El Valladolid deprime al Espanyol
El equipo de Sergio Gonz¨¢lez madura el duelo hasta noquear al conjunto blanquiazul, condicionado por una expulsi¨®n temprana y definido por su falta de f¨²tbol e intenci¨®n
No da una el Espanyol desde que comenzara LaLiga, incapaz de articular buen f¨²tbol con el t¨¦cnico David Gallego de inicio, resquebrajado ahora con Abelardo porque su discurso de la garra y la defensa no llega acompa?ada de resultados y puntos, argumento definitivo para acumular dudas y debilidades. Tiembla el equipo blanquiazul y cae en la precipitaci¨®n, exigido a sacudirse de encima el bochornoso t¨ªtulo de farolillo rojo que posee por castigo y merecimiento. Toda una odisea en Zorrilla, donde el Espanyol se qued¨® con un jugador menos antes de la media hora y el Valladolid, imperturbable en su hoja de ruta, madur¨® el encuentro hasta dar con la tecla, hasta subrayar su tranquilidad en la tabla y la desaz¨®n y congoja en el rival, que a cada jornada que pasa se le oscurece el camino a la salvaci¨®n por m¨¢s que gastara 40 millones en el mercado invernal.
Pocos futbolistas son tan adorados como David L¨®pez en el Espanyol, mediocentro que se busc¨® las habichuelas en Italia (N¨¢poles) antes de volver a casa. Pero la pifia que cometi¨® ante el Valladolid fue de ¨®rdago, pues el colegiado le ense?¨® dos cartulinas amarillas (y, por consiguiente, la roja) y el camino a los vestuarios cuando el partido comenzaba a coger ritmo. Una expulsi¨®n tan justificada en lo acad¨¦mico ¨Cun ligero manotazo en la cara de un rival y una entrada a destiempo que no pas¨® de rozadura- como descabellada en lo deportivo, pues el ¨¢rbitro no quiso entender los decibelios de la lucha por la permanencia, las ansias de un l¨ªder por defender a su escuadr¨®n. Mazazo para los de Abelardo [ya en la jornada anterior sufrieron otra expulsi¨®n ante el Sevilla], que desde ese momento dijeron menos que nada en la faceta ofensiva. Contratiempos, en cualquier caso, que se unen a la ausencia de Ra¨²l de Tom¨¢s, todav¨ªa lesionado en el aductor derecho y ¨²nico delantero con olfato y punter¨ªa, toda vez que suma cinco goles en los cinco encuentros oficiales que ha jugado con el Espanyol. Ante el Valladolid no se visti¨® de corto y su equipo no hizo diana. Tarea de lo m¨¢s complicada porque el Espanyol solo cont¨® con un disparo en el primer acto ¨Cun remate en plancha de Calleri tras una falta lateral y un rechazo- y ninguno en el segundo, am¨¦n del chut desde los 11 metros.
Plante¨® el Valladolid un duelo sin vuelta de hoja, empecinado en aguardar en su campo y tambi¨¦n al error rival. Por lo que la expulsi¨®n de David L¨®pez fue jauja para el equipo de Sergio Gonz¨¢lez, c¨®modo con el empate moment¨¢neo porque le ganaba una jornada al campeonato. Le bastaba con avisar con disparos lejanos para meter al rival en la cueva, para consumir el tiempo hasta que le llegara la ocasi¨®n de oro. Lo probaron sin ¨¦xito Moyano, Alcaraz, Ra¨²l Garc¨ªa y Toni Villa, chutes altos, torcidos o demasiado blandos. Se acercaron, sin embargo, ?scar Plano con un remate raso que Diego L¨®pez desactivo a tiempo y Unal con un disparo a media vuelta excesivamente centrado. Ambas ocasiones las fabric¨® Sergi Guardiola, efusivo en los desmarques y arrastres, generoso en los movimientos y centros que los medios aprovechaban desde la segunda l¨ªnea.
Con m¨¢s espacios y metros para correr, el Valladolid abri¨® el campo y se refugi¨® en los centros laterales, como ese que remat¨® flojo Unal o ese otro que Villa lo atac¨® de primeras y salud¨® al poste por fuera. Pero fue de nuevo un chut lejano el que abri¨® la lata, pues Ra¨²l Garc¨ªa le peg¨® duro pero centrado y Diego L¨®pez no acert¨® en el blocaje; Sandro, atento al rechazo, hizo diana. Poco despu¨¦s, una contra y varios embrollos en el ¨¢rea dieron con el remate definitivo de Guardiola, con el gol de la calma. Poco pod¨ªa replicar el Espanyol, tan c¨®modo en los pases de seguridad desde la defensa como perdido en las transiciones, tambi¨¦n en el juego vertical que restara l¨ªneas de presi¨®n. El ejemplo de la desconexi¨®n era Darder, a quien se le suele criticar que no aparece en los partidos para la calidad que atesora. Ocurre, sin embargo, que tampoco le llega un bal¨®n raso en condiciones, un esf¨¦rico que le sit¨²e entre las l¨ªneas. Y sin crupier que valga, sin un quarterback que enlace con los puntas, no hay tut¨ªa. Menos todav¨ªa si no juega Ra¨²l de Tom¨¢s, el Carpanta blanquiazul. Aunque una mano inocente de Olivas sobre la bocina vali¨® para que Embarba redujera las distancias y maquillara el resultado. Ya era tarde. Demasiadas lagunas y debilidades para un equipo que aspira a evitar el fracaso del descenso, al punto de que tir¨® la Liga Europa con una alineaci¨®n de suplentes ¨Csolo repitieron D¨ªdac y Wu Lei tras la debacle (4-0) ante el Wolverhampton- y ya no tiene alegr¨ªas que llevarse a la boca. Y LaLiga, para su infortunio, no para.
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