cerraban casi como interiores. Hubo m¨¢s ajedrez que f¨²tbol hasta que en una acci¨®n epis¨®dica Haaland ejerci¨® de cazagoles para rescatar un rebote en el ¨¢rea y enviarlo a la red.
Ah¨ª todo se rompi¨® en a?icos. Todas las cautelas se disiparon con una explosi¨®n que alumbr¨® tres goles en ocho minutos. Se engranaron varias marchas porque al fin Mbapp¨¦ acert¨® a huir del corralito del nueve y encontr¨® metros para engranar tres regates. Y el imberbe Reyna, de 17 a?os, le dio vuelo a los locales. Entre tanto pase se impuso aquel atisbo de osad¨ªa para regalarle el empate a Neymar, que apenas tuvo que empujar a la red. Pero nada hab¨ªa terminado. Haaland volvi¨® a marcar y mostr¨® que tiene cat¨¢logo en el ¨¢rea y fuera de ella.
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