Daniela Garc¨ªa, una vida de superaci¨®n

Mar¨ªa Vicente y Daniela Garc¨ªa tienen 19 a?os y un talento ¨²nico para el atletismo, clase, se dec¨ªa antes, que intentan expresar al m¨¢ximo y hacerlo florecer, y para ello han abandonado su nido, su hogar y se han ido a estudiar una carrera, entrenar y vivir lejos, Vicente en un colegio mayor de San Sebasti¨¢n, adonde lleg¨® desde su casa de L¡¯Hospitalet, y Daniela Garc¨ªa en la residencia Blume de Madrid, llegando desde Calvi¨¤ (Mallorca).

Ambas empezaron a moverse hace un a?o, justo cuando comenz¨® la pandemia, y sufrieron de soledad y aislamiento y nostalgia. Ambas lo superaron, y son felices en sus destinos, y ambas dicen que no se arrepienten para nada, que es lo mejor que pod¨ªan haber hecho. Una, Vicente, destaca por su potencia, su salto, su velocidad; la otra, Daniela, por su forma de correr, que enamora a todos. ¡±Corre como si llevara patines¡±, dice Jorge Gonz¨¢lez Amo, el responsable de la distancia. ¡°Qu¨¦ fluidez, qu¨¦ elegancia¡±. Ambas son fruto de la creciente cosecha que el plan de detecci¨®n y seguimiento de talentos, y de sus entrenadores, de la federaci¨®n espa?ola. Ambas est¨¢n llamadas a ser de lo mejor del mundo.

Y las coincidencias acaban ah¨ª, por ahora.

Vicente, un portento f¨ªsico, se gan¨® desde juvenil la consideraci¨®n de estrella y carga, como pesada mochila, con el seguimiento consiguiente, y portadas en revistas. Y su ambici¨®n es ¨²nica y absoluta, y su forma de expresar sus desilusiones y frustraciones. Dos d¨ªas despu¨¦s de batir el r¨¦cord de Espa?a de pentatl¨®n, en los nacionales, compite en longitud. Su primer salto es magn¨ªfico. Ajusta la batida y cae m¨¢s all¨¢ de 6,50m. Bandera blanca. R¨¦cord espa?ol sub-23 y oro al canto. Y lo habr¨ªa sido si los jueces no hubieran ordenado borrar la marca en la arena antes de medirla. El error la trastorna.

Muchos peores tragos ha superado Daniela Garc¨ªa, menuda y todo sonrisas, que a los 10 a?os le dijo a su padre que dudaba entre dedicarse al rugby, el deporte que practicaban su padre y practica su hermano, jugador de la Santboiana, y en el que ella era la estrella en el colegio, por su velocidad, o al ballet. Eligi¨® el ballet, pero poco despu¨¦s se pas¨® por el colegio Carlos Ruiz, entrenador de atletismo, que puso a todos en la pista y les dijo, a correr. ¡°Daniela sali¨® y cuando lleg¨® al final se dio la vuelta y vio que todos segu¨ªan a¨²n corriendo, chicos y chicas. Su destino qued¨® sellado¡±, cuenta su padre, I?aki, m¨¦dico anestesista y defensor de la vida activa, de salir a correr, a patinar, a hacer deporte con toda la familia. ¡°Pero quien tiene todo el m¨¦rito de que Daniela siga ah¨ª, corriendo, es su madre, aparte de Daniela, claro¡±.

En edad cadete, Daniela sufri¨® un trastorno inmunol¨®gico grave que hac¨ªa que ante cualquier virus, el de Epstein-barr o el citomegalovirus, por ejemplo, su propio sistema inmunol¨®gico fuera contra su organismo. ¡°Casi se la lleva por delante¡±, explica su padre. ¡°Estuvo en la UCI y a punto estuvieron de intubarla. Y fueron dos a?os que pens¨¢bamos que el atletismo se hab¨ªa acabado para ella. Pero la ni?a dijo que no. Iba a correr una vez a la semana y a los 10 minutos de rodar ya estaba cansada, pero volv¨ªa a la semana siguiente. Ella nunca lo dej¨®, y su madre fue la piedra angular. Le inculc¨® a Daniela que no pasaba nada, que no pod¨ªa quejarse, que hab¨ªa que seguir adelante¡±.

Volvi¨® y maravill¨® a todos. Hace una semana gan¨® el campeonato nacional sub 23 de 800m con una marca (2m 4,59s) que es la mejor de Espa?a y la lleva directamente a los Europeos de Torun (Polonia). En los nacionales absolutos, perdi¨® el oro en la ¨²ltima recta, sorprendida por la guipuzcoana Lorea Ibarzabal. Le sent¨® mal, pero a los cinco minutos ya estaba sonriendo. ¡°Se me ha escapado la victoria¡±, dice la atleta, que a¨²n no piensa ni en Tokio ni en metas gigantescas y disfruta en Madrid en el grupo de entrenamiento de Antonio Serrano. ¡±Pero estoy feliz igual aunque no haya ganado. Vivo al d¨ªa. Busco llegar a cada competici¨®n con ilusi¨®n y volver a casa y sentirme bien. Eso es ser atleta¡±.