Buitres sobre la Casa Roja
Seg¨²n fuera el resultado entre Independiente y Racing de Avellaneda, alg¨²n cad¨¢ver hab¨ªa de quedar sobre el campo de batalla
Algo iba a pasar el s¨¢bado en el Libertadores. Uno pod¨ªa imaginar bandadas de buitres sobrevolando el estadio de Independiente: seg¨²n fuera el resultado, alg¨²n cad¨¢ver hab¨ªa de quedar sobre el campo de batalla. Porque la afici¨®n roja de Avellaneda ven¨ªa ya muy caliente y porque la situaci¨®n es explosiva.
Independiente, rey de la Copa Libertadores con siete t¨ªtulos, lleva unos cuantos a?os de tristeza. Esta temporada arranc¨® de nuevo con flojera en las piernas y en octubre, despu¨¦s de solo cinco meses, despidi¨® a su t¨¦cnico, Sebasti¨¢n Beccacece. Sus vecinos y rivales de Racing pensaron que Beccacece constitu¨ªa una opci¨®n interesante y lo contrataron. Fue una decisi¨®n de alto riesgo. Los rojos se habr¨ªan re¨ªdo mucho de Racing si el entrenador que ellos desecharon hubiera fracasado en el estadio contiguo.
La hora de la verdad lleg¨® hace dos semanas. El Racing de Beccacece recib¨ªa al Independiente de Lucas Pusineri. Era un derbi con toda la pasi¨®n de siempre, m¨¢s una fuerte dosis de morbo. Lo que ocurri¨® fue doloroso para Independiente: Racing marc¨® el gol de la victoria, 1-0, cuando jugaba con dos hombres menos por una doble expulsi¨®n. A la semana siguiente no se pas¨® del empate frente a Arsenal. Hugo Moyano, presidente de Independiente, a la vez l¨ªder de un sindicato radical de transportistas y multimillonario hombre de negocios (esas cosas que se dan en Argentina), no dio importancia a las quejas de su gente: ¡°Son cuatro gansos los que gritan¡±, dijo. ¡°Yo estuve tres veces en cana en la dictadura y nunca me achiqu¨¦¡±.
El s¨¢bado, Independiente recib¨ªa al Gimnasia y Esgrima de Diego Armando Maradona. Que llegaba tambi¨¦n inflamado. Asomado al descenso, ven¨ªa de perder con Rosario Central y herv¨ªa en rumores sobre una posible sustituci¨®n del t¨¦cnico. Maradona despach¨® la crisis con una de sus frases: ¡°Que no se le ocurra al presidente de Gimnasia echarme, antes lo echo yo a ¨¦l¡±.
Por eso de que Maradona es Maradona, antes de que rodara el bal¨®n hubo que rendir homenaje al t¨¦cnico visitante. Moyano disfraz¨® la tensi¨®n con una sonrisa y le entreg¨® una placa conmemorativa a Maradona, para quien esta temporada tiene algo de gira de homenaje: gane o pierda, con mucha m¨¢s frecuencia lo segundo, ¨¦l se lleva un regalo y un aplauso.
Entrados en materia, apenas hubo materia. Mucha impaciencia, muchos nervios y poco juego. A Independiente nada le sale bien, y el Gimnasia de Maradona puede alegar que lleva meses con la suerte en contra. La grada roja arranc¨® con murmullos de desaprobaci¨®n que fueron convirti¨¦ndose en gritos contra Moyano. El resultado, sin embargo, parec¨ªa establecido de antemano. Era uno de esos partidos que acaban en empate a cero. Se cumpli¨® el 90 sin goles. Y en el 93 ocurri¨® el prodigio: Eric Ram¨ªrez, al que Maradona hab¨ªa recurrido minutos antes, remat¨® desde la derecha con un tiro de los que no llevan veneno; del veneno se encarg¨® un defensor de Independiente, S¨¢nchez Mi?o, que puso el pie y convirti¨® el bal¨®n en un globo imparable. ?ltimo minuto, gol de Gimnasia y rabia incontenible en la Casa Roja.
Hugo Moyano tuvo que abandonar el estadio bajo protecci¨®n policial. Los que le gritaban de todo no eran ni cuatro ni gansos. Esta vez, el presidente rojo no habl¨® de sus episodios carcelarios durante la dictadura ni de ninguna otra cosa: desapareci¨® en silencio y congestionado. Maradona, flotando de satisfacci¨®n tras su primera victoria en 2020, tuvo un recuerdo para el gran Ricardo Bochini, ¡°mi maestro¡±, el m¨¢ximo ¨ªdolo hist¨®rico de Independiente. ¡°Lo siento por ¨¦l¡±, coment¨®.
Vienen d¨ªas bravos para Moyano y para Independiente. Los buitres imaginarios siguen volando sobre el Libertadores.
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