El vud¨², la chequera y el fichaje que parec¨ªa bueno
La historia est¨¢ llena de malos decisiones de futbolistas y gestores. A veces, convendr¨ªa consultar m¨¢s con el m¨¢s all¨¢
¡°En Italia hay un momento m¨¢gico en el que se pasa de la categor¨ªa de gran promesa a la de t¨ªpico tonto. Solo a pocos afortunados la edad les concede acceder a la dignidad de maestro venerado¡±.
La cita, del ensayista Alberto Arbasino, se refer¨ªa exclusivamente a los escritores, pero funciona tambi¨¦n como navaja suiza. Roma, sin ir m¨¢s lejos, es la ciudad del mundo en la que uno puede pasar m¨¢s r¨¢pido de ser un fen¨®meno a pertenecer a la dimensi¨®n de los coglioni. La pol¨ªtica es un laboratorio extraordinario para ese penoso tr¨¢nsito. Ah¨ª est¨¢n las encuestas sobre Renzi o Salvini para demostrarlo estos d¨ªas en plena crisis de gobierno. Tambi¨¦n cualquier elemento del Movimiento 5 Estrellas elegido al azar. Pero la l¨ªnea que separa ambos momentos biogr¨¢ficos es todav¨ªa m¨¢s corta si uno debe justificar sobre la hierba el precio que pagaron por ¨¦l.
En 1988 la Roma pens¨® que ser¨ªa buena idea fichar a dos brasile?os que revolucionar¨ªan el calcio. Renato Portaluppi, duod¨¦cimo y pen¨²ltimo hijo de una familia de Rio Grande de Sul, era extremo derecho y un playboy que llegaba del Flamengo. Se pas¨® la temporada en las discotecas del barrio del EUR y apenas lograba asomarse por la ma?ana a los entrenamientos en Trigoria con jaquecas fabulosas. Marc¨® tres goles y tuvo que volver a Brasil (hoy entrena al Gremio). Peor le fue al centrocampista Andrade, que cruz¨® el Atl¨¢ntico con el aura de rayo, fue presentado como el nuevo Falcao, y acab¨® apodado en romanesco er moviola por lo plomizo que era. Incluso para el juego horizontal de Nils Liedholm, t¨¦cnico de la ¨¦poca. La historia est¨¢ llena de malas decisiones. A veces, convendr¨ªa consultar m¨¢s con el m¨¢s all¨¢.
La semana pasada, en el minuto 44 de la primera parte del derbi de la Madonnina en la Coppa Italia, Ibrahimovic y Lukaku se dieron un cabezazo. El belga aludi¨® de forma n¨ªtida a un posible encuentro entre ¨¦l y la hermana del delantero centro del Milan. Ibrahimovic, tirando de una dudosa hemeroteca, le solt¨®: ¡°Llama a tu madre y ve a hacer esos ritos vud¨² de mierda¡±. La frase fue enseguida tomada como un insulto racista, algo dif¨ªcilmente rebatible. Luego, el entorno de Ibrahimovic desempolv¨® la vieja historia para justificarle.
Farhad Moshiri, propietario del Everton, le ofreci¨® la renovaci¨®n a Lukaku en 2017. Pero el belga, explic¨® entonces el dirigente, la rechaz¨® despu¨¦s de consultar con su madre, que habr¨ªa hecho un rito vud¨². Lukaku niega que la an¨¦cdota fuera cierta. Su entorno recuerda que, adem¨¢s, es cat¨®lico. M¨¢s all¨¢ de un asunto que ha acabado en una sanci¨®n de solo un partido para ambos, la realidad es que acert¨® con el cambio de aires. Y que a m¨¢s de uno le convendr¨ªa consultar con las fuerzas ocultas para tomar una decisi¨®n as¨ª.
Ese mismo d¨ªa Christian Eriksen le dio el partido al Inter con un libre directo impecable (2-1). El dan¨¦s, centrocampista exquisito que cada verano deb¨ªa suceder a Modric en el Real Madrid, fich¨® este verano por el Inter y se est¨¢ arruinando la carrera. En el derbi fue decisivo, pero est¨¢ claro que su visi¨®n de juego no era para un entrenador como Antonio Conte. Lo mismo le pas¨® a Bonucci en 2017, que se pele¨® con la Juventus, el equipo de su vida, y dur¨® un solo a?o en el Milan para terminar regresando a casa arrepentido. O al mismo Ibrahimovic, que se march¨® al Barcelona y, seg¨²n ¨¦l, malgast¨® la peor temporada de su vida viviendo como un colegial a las ¨®rdenes de Guardiola y conduciendo un Audi del club y no su Ferrari Enzo para ir a entrenar.
Les pas¨® a muchos. A Cassano, el jugador con m¨¢s talento que ha visto la Serie A en d¨¦cadas, se le apag¨® la luz tras pasar por el Madrid (debieron influir los 15 kilos comiendo la Nutella que le regalaba el club, seg¨²n cont¨® esta semana). O a Gaizka Mendieta, por quien la Lazio pag¨® una fortuna y nunca m¨¢s fue aquel estupendo quarterback del Valencia. ¡°Un dj de 90.000 millones de liras [48 millones de euros]¡±, lo llaman todav¨ªa en Roma, esa ciudad donde la l¨ªnea entre ser una estrella y un pringado puede ser tan corta.
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