Barcelona - PSG, una d¨¦cada de tensiones
Los clubes han mantenido una relaci¨®n de tirantez desde 2010, elevada ahora por la indefinici¨®n de Messi sobre su futuro
Aunque depende de Leo Messi desenmara?ar su futuro, si seguir¨¢ de azulgrana o se ir¨¢ con la carta de libertad bajo el brazo en unos meses, solo unos pocos pueden llamar a su puerta, acaso los de chequera el¨¢stica. Pero ninguno como el PSG, destino que le encaja por la superioridad del equipo en una competici¨®n desigual ahora que est¨¢ acabando su carrera, club que desde hace una d¨¦cada se las tiene de todos los colores con el Bar?a, rivales ahora en los octavos europeos de este martes. Y la tensi¨®n crece. ¡°Hay muchas posibilidades de que Messi venga al PSG¡±, desliz¨® la semana pasada Di Mar¨ªa al tiempo que Koeman explot¨®: ¡°Me parece una falta de respeto, sobre todo por no calentar m¨¢s el partido de Champions¡±. Mauricio Pochettino replic¨® desde el otro banquillo: ¡°Un compa?ero de selecci¨®n dijo que le gustar¨ªa jugar junto a ¨¦l. Desde Par¨ªs no hemos faltado el respeto a nadie y muchos jugadores del Bar?a expresaron su deseo de que volviese Neymar y aqu¨ª nunca se quejaron¡±. Otro de los muchos rifirrafes entre ambas entidades.
Cuando 2010 bajaba el tel¨®n, el Bar?a sell¨® un acuerdo de patrocinio con Qatar Foundation y el estado de Catar, todo a trav¨¦s de Oryx Qatar Sports Investments, propiedad del emir del pa¨ªs Hamad Al Zani y empresa gestionada por Nasser Al-Khelaifi, presidente del PSG. Un acuerdo de lo m¨¢s lucrativo ¡ªel club azulgrana percibi¨® 171 millones¡ª que el Bar?a aprovech¨® para reforzar sus filas y enfoc¨® al PSG. Todo comenz¨® en 2013, cuando el club azulgrana tent¨® a Thiago Silva, que se desmarc¨® pidiendo el sueldo de Messi pero acab¨® aceptando la oferta de renovaci¨®n parisina. Pero el Bar?a, con serios problemas en la defensa tras el adi¨®s de Puyol, volvi¨® a la carga en el verano siguiente con Marquinhos, que dio su aprobaci¨®n para nada, porque Al-Khelaifi le plasm¨® una mejora de contrato que con el tiempo le ha valido para asentarse en la zaga del PSG.
¡°Es muy dif¨ªcil negociar con quien tiene dinero porque saben que est¨¢n en una posici¨®n de fuerza¡±, cuenta un exempleado del club que trat¨® con el PSG; ¡°no se sientan a negociar¡±. Aunque por entonces se contentaban con las negativas de Sergi Roberto y, sobre todo, de Busquets a hacer el camino inverso al preferir el escudo azulgrana antes que el petr¨®leo catar¨ª. Pero el enfado del PSG iba en aumento y eclosion¨® en 2017, cuando el Bar?a trat¨® de birlarle al medio Verratti en una estrategia patosa, pues el jugador pos¨® en Ibiza para deslizar las negociaciones y el presidente parisino le exigi¨® grabar un v¨ªdeo en el que pidiera perd¨®n y se reafirmara en su voluntad de jugar en Par¨ªs, tambi¨¦n envuelto en un manto de billetes.
Neymar, al contado
Desactivada la marcha del italiano, el PSG carg¨® de inmediato y con todo por Neymar, seducido por capitalizar un proyecto acaudalado antes que seguir bajo la sombra de Messi. Decisi¨®n que tom¨®, precisamente, tras el memorable encuentro del Camp Nou de octavos de la Champions de 2017 frente al PSG, cuando el Bar?a remont¨® un 4-0 en contra con un sonoro 6-1. En ese envite, nadie desequilibr¨® como Neymar, el mejor a todas luces. Pero el m¨¦rito y sobre todo las portadas se las llev¨® Messi al encaramarse a la valla publicitaria del estadio con los brazos abiertos bajo un manto de adoraci¨®n culer. Unos meses y 222 millones despu¨¦s (que era la cl¨¢usula de rescisi¨®n del brasile?o), Neymar emigraba hacia la Torre Eiffel.
Desde entonces, PSG y Bar?a no se han vuelto a ver las caras, aunque el saldo hist¨®rico sale a favor azulgrana; se han medido en cinco eliminatorias y el PSG solo gan¨® la primera, entonces en los cuartos de la Copa de Europa del curso 95-95. Desde que creciera la tensi¨®n, sin embargo, el Bar?a venci¨® en cuartos de la Champions 2013 y 2015, tambi¨¦n en esos octavos de 2017.
Piqu¨¦ acelera y ya se entrena con el grupo
La defensa del Barcelona sigue cogida con pinzas, con Piqu¨¦ y Araujo pendientes de entrar en la convocatoria, ahora que ya se entrenan con el grupo. Dest jug¨® unos minutos ante el Alav¨¦s tras salir de una lesi¨®n muscular y apunta al lateral derecho, donde no podr¨¢ tener el relevo de Sergi Roberto, en la enfermer¨ªa. Mingueza est¨¢ disponible y aguarda su turno, sobre todo porque Umtiti sigue sin el ritmo necesario. Por lo que Alba y Lenglet parecen los ¨²nicos seguros ante un rival con dinamita en ataque.
Quiz¨¢ por eso fastidi¨® tanto al PSG que Adrien Rabiot aceptara jugar de azulgrana en el verano de 2018, operaci¨®n que se prolong¨® en el tiempo pero que acab¨® por desactivar el jeque. Pero eran momentos cortantes, pues el expresidente Josep Maria Bartomeu celebr¨® la investigaci¨®n de la UEFA al club parisino acerca del Fair-Play financiero al tiempo que Al-Khelaifi le prohib¨ªa al responsable de estad¨ªstica de los partidos del club participar en un congreso tecnol¨®gico que se celebraba en el Camp Nou. Y as¨ª ha seguido la relaci¨®n en estos cursos, tentado De Jong antes por el PSG que por el Bar?a, negado Di Mar¨ªa hasta en el ¨²ltimo d¨ªa de traspasos, negociaciones infructuosas por falta de entendimiento y voluntad para el regreso de Neymar¡ Hasta que en este verano el Bar?a decidi¨® traspasar a Rafinha a coste cero al jugador ¡ªtres millones en variables y el 35% de una futura venta¡ª, m¨¢s como favor al futbolista que al club.
Ahora, sin Neymar por lesi¨®n pero con Messi revitalizado y con una sonrisa en el c¨¦sped porque le gusta el vestuario azulgrana aunque no la falta de competitividad en los momentos clave, el Bar?a y el PSG vuelven a verse las caras. Hay muchas cuentas pendientes en una d¨¦cada de litigios. Y todo est¨¢ por decidir. Incluso el futuro de Leo.
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