La Real se despide con honra en Old Trafford
Oyarzabal fall¨® un penalti en la primera parte frente a un Manchester United muy pr¨¢ctico tras el 0-4 de la ida
La Real Sociedad se despide de Europa. No ha perdido ni un partido fuera de casa en su trayectoria, pero la cat¨¢strofe del partido de ida en Tur¨ªn (0-4) decant¨® la eliminatoria. No hab¨ªa margen de maniobra para la sorpresa y no lleg¨®. Pese a todo, sali¨® con ganas de bailar el equipo donostiarra en su regreso a Old Trafford, a pesar de que Imanol, que daba la eliminatoria por amortizada y dej¨® en San Sebasti¨¢n a David Silva y a Illarramendi, m¨¢s necesarios en otros menesteres. Y bail¨® durante los primeros minutos, manejando la pelota, presionando arriba y tratando de tapar los huecos atr¨¢s, donde el United le hizo un roto en el partido de Tur¨ªn. Se ve¨ªa a un equipo con otro aire, que pudo adelantarse en el marcador despu¨¦s de un penalti tan ingenuo como di¨¢fano de James a Gorosabel. Lo lanz¨® Oyarzabal mal, muy alto. Era una ocasi¨®n estupenda para so?ar, pero se fue al limbo.
Enrabietada la Real, pis¨® el acelerador en los siguientes minutos y encerr¨® al equipo ingl¨¦s. Isak no pudo llegar a un centro de Oyarzabal apenas un minuto despu¨¦s del penalti; Guevara, poco m¨¢s tarde, lanz¨® alto un remate desde la frontal. El apret¨®n realista, sin embargo, dur¨® un cuarto de hora. Se espabil¨® el United en los siguientes minutos y tom¨® el mando del partido, aunque sin poder desplegar su exuberante contragolpe. Combinar y correr no fue una opci¨®n.
La Real no repiti¨® los errores de la ida y trat¨® de pertrecharse atr¨¢s cuando el equipo local tocaba la pelota, pero la inspiraci¨®n de Bruno Fernandes abri¨® puertas que la defensa realista cerraba. Aunque la primera llegada de los diablos rojos fue de Martial, a quien respondi¨® Remiro, el portugu¨¦s, cerebro privilegiado de su equipo, propici¨® las acciones m¨¢s peligrosas, la primera en un remate en posici¨®n forzada que estrell¨® en el larguero, y a continuaci¨®n tras un centro perfecto que James remat¨® de cabeza para que Remiro actuara de nuevo con eficacia.
El United consigui¨® desactivar poco a poco el ataque de la Real, y la pelota se movi¨® lejos de Henderson durante el resto de la primera parte. El partido se hizo m¨¢s previsible, que era lo mejor para el equipo que mandaba con claridad en la eliminatoria. Fue decayendo el juego, y tampoco se activ¨® demasiado con los cambios en el descanso. Tanto Solskjaer como Imanol Alguacil refrescaron la alineaci¨®n con tres cambios cada uno, m¨¢s por cuestiones pr¨¢cticas que t¨¢cticas. Despu¨¦s del desarrollo de la primera mitad les interesaban m¨¢s los partidos de Liga del pr¨®ximo fin de semana que el claro desenlace de la eliminatoria.
No cambi¨® nada sobre el c¨¦sped de Old Trafford. Marc¨® el United un gol a la salida de un c¨®rner, pero lo anul¨® el VAR, que detect¨® un rodillazo alevoso de Lindelof a Jon Bautista, que abri¨® el camino al remate de Wan-Bissaka. Los dos equipos perdieron colmillo con el ajetreo de los banquillos y se limitaron a dejar pasar los minutos sin exponerse a riesgos. Firmaron un pacto no escrito de no agresi¨®n y pastorearon lo que quedaba de segunda parte. A la Real, que se va de Europa invicta a domicilio, le pes¨® demasiado la penosa imagen del partido de ida. Al menos le queda el recuerdo de un empate a cero en el teatro de los sue?os.
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