Marcelino planta sus ra¨ªces en el Athletic
Orden, organizaci¨®n defensiva y ofensiva, repliegue y contrataque: Lezama ya respira el m¨¦todo del t¨¦cnico asturiano
¡°Orden, mucho orden. Organizaci¨®n defensiva y ofensiva; ¡°los buenos equipos se hacen fuertes desde atr¨¢s¡±; ¡°jugar bien es crear 15 ocasiones de gol y repetir automatismos en todas las fases del juego¡±; ¡°pases hacia delante, nunca hacia atr¨¢s¡±; ¡°siempre que se pueda hay que utilizar el contraataque¡±; ¡°me aburren los equipos que tienen un 80% de posesi¨®n y crean tres ocasiones de gol¡±¡
Lezama ya respira el m¨¦todo Marcelino. Siete d¨ªas han bastado para que la plantilla del Athletic ya sepa todo lo que su nuevo entrenador quiere de ellos. Y tambi¨¦n lo que no deben hacer salvo que se quieran llevar una bronca en el mismo campo. El aplazamiento del partido de Liga contra el Atl¨¦tico por el temporal ha sido un regalo para el t¨¦cnico asturiano, que ha tenido m¨¢s tiempo para inculcar a sus hombres su doctrina futbol¨ªstica. En este aspecto insiste en diferenciar conceptos: ¡°El estilo puede variar, pero las ideas de c¨®mo jugar deben estar claras¡±. Le valen como comienzo los 20 primeros minutos de su Athletic ante el Barcelona el d¨ªa de su estreno (2-3 en San Mam¨¦s). No el resto del partido, donde el equipo se desorganiz¨® y se posicion¨® muy lejos del ¨¢rea rival.
Repliegue y contraataque. Marcelino es un entrenador met¨®dico. Sus equipos se plantan en el 4-4-2 m¨¢s cl¨¢sico. ¡°No me gusta el mediapunta, ni es medio ni es punta¡±, afirma. Bloque corto, en no m¨¢s de 20-25 metros y posicionado, preferentemente, sobre el pasillo central. Son comunes sus entrenamientos en zonas estrechas y largas, en forma de tubo, para trabajar el juego interior y los pases hacia delante. ¡°Los pases interiores siempre deshacen l¨ªneas¡±, sostiene.
En ataque pretende ser profundo, llegar r¨¢pido a la porter¨ªa rival con transiciones r¨¢pidas y pocos toques. ¡°Es m¨¢s f¨¢cil sorprender al rival desorganizado, con dos o tres atr¨¢s, que ya posicionado¡±, afirma. En defensa, opta por el repliegue intensivo hasta su propio campo. Rara vez presiona alto, salvo con el partido perdido como ante el Barcelona. Y lo hizo bien con una recuperaci¨®n que supuso el segundo gol (Muniain). Las dos l¨ªneas de cuatro m¨¢s que juntas, pegadas. A los dos de arriba, siempre colocados en diferente altura, les deja descolgados del repliegue para que sean alternativa de salida cuando recupera el bal¨®n, pero deben ser los primeros en defender la salida del rival.
Vencedor y Muniain. Habitualmente busca similitudes entre las plantillas que ha tenido a su disposici¨®n. As¨ª, en el Athletic, con Unai Simon afincado en la porter¨ªa, no debe de tener problemas para encontrar dos centrales de su gusto, que dominen el espacio y no se compliquen la vida ni en defensa ni a la hora de sacar el bal¨®n (se la tienen que dar al mediocentro o abrir a las bandas). Yeray e I?igo Mart¨ªnez le encajan perfectamente. Tambi¨¦n tiene laterales para aprovechar toda la banda y replegarse r¨¢pido. Capa y Yuri (este es baja) se antojan id¨®neos, con Lekue o De Marcos como alternativas.
Vencedor, un jugador t¨¦cnico que mejora notablemente en el aspecto de la recuperaci¨®n del bal¨®n, est¨¢ llamado a ser su Bruno del Villarreal o su Parejo del Valencia. De los dos mediocentros, uno debe ser m¨¢s posicional y el otro de ida y vuelta. Muniain se antoja clave en la faceta ofensiva. Bien como segundo delantero, a lo Rodrigo; o en la l¨ªnea de cuatro centrocampistas en una de las dos bandas, como Guedes o Soler. O Castillejo o Cani en el Villarreal. Los dos hombres exteriores del centro del campo ejercen m¨¢s de interiores que de extremos. Las bandas son para los laterales.
Arriba, Williams parece nacido para lo que el t¨¦cnico quiere de su primera referencia: velocidad, profundidad, que estire el equipo cuantas m¨¢s veces mejor. A lo Uche, Bakambu, Santi Mina, Zaza¡ Su gol al Barcelona fue muy propio de los equipos de Marcelino. Le gustan los delanteros r¨¢pidos, m¨®viles, con buen juego entre l¨ªneas y que caigan en las bandas para volver hacia dentro.
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